Los niños revolucionarios de ayer y hoy
Alberto Vieyra G. viernes 16, Abr 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Al estallar la Revolución Mexica de 1910 había en territorio azteca 15 millones de habitantes, de los cuáles 6 millones 375 mil eran menores de 14 años; en suma, los niños durante la Revolución Mexicana constituían el 40% de la población mexicana y con excepción de los niños ricos, el grueso de esa población infantil tenía como enemigo número uno la miseria y el hambre.
Ante la miserable vida, cientos de niños empuñaron las armas en los ejércitos de Emiliano Zapata, Francisco Villa, Francisco I. Madero y hasta con Venustiano Carranza.
Los jefes militares sostenían la tesis de que los niños son muy diestros a la hora del tiro “siempre dan al blanco, a diferencia de algunos soldados que no tienen la misma puntería”, sostenía un jefe villista, quien viviría episodios memorables e históricos.
Durante la batalla de Tierra Blanca, después de la toma de Ciudad Juárez, un niño de 12 años cayó mortalmente herido, antes de expirar llamó a uno de los jefes revolucionarios para pedirle un favor. En su mano derecha, traía la criatura dos moneras de oro y una medallita: “Señor, le quiero pedir que le haga entrega a mi mamá de estas dos monedas que me gané en la Revolución Mexicana. Mi general Villa me pagó bien y dígale, por favor, que la quiero mucho…”.
El episodio de Tierra Blanca es digno de mención, pues la pobreza que se cernía sobre la niñez mexicana es la misma que hoy impera en varios estados de la república mexicana principalmente en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Yucatán, Michoacán y Guerrero, donde esta semana hizo su aparición un pequeño ejército de niños de entre 12 y 16 años, quienes después de abandonar la escuela tomaron las armas para luchar contra las bandas criminales que han hecho de Guerrero una entidad sin ley y sin gobierno, aunque estén ahí de parapeto, sean del partido que sean.
Estamos ante una tragedia nacional de la que el insensible gobierno populista de AMLO, experto en simulación política, engaño y mentiras, no dicen absolutamente nada. Para él impera “un México feliz, feliz, feliz…” y el de “vamos requetebién”. En cambio, para AMLO es una tragedia nacional que su compadre, el borracho, el sexópata Félix Salgado Macedonio le haya tumbado el INE la candidatura al gobierno guerrerense por violador del estado de derecho y mentiroso. Es el poder el que solo les interesa a esos politicastros, pero no la triste realidad en la que se debaten los niños y jóvenes que hoy, ante la tragedia mundial del coronavirus han tenido que desertar de las escuelas para llevar el pipirín a casa, porque la democracia que pregonan los partidos políticos no se refleja en las pansas, las mesas, ni en los bolsillos de la gente que cada vez está más fregada y ante la amenaza de que México se convierta en una nueva dictadura que ya deja sentir AMLO por los cuatro puntos cardinales de la nación.
Chilapa, la región más fregada de Guerrero sería el escenario en que los niños soldados se presentaron ante la sociedad en un desfile que trascendió nuestras fronteras para clamar ¡alto a las matanzas! a cargo de “Los Ardillos” y otras bandas delincuenciales que han sembrado el terror ante la población, sí, los niños exigen paz, pero el gobierno, ni los ve, ni los oye. Ni hablar estamos ante una escena que nos hace recordar los tiempos de Pancho Villa, Zapata y compañía, cuando los niños abrazaron las armas para acabar con el mal gobierno y la miseria.
Me pregunto: ¿Estaremos en la antesala de un nuevo estallido armado del México bronco?