Ya basta que le vean la cara de pendejo al pueblo: María Félix “La Doña”
* Especiales, Espectáculos miércoles 7, Abr 2021
- México es un pueblo noble, pero tiene sus límites
- Las “Divas” no existen… ¡¡Esas son estupideces”!!
Edmundo Cázarez C.
Este jueves 8 de abril de este catastrófico 2021, se cumplen 107 años del nacimiento de María de los Ángeles Félix Güereña, mejor conocida como la inolvidable María Félix “La Doña”, y paradójicamente, este mismo jueves 8 de abril, serán 19 años en que dejó de existir físicamente, pero su recuerdo y recias palabras, aún taladran la memoria de su México querido.
A manera de sencillo homenaje, es mi deseo volver a publicar, pero ahora de manera completa, la entrevista exclusiva que me hizo el honor de conceder hace 9,018 días, misma que se publicó en la revista Siempre en su edición número 2250 de fecha 1 de agosto de 1996, pero que por falta de espacio y la línea editorial de ese entonces, se quedaron en el papel muchas anécdotas e interesantes datos que sin la falta de espacio ni una “censura”, quiero compartir con usted, estimado lector, narrando los pormenores de los esfuerzos realizados para lograrla y del cómo se llevó a cabo esta entrevista que me dejó una profunda huella.
A decir verdad, María Félix es el personaje que he tenido el honor de entrevistar que más me ha impactado, porque simple y sencillamente no concedía entrevistas exclusivas. Una mujer que hablaba fuerte y directo, sin pelos en la lengua. Palabras que no obstante la distancia de tiempo cuando las expresó, se apegan a la perfección al México actual, sobre todo, por lo que nos està pasando: “El principal problema de México es el desempleo y la ignorancia. Este bendito país ha tenido la mala suerte de tocarle pésimos gobernantes. Todos, pero absolutamente todos, tranzan y roban. No se les olvide que México es un pueblo noble pero tiene un límite. Ya basta de tantas chingaderas y que le vean la cara de pendejo al pueblo, mintiéndole a diario con estúpidas medidas populistas”.
Debo reconocer que a “La Doña”, a lo largo de toda su vida, le hicieron muchísimas entrevistas “banqueteras”, pero muy pocas exclusivas y además en su casa, lugar en donde me hizo el honor de recibir por espacio de 2 horas y 45 minutos, tiempo en el que me sentí enormemente afortunado. Para este reportero y sin el deseo de ofender a nadie, considero que “La Doña” ha sido la actriz más grande que ha producido el cine mexicano, tan es así, que el propio Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, afirmaba que María Félix había nacido dos veces, es decir, sus padres la habían engendrado, pero ella, se había reinventado a sí misma.
Desde mis inicios como reportero, me propuse entrevistar a tres grandes personajes de la vida artística de nuestro país: Mario Moreno “Cantinflas”, Francisco Gabilondo Soler “CriCrî” y María Félix “La Doña”. Estaba totalmente convencido que no sería nada sencillo llegar a ellos. Las dos primeras entrevistas se publicaron en el diario Ovaciones en 1978 y 1979, respectivamente, así es que solamente me hacía falta la última con María Félix.
Entrevistar a “La Doña”, sin lugar a dudas, significaba un gran reto para quien esto escribe. En primer lugar, como le comentaba, “La Doña” no concedía entrevistas exclusivas a nadie, además, tendría que llegarle con un tema que le pareciera interesante y aceptara conversar conmigo.
¿CÓMO LLEGAR A “LA DOÑA”?
En julio de 1995, en el ámbito artístico como en el periodístico, se comentaba mucho acerca del deteriorado estado de salud que presentaba Enrique Álvarez Félix, el amado primogénito de María Félix, motivo por el cual, busqué afanosamente ¿Qué estaba haciendo artísticamente en ese momento Álvarez Félix?, me encontré que encabezaba el elenco artístico de la obra teatral “Los Secretos de un Engaño”, que se presentaba en el teatro San Jerónimo-Independencia, ubicado en Periférico Sur de la Ciudad de México. Así es que decidí ir a entrevistarlo, pero también, debo confesarlo, era aprovechar que me ayudara a contactar con su mamá y realizar mi anhelada entrevista.
Al llegar al teatro, aún no había acceso al público asistente a la función de las 19:30 horas, pero con autorización del productor, logré ingresar. No sabía la sorpresa que me esperaba. En la primera fila y justo frente al escenario, descubro a María Félix acompañada de una amiga. Sin pérdida de tiempo me acerco hasta su asiento, le saludo respetuosamente y le pregunto si me permite hacerle un par de preguntas para la revista Siempre. Con un gesto por demás amable y con una ligera sonrisa, la controvertida estrella del cine nacional me indica su aprobación.
—Señora, buenas tardes, soy Edmundo Cázarez, reportero de la revista Siempre…
—Sin darme la oportunidad de concluir de formularle la pregunta, me interrumpe con voz firme y exclama: “Toda mi vida he leído la revista Siempre de mi amigo José Pagés…pero dígame, ¿Qué me va a preguntar?
—¿Le hubiera gustado tener un nieto para que perdure el ilustre apellido Félix que usted ha puesto muy en alto en todo el mundo?
—Un tanto sorprendida por la pregunta, alzando las cejas, extiende su mano izquierda, recarga su dedo índice en la mejilla derecha y me dice: ¿Por qué no me pregunta las mismas pendejadas de sus compañeros cuando me abordan?
—Disculpe señora yo no considero que mis compañeros reporteros sean pendejos, además, no quiero preguntarle nada sobre su brillante trayectoria artística que ya todo mundo conoce….
—¿Entonces, qué chingados me va a preguntar…?
— Como reportero, me interesa saber la opinión de la mujer actual de nombre María de los Ángeles Félix Güereña e insisto, ¿le hubiera gustado tener un nieto…?
—…¡¡Vaya, así es que viene a sorprenderme!! A ver muchachito cabrón, aplástese en este asiento junto a mí. —Volteando hacía donde me senté—, agrega: ¿Que no sabe que yo siempre respeté la preferencia sexual de mí amado hijo? Vaya, qué atrevido me salió usted.
—De pronto me doy cuenta que prácticamente estamos rodeados de fotógrafos y cámaras de televisión, compañeros de los medios me piden me haga a un lado para tomarle fotos solamente a ella. Con voz amenazante “La Doña” les dice…
—Este muchacho aquí se va a quedar porque lo digo yo…
—Nuevamente me pregunta…
—¿Cómo me dijo que se llama?
—Edmundo Cázarez para servirle. Tocándose la frente con su mano derecha señala…
—Edmundo Dantés era el Conde de Montecristo. Mira Edmundo, quiero que anote el teléfono de mi casa, hábleme mañana y nos ponemos de acuerdo para darle una entrevista exclusiva. Usted marca después de las 12 del día y yo misma le voy a contestar.
—Un tanto incrédulo de lo que acababa de escuchar de los labios de tan enorme personalidad, me atrevo pedirle me diera un pellizco para estar seguro que no era parte de un sueño…
—Ja, ja, ja, ja. ¡¡Claro que sí!!
—Un severo pellizco que me dejó un moretón durante algunos días— Estaba tan emocionado de lo que me estaba sucediendo que no me percaté que el teatro estaba casi lleno y anunciaban la tercera llamada. Al día siguiente, acatando sus instrucciones y desde la redacción de la revista, en punto de las doce horas, marqué el número de teléfono de su casa, al otro lado de la línea escucho una voz ronca que me pregunta:
—¿Quién habla?
—Señora muy buenos días, soy Edmundo Cázarez, reportero de la revista Siempre, ayer me pidió que le llamara para ponernos de acuerdo para…
—…Claro que sí, por favor, hábleme en dos semanas porque me estoy yendo ahorita a Acapulco.
Así se iniciaba una prueba de mucha paciencia, una y otra vez, posponía la entrevista. Que se iba de viaje a Paris. Que estaba un poco resfriada. Que la habían invitado a Cuernavaca, etc. Desafortunadamente, el 24 de mayo de 1996, víctima de un paro cardiaco, a la edad de 61 años de edad, fallece su hijo Enrique Álvarez Félix en su departamento ubicado en Campos Elíseos en la colonia Polanco de la Ciudad de México, por cierto, muy cercano a donde vivía “La Doña”, y un piso arriba en el lujoso edificio en donde también vivía el destacado actor y productor televisivo Ernesto Alonso y muy amigo de él. Por prudencia y respeto, consideré no molestarle más y dejarla descansar del terrible dolor de haber perdido a su querido hijo.
Había transcurrido un poco más de un año, desde aquel día en que pude platicar brevemente con “La Doña” en el teatro San Jerónimo Independencia. Es la mañana del lunes 29 de julio de 1996, a las 11:30 del día, decido llamarle nuevamente a su casa de Polanco, esperando tener suerte…
—¿Quién habla?
—Señora buenas tardes, soy Edmundo Cázarez de la revista Siempre…
—¿Otra vez usted, qué chingados quiere?
—Perdón señora, usted sabe muy bien que estoy muy interesado en hacerle una entrevista exclusiva para la revista Siempre…
—Ahh, como chinga. Pues también déjeme decirle que tiene 20 minutos para llegar a mi casa y si no hace lo que le digo, pues ya se fregó ehhh…
De inmediato, voy con Beatriz Pagés, directora general de la revista Siempre para informarle que había logrado hablar con “La Doña” y que me esperaba en 20 minutos en su casa para la entrevista. La respuesta de la directora fue desconcertante: “Edmundo, María Félix no le da entrevistas exclusivas ni a Jacobo Zabludovsky que es su gran amigo, sin embargo, creo en ti. De todas maneras llévate un fotógrafo por si “chicle y pega”. Sin pérdida de tiempo y acompañado por el fotógrafo Arturo Bermúdez, abordamos un taxi en la calle Vallarta, colonia Tabacalera en donde se encuentran las oficinas de la revista Siempre con destino a la calle Hegel de la colonia Polanco, a la casa donde vivía “La Doña”.
A nuestro arribo, nos recibe Jaime Núñez, acompañante y amigo personal de nuestra entrevistada, nos informa que ya nos estaba esperando en una sala que más bien parecía una extensa galería de arte por la infinidad de esculturas y pinturas.
Sentada en un sillón dorado, ataviada de un precioso vestido de seda color negro que le imprimía un toque de elegancia y majestuosidad, maquillada delicadamente. La verdad, lucía hermosa y espectacular. Su presencia imponía enormemente. A manera de bienvenida, María Félix “La Doña”, me dice: ¿Quiere tomar un café o algo?
—Por favor, un vaso de agua…
—Con voz fuerte y firme, le ordena a quien seguramente era su sirvienta o ama de llaves: ¡¡Tráiganle un café exprés a mi invitado!!
—Inmediatamente, le aclaro que pedí un vaso de agua a lo que ella refuta…
—Pues se chinga porque está es mi casa y en mi casa mando yo. Carajo, nada más me faltaba eso!!!
—“La Doña” se percata que en mi mano derecha traigo preparada una pequeña grabadora para no perder ni una sola palabra de la entrevista, con voz amenazante me señala..
—Mire usted, yo he viajado por todo el mundo y me han entrevistado periodistas muy inteligentes, y ellos, no se valen de estos aparatitos para grabar una entrevista porque escriben absolutamente todo, además, usted no tiene la cara de pendejo. Así es que va a guardar su pinche aparatito, va a escribir palabra por palabra todo lo que le diga durante la entrevista.. ¿Y si no le parece?, mire ahí está la puerta y lárguese de mi casa…!!!
—Gulp, Señora, discúlpeme pero no traigo una libreta para anotar, es mejor una grabadora…
—… ¿Acaso usted va a la guerra sin un fusil? —Me cuestiona—.
—No vengo a ninguna guerra sino a conversar y aprender de una gran mujer…
—Mire usted, acabo de pasar un trago muy amargo con la muerte de mi querido hijo. Así es que vamos a platicar usted y yo. Le recuerdo que decidí recibirle por su insistencia y porque me demostró ser atrevido, pero con la única restricción que no toque absolutamente nada sobre mi hijo.
—Sin faltarle el respeto, quiero preguntarle: ¿Si detrás de la imagen de una mujer a veces grosera, déspota, posesiva, humillante y soberbia, existe un poco de humildad en la gran señora de nombre María de los Ángeles Félix Güereña?
—¡¡Eso es!! Vaya, veo que saca la casta. Así me gusta, que denote respeto a su profesión y no venga a mi casa para ponerse de alfombra o tapete porque de esos tengo muchos. —De nueva cuenta, llama a su sirvienta y le ordena… “Tráiganle un cognac a mi invitado que me está demostrando que no me tiene miedo”.
—Señora, perdóneme, pero vengo a trabajar, además, ni tiempo me dio ni de desayunar…
—Pues hay que levantarse más temprano!! No hay que ser tan huevón. Al que madruga Dios le ayuda. Se toma el cognac o de plano ya no hay entrevista y se larga de mi casa.
—Mi estómago resintió la súbita ingesta de alcohol sin alimento alguno, pero a la vez, eso me permitió comprender que tenía que “ponerme las pilas”, ser inteligente con las preguntas o terminaría muy rápido la entrevista. Un tanto animado le cuestiono ¿Es verdad que padece de cáncer y es por eso que mejor se va ir a vivir a París?
—Su rostro se torna adusto, se queda pensativa. Golpea con el puño cerrado el descansa brazos del sillón en el que está sentada y exclama: “No, no y no. Toco madera. Estoy en perfectas condiciones de salud. Aunque aún no me repongo del golpe tan fuerte por la pérdida de mi querido hijo. No me explico por qué les asusta tanto que me vaya a Paris. Desde hace 50 años voy y vengo. ¿Acaso ustedes me pagan mi boleto de avión? ¿Ya ni eso puedo hacer?”.
—Por qué se dice que es alcohólica y hasta drogadicta?
—Ni soy alcohólica, mucho menos drogadicta.
—¿Decepcionada de México, de su gente y hasta de sus gobernantes?
—No estoy decepcionada de mi país al que quiero mucho, mucho menos de su gente. Siempre he recibido un inmenso cariño de su gente.
—¿A México se lo está llevando el tren?
—Si México anda mal es porque en el mundo entero existe mucha pobreza. Que quede bien claro, no es un problema exclusivo de nuestro país. Carajo, ¿Acaso usted no es mexicano?
—¿Hacia dónde vamos?
—El principal problema de México es el desempleo y la ignorancia.
—¿Culpa de sus gobernantes?
—Híjole, México ha tenido la mala suerte de tocarle pésimos gobernantes…
—¿No hay ni a quien irle?
—Pues sí, todos, pero absolutamente todos tranzan y roban.
—¿Cuál ha sido el mejor presidente que hemos tenido?
—Todos son iguales, para mí, no ha habido ningún buen presidente.
—¿Cuál es el presidente que México necesita?
—Necesitamos un hombre inteligente que sepa conducirnos por el camino adecuado y que deje de mentir con estúpidas medidas populistas
—¿Existen los políticos inteligentes?
—¡¡Claro que los hay!!
—¿Dónde buscarlos?
—Un buen presidente, es aquel que de verdad se preocupa por darle educación a los niños, que se ocupa por la clase baja y por los millones de pobres.
—¿Un presidente populista que brilla en los foros internacionales?
—En lugar de hacer mugrosos Tratados de Libre Comercio, deberían de darle de comer a la gente que se está muriendo de hambre.
—¿Qué opina de la creciente ola delictiva que hay en México?
—La inseguridad tampoco es exclusiva de México…
—¿Una policía de élite para erradicar la delincuencia?
—Lo que México necesita es un Superman que combata y acabe con la delincuencia
—¿Si usted fuera Presidente de la República, qué haría por México?
—Me hace una pregunta muy difícil…
—¿A lo mero macho, no le gustaría ser Presidente de este gran país?
—No hay mexicano que no quiera ser Presidente de la República… -dándole un pausado sorbo a la taza de café que le sirvieron, encoge sus hombros, cruza la pierna derecha y exclama: “Seguramente, me preocuparía por atender a la clase más necesitada. Es muy triste que en México cada vez haya más pobres…”.
—¿Castigaría a los malos servidores?
—Claro que sí, los mandaría derechito al infierno.
—¿Alguna vez le interesó participar en la política?
—María Félix es una mujer que se convirtió en actriz y bajo ninguna circunstancia participaría en política. No hombre!!!, la política no se hizo para mí. Tengo muchas ganas de seguir sirviendo a mi bendito México.
—¿Cómo embajadora…?
—…Carajo!!! ¿Qué parte no entendió? Nooo me interesa nada que tenga que ver con la política.
—¿Embajadora en el Vaticano cerca del Papa?
—La Iglesia y la política son iguales de hipócritas.
—¿Es la Iglesia que Jesús nos dejó?
—No, Jesús era humilde. A la Iglesia, lo único que le interesa es que existan cada día más pobres
—¿Pero el Papa es el representante de San Pedro…?
—Esas son estupideces. ¿Por qué no reparten a los pobres la inmensa fortuna que guardan celosamente en el Vaticano?
—Juan Pablo II vino muchas veces a México y la gente lo adora…
—Si el Papa viene a México, es porque le interesa que los pobres se sigan despojando de sus pocas pertenencias.
—¿Qué opina lo que dijo el Abad de la Basílica de Guadalupe que la imagen de la Virgen de Guadalupe no era real?
—Esa, es una prueba más de la asquerosa política que se hace en nuestro país, hasta en la Iglesia existe. ¿Por qué no dicen mejor que ya no lo quieren como Abad de la Basílica?
—¿Un tonto pretexto para destituirlo de su cargo?
—Que no se metan con la Virgen de Guadalupe porque van a despertar al México bronco.
—¿Inviolable la fe del mexicano?
—La fe del pueblo mexicano no se compara con la bola de presidentes estúpidos, ladrones y mentirosos que hemos tenido.
—¿La fe tiene límites?
—México es un pueblo noble pero tiene un límite. Ya basta de tantas chingaderas y que le vean la cara de pendejo al pueblo mintiéndole sin piedad.
—¿La fe es exclusiva de la gente más necesitada o jodida?
—Los únicos que no tienen fe son los políticos que viven en un constante miedo de dejar el hueso.
—¿Si tuviera la oportunidad de hablar con Dios, qué le diría?
—Vaya que pregunta!!! —Se queda enmudecida. Me observa fijamente, su mirada es penetrante y retadora. Suspira profundamente, con la palma de su mano acaricia su negra cabellera, al momento de entrelazar sus largos y delgados dedos me dice: “Dígame usted, con todas las chingaderas que nos están pasando en México y en el mundo entero, ¿Acaso Dios existe”?
—Señora, yo creo en un Dios…
—… Pues cada quien tiene el Dios que merece…
—¿…Cómo es el Dios de María Félix?
—Caray!!!, a mi Dios, le pido que nos ilumine y nos convierta en seres inteligentes. Creo que ya le estoy pidiendo demasiado. —Ahora sí tráiganle agua al reportero, creo que ya se la merece—, le ordena a su asistente que está atenta al desarrollo de la entrevista.
—¿Por qué existe la imagen distorsionada de una María Félix bronca y cortante?
—Dicen que soy déspota, grosera, arrogante, alcohólica y hasta drogadicta…
—¿Dónde nacen esos rumores?
—La gente ignorante Inventa una bola de mentiras…
—¿Con qué frecuencia bebe alguna copa?
—Lo que si es cierto, es que algunas veces tomo un poco champaña, pero eso, dista mucho de convertirme en una alcohólica, la gente confunde las cosas
—¿Es verdad que se pelea con todo mundo?
—No soy una peleonera, lo que pasa, es que no me dejo de nadie.
—¿La gente la agrede cuando la ve en la calle?
—No, para nada. La gente es muy amable conmigo, me saludan y hasta se toman fotos como si fuera una estatua o una reliquia. Ja,ja,ja.
—¿Bueno, usted misma ve que la respetan o de quienes se defiende?
—De los que hablan estupideces de mí. Si no me diera a respetar, júrelo que sería el hazme reír de todo el mundo. Mira -¿Cómo me dijo que se llama?…
—Edmundo Cázarez señora…
—Bueno, quiero decirle que desde niña me desarrollé entre seis hombres.
—Le enseñaron a ser agresiva?
—No precisamente, pero sí, a defenderme y no dejarme de nadie. Hasta me enseñaron a practicar “el salto de la muerte”, que es cambiarse de un caballo a otro en pleno galope.
—¿Eso le permitió ingresar con firmeza al medio artístico?
—María Félix no es “La Cucaracha”, ni tampoco “La India” o la esclava de Tizoc…
—¿Algún productor de cine la cortejó para darle un estelar en una película?
—No tuve ninguna necesidad de irme a la cama con ningún director o productor…
—¿Tampoco aceptaba ninguna invitación a comer o cenar?
—No me dejé comprar con una “comidita” para lograr un lugar en las películas en las que participé.
—¿Usted escogía los papeles que quería interpretar y no los que le impusieran?
—Vaya, que buena pregunta!! Los papeles que llegué a interpretar fueron creados para una actriz que reflejaba fielmente el sentir de un pueblo al que pertenecía.
—¿Por qué ya no hay actrices de la talla de María Félix, Dolores del Río o Miroslava?
—Son estilos muy diferentes…
—¿A cada tal para su cada cual?
—Nos hace falta mucha, pero muchísima cultura.
—¿México, un país tercermundista?
—Queremos aparentar pertenecer al primer mundo, eso es falso y seguimos obedeciendo de rodillas al presidente en turno.
—¿Quién tiene la culpa: El indio o el que lo hace compadre?
—Todo se debe a las raquíticas y mediocres políticas educativas de quienes han tenido la enorme responsabilidad de dirigir los destinos de este gran país. El día que nuestro pueblo se arme de güevos, ningún pinche presidente populista, mentiroso y mediocre, jamás le volverá a ver la cara de pendejo a este gran pueblo.
—¿Qué opina de la liberación femenina?
—Antes se guardaban celosamente los valores morales, y ahora, eso es lo que menos importa
—¿El sexo débil?
—Salga usted a la calle y va a encontrar niñas de 12 años que ya les anda por acostarse con el primero que vean…
—¿Virgen hasta el matrimonio?
—En mi caso, quiero que sepa que llegué doncella al matrimonio con Jorge Negrete…
—¿…Por qué terminó su relación con Jorge Negrete?
—A Jorge le molestaba muchísimo que yo empezara a destacar…
—¿Un celo profesional?
—No obstante que era su mujer, me restregaba en la cara que yo le hacía sombra.
—¿Un tipo inmaduro?
—No le importaba en lo más mínimo tener a su lado a una verdadera mujer, sino que le preocupaba muchísimo la estrella que lo estaba opacando.
—¿Por qué le aguantó tanto? ¿Dormían en camas separadas?
—Me tenía tanto coraje que terminó odiándome y pues nos separamos.
—¿Por qué se separó de Agustín Lara y porque no tuvo hijos con él?
—Agustín era un amor, un verdadero caballero en toda la extensión de la palabra. No tuve hijos con él, debido a lo avanzado de su edad y en la cama no me respondía. Mire usted, la canción que me compuso “María Bonita”, describe a la perfección el gran amor que sentía por mí. Siempre me dio mi lugar de su esposa, era mi marido y me trató con un gran respeto y cariño.
—¿Y qué me dice de la canción “María” que le compuso Juan Gabriel?
—Agradezco mucho la canción de este muchacho… ¿Me pregunta que sentí al escucharla? Ahhh… pues me hizo vibrar mi piel y hasta mi esqueleto. Por supuesto que sentí una emoción muy especial. Soy una mujer de carne y hueso que siente y se entusiasma. Respeto mucho la preferencia sexual de este muchacho y le agradezco muchísimo este enorme gesto que tuvo a bien dispensarme.
—¿María Félix tiene ídolos?
—Inesperadamente, me toma del brazo y con voz baja me cuestiona: ¿Seguro que usted es reportero y no sicólogo?.. Mmm… ¿Ídolos a nivel nacional?, Bueno, pues en primer lugar la Virgen de Guadalupe, y quizás, Emiliano Zapata.
—¿Qué tenía de especial Emiliano Zapata para que usted lo admire?
—Lo admiré mucho porque era un hombre definido, recio y seguro de sí mismo…
—Aparte de la Virgen de Guadalupe, alguna mujer por la que María Félix sienta admiración?
—También reconocí el trabajo y esfuerzo de Dolores del Río…
—¿Qué sentía trabajar con ella?
—Que era una gran mujer, me sentía muy contenta trabajar con ella durante buen tiempo y hasta nos hicimos muy buenas amigas.
—¿Le gustaría que se le recuerde como una “Diva”?
—No sé de dónde sacan cosas tan estúpidas. ¿Qué es una Diva?. Los mejores homenajes que puede recibir una mujer en vida es el cariño de la gente.
—¿Por qué no hay en todo México un cine, un teatro, una calle o un monumento en honor a María Félix?
—Porque somos un país de malinchistas. No venga un extranjero que le caiga bien al gobierno porque hasta el culo le besan y le cuelgan miles de porquerías y medallas.
—¿Nunca le han ofrecido la medalla Belisario Domínguez o El Águila Azteca?
—Yo le pregunto a usted como reportero ¿Por qué el gobierno no me otorga la medalla Belisario Domínguez o El Águila Azteca? ¿Acaso no me las merezco? Ahh, pero eso sí, estos pinches presidentes populistas que nos ha tocado tener, se las entregan a extranjeros que no han hecho ni madres por México. ¡¡Basta de una idiosincrasia mediocre!!
—¿Ya no hace televisión o cine por cuidar la imagen del mito o leyenda llamada María Félix?
—Con el rostro un tanto enrojecido, eleva el tono de voz y fustiga: ¡¡La imagen me vale madre!! Para todas las etapas de la vida hay un público al que le gusta apreciar el trabajo de una actriz como yo.
—¿”La Doña”, que opina de María Félix?
—María Félix es una mujer que vive como se le pega la gana. Una hembra que vive muy bien bajo su piel ¿Me explico…?
—¿Una artista de su talla tiene caducidad?
—María Félix seguirá siendo una gran actriz hasta que muera y posteriormente, seguirá viva en su recuerdo.
—¿Qué opina de las telenovelas que produce Televisa?
—No tengo oportunidad de verlas porque casi no estoy en casa. En alguna ocasión me grabaron capítulos del excelente trabajo que realiza Ernesto Alonso en “La Antorcha Encendida” y aplaudo el interés demostrado por Ernesto Alonso por tratar de difundir un poco nuestra cultura. Es increíble que los niños no sepan quién fue Emiliano Zapata ni doña Josefa Ortiz de Domínguez.
—¿María Félix una mujer que nació para triunfar?
—Como le dije antes, soy una mujer que vive muy bien bajo su piel. Estoy pasando por un mal momento debido a la partida repentina de mi compañero, mi gran amigo, mi amado hijo.
—¿Es verdad que existió cierta rivalidad entre ustedes?
—Me parece una enorme falta de respeto que inventen cosas tan irreverentes ¿Cómo iba a estar peleada con mi hijo que siempre fue tan cariñoso y atento conmigo? Enrique ya partió al más allá y merece todo el respeto del mundo, así es que déjenlo descansar en paz.
—¿Con la muerte de su hijo la obliga irse de México y refugiarse en resto de su vida en Paris?
—¡¡No estoy acabada!! ¿Acaso ya me ven tan cacatúa? ¿Ya les urge que me muera? Que quede bien claro…¡¡Tengo todo el derecho de vivir en donde y como mejor me plazca!!
—¿Nadie es profeta en su tierra?
—Conmigo se rompe la regla. Tengo el cariño y respeto de mi gente, muy a pesar de lo que con frecuencia publican ciertos pasquines. Por unos cuantos centavos se atreven a publicar atrocidades de cualquier personaje de la vida nacional.
—¿Dinero fácil?
—El dinero es cabrón y cambia a la gente. Hasta inventan entrevistas que jamás he concedido. Vaya imaginación. Cosas que provoca el hambre.
—¿Por qué no se defiende de las difamaciones que es objeto?
—Sería perder un tiempo precioso y darle importancia a quienes carecen de un cerebro.
—De todos sus compañeros de trabajo ¿A quién amó y a quién odió?
—Por naturaleza propia, el hombre se llega a identificar con sus semejantes. Pedro Armendáriz fue un caballero conmigo, me trató como una dama.
—¿Es verdad que existieron conflictos con Mario Moreno “Cantinflas”?
—Mario Moreno Reyes me hizo la vida de cuadritos, nunca lo quise y por lo mismo, jamás vi sus películas
—¿Cómo le afecta la crisis económica?
—Me afecta como a todo el mundo.
—¿María Félix es rica?
—Acariciando sus piernas con ambas manos me dice: “Ja, ja, ja, ja ¿Qué si soy rica? Mmm, estoy deliciosa!!!
—¿Rodeada de lujos?
—Me doy los lujos que puede darse una mujer de clase media alta.
—¿Entonces, que demonios le preocupa?
—Lo único que me preocupa es ya no tener a mi hijo conmigo.
—¿Le tiene miedo a la muerte?
—No, para nada. Me gustaría vivir 150 años pero eso no se puede…
—¿Se atrevería pasarse de la raya?
—Vaya que me ha gustado mucho platicar con usted. Sé muy bien que no me puedo pasar de la raya, pero cuando esto llegue, partiré dándole gracias a la vida.
—¿A qué le tiene miedo si la muerte no le espanta?
—No le tengo miedo a nada, quizás, solamente cuando me subo a los aviones y a los barcos.
—¿Cuándo muera, cómo cree que la reciban allá arriba o allá abajo?
—Me vale madre!! A donde quiera que se vaya María Félix, se irá en paz
—¿Se terminaron los grandes directores de cine?
—Lo que se terminaron fueron las ganas de trabajar con honestidad, ya cualquiera se llama “pomposamente” Director de Cine.
—¿Se agotó la creatividad?
—Cómo hace falta un Gabriel Figueroa, un Fernando o Domingo Soler. Necesitamos alguien que salga de la fábrica de los sueños.
—¿En qué sueña María Félix?
—Me encanta soñar despierta porque es más emocionante. Sueño que algún día México llegará a ser mejor. Hasta llego a soñar que a mi edad tengo una cinturita de 50 centímetros y que me puedo comer todas las chilindrinas y bolillos que me quepan.
—¿De dónde viene su afición por la fiesta brava?
—A los toros los veo tan hermosos, tan indefensos y no saben lo que está pasando a su alrededor. La fiesta brava es un evento viril donde se juega la vida.
—En el ruedo, ¿Quién es más bestia: el toro o el torero?
—Vaya que pregunta!! Es el combate de dos poderosos. Así veo a los hombres que me rodean, vigorosos, fuertes y llenos de energía.
—¿De dónde saca esa vitalidad?
—Pues déjeme decirle que desde niña jugaba con mis hermanos al box, a las patadas, subirme a los árboles, hasta me iba a gayola en los cines en donde uno se divertía de lo lindo.
—¿Por qué es tan difícil obtener una entrevista exclusiva con María Félix?
—Me divierten y disfruto mucho las entrevistas de periodistas inteligentes. Me siento muy contenta de su presencia y por esta muy amena conversación.
—¿Cuántas solicitudes de entrevistas ha rechazado si la mía duró más de un año?
—Lo que le puedo decir, es que otros se quedarán con las ganas de llevarla a cabo porque se creen intocables o merecedores de canonjías, hasta exigen atenciones y no son más que son unos tristes aprendices del oficio.
—¿Como reportero, vine a platicar con la mujer actual…?
—Pues quiero que sepa que con esta entrevista se escribe una historia de amor en la que usted está involucrado. A ver, me hace el favor de quitarse su saco, con un plumón color azul, del lado izquierdo de la camisa blanca, con su puño y letra escribe la frase “Con esta entrevista se escribe una historia de amor… María Félix”.
—¿Por qué aceptó platicar conmigo?
—En primer lugar, porque me gusta mucho su seguridad al hacerme las preguntas, y en segundo lugar, porque la revista Siempre tiene un significado especial para mí. Fui gran amiga del señor José Pagés Llergo, quien tuvo muchísimas atenciones para mí.
—¿Qué le aconseja a la mujer actual?
—Nuestras mujeres viven muy pegadas a la férula paternal. Es muy necesario que se rectifiquen las conductas morales de nuestra sociedad. Por favor, no nos perdamos en la nada. Por el amor de Dios, las mujeres deben engrandecer la liberación femenina.
—¿Es agradable coleccionar recuerdos?
—Si viviera del pasado, estaría mal del cerebro o estúpida. El pasado quedó atrás y el que voltea para atrás se convierte en estatua de sal. —Se queda pensativa y retoma mi pregunta—. ¿Eso me lo pregunta por la infinidad de cuadros y objetos que ve en mi sala?, Son obsequios que he recibido a lo largo de mi carrera artística y otras chacharitas que me gusta comprar por donde camino.
—¿Es verdad que un día se atrevió llamar por teléfono a Jacobo Zabludovsky durante la transmisión del noticiero 24 HORAS, para poner entredicho su honorabilidad…?
—…Sin permitirme concluir la pregunta, me sacude con mucha fuerza mi brazo derecho, un tanto molesta, me dice: “Esas son chingaderas, Jacobo Zabludovsky es mi gran amigo de toda la vida. Siempre ha sido un gran hombre con una enorme calidad humana. ¿Cómo me atrevería faltarle el respeto a nivel nacional a mi gran amigo y al destacado periodista? No, no y no. Conozco a Sarita su esposa y a sus hijos. Es un gran padre de familia, un gran amigo como pocos hay, un excelente periodista y un gran ser humano.
—Le agradezco mucho su tiempo, ¿desea usted agregar algo más?
—La que agradece mucho su presencia soy yo. Dos horas y media que me ha permitido disfrutar esta charla porque yo no le llamaría entrevista, le reconozco su inteligencia y profesionalismo. Ojalá que publique todo lo que le dije, pero si no lo dejan, nada más dígame y le prometo que le consigo trabajo en el periódico que usted quiera y hasta en la televisión con mi amigo Jacobo.
Al ponerme de pie para despedirme, me toma de la mano. La observo detenidamente y le digo:-Señora, estoy completamente convencido que cuando usted nació, Dios estaba de excelente buen humor y tuvo la genial idea de enviar a La Tierra, a uno de sus Ángeles màs hermosos convertido en una gran mujer de nombre María de los Ángeles Félix Güereña-. Al escuchar esto, me abraza fuertemente y me da un prolongado beso en la comisura de los labios y me dice. “Muchas gracias, es el piropo màs hermoso que he escuchado a lo largo de toda mi vida. Nadie, pero nadie, me había dicho algo tan bello”. Me toma de la mano, la coloca a la altura de su corazón y alcanzo a percibir la aceleración de las palpitaciones de su corazón.
Acto seguido, la gran actriz considerada como una leyenda del cine y de la vida nacional, se despoja de sus zapatillas de piel color negro, descalza, la siento un poco màs en confianza, tomado de la mano, me lleva a conocer su casa, su cocina, su recámara, su pequeña biblioteca o sala de lectura, y por último, me muestra como niña sus juguetes, orgullosa de sus cuadros, pinturas. Sus ojos brillan con intensidad y me pregunta: “¿Se va quedar a comer conmigo?” —A lo que le respondo de bote pronto—. Muchísimas gracias por la invitación, si me lo permite, le acepto la invitación una vez que se haya publicado la entrevista, vengo y me dice que le pareció. Invitación que quedó abierta y ya no se pudo concretar. Una entrevista que jamás olvidaré y que me ha marcado por siempre. Estimado lector, seguramente usted tendrá la última palabra y su muy valiosa opinión.