Estudios demoscópicos, ¿también a revisión legislativa?
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 15, Feb 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Encuestadoras “patito” toman partido y desorientan al electorado.
A propósito del debate que existe en torno a la posible regulación de las redes socio digitales, en donde por un lado se opina que lo que se debe regular es el funcionamiento de empresas como Facebook o Twitter y, por otra parte, se comenta que únicamente se debe regular la difusión de rumores, filtraciones, chismes, fakes e infodemia, es bueno saber que en ambos posicionamientos hay la coincidencia de respetar el derecho a la información y la libertad de expresión, pero la discusión y análisis sobre este tema apenas empieza.
En ese contexto, no estaría mal que el Congreso de la Unión, en los meses que le restan de funciones a la LXIV Legislatura, también hiciera un ejercicio de revisión sobre los estudios demoscópicos que sirven para medir la opinión pública respecto a algunos temas del interés nacional o local, pero que en tiempos electorales son casi de uso indispensable para conocer el grado de aceptación o rechazo que tienen los electores sobre determinados personajes que aspiran a algún cargo de elección popular.
Es cierto, en este asunto, algunas casas serias levantan sus muestras mediante sistemas metodológicos ya probados y reconocidos en el ambiente social y político, pero también hay muchas otras con presencia y aparición casi fantasmal, porque así como aparecen desaparecen, donde sus resultados son parte de una estrategia y en general responden a los intereses del cliente, donde el fin de estas últimas es crear candidaturas cosméticas que nada tienen que ver con propuestas, trayectoria, arraigo, imagen y presencia de los aspirantes y sus partidos, y mucho menos con la opinión de la base militante o el electorado en general.
Aquí la pregunta es ¿cuáles cumplen con esquemas metodológicos?, la verdad es que en esta guerra de encuestas, la diferencia podría estar en el número de la muestra, a qué sector de población se dirigió la medición e incluso el tiempo en que se realizó y el comportamiento de las mismas durante la toma de muestras, porque también el resultado podría estar directamente relacionado con aquello de que “El que paga manda” y ahí podría estar el sesgo o la influencia de los resultados, es decir hay un engaño, y entonces ya no se puede hablar de la radiografía que este tipo de estudios ofrece en cuanto a que sus mediciones “son una fotografía del momento”.
No hay duda, el proceso electoral rumbo a los comicios del 6 de junio genera expectación e interés entre una ciudadanía cada vez más dispuesta a participar mediante su voto, por lo que sería bueno que desde el Legislativo se observara o se regulara la metodología y la técnica que utilizan las empresas dedicadas a medir la opinión pública en tiempos electorales, porque de no hacerlo es precisamente esa ciudadanía la que se siente engañada con ejercicios que a la luz se ve que solo sirven para manipular, para influir, para llevar agua al molino de intereses particulares, pero nunca para verdaderamente tomar una muestra de la percepción que existe entre la opinión pública respeto a los candidateables y ahh, eso sí, la revisión de este tema también se debe realizar con apego estricto al derecho a la información y la libertad de expresión. Que conste.
VOY CON TODO.- El pasado fin de semana, la Ciudad de México y sus habitantes se vieron inmersos en todo tipo de encuestas, tanto telefónicas como vía redes socio digitales, y es que en el marco de los sondeos que la dirigencia de Morena realiza para elegir a sus candidatos para las 16 alcaldías, no faltó quien mandó a hacer sus propios estudios demoscópicos para tratar de posicionar su imagen o simplemente para tener sus cinco minutos de efímera fama.
Los ejercicios fueron poco útiles para las mediciones que hace Morena, porque muchas de ellas tuvieron comportamientos extraños y sorprendentes en sus resultados y en algunas de ellas se observaron votaciones que crecieron como la espuma a los últimos segundos de cerrar el conteo. ¿Qué pasó?, tal vez las empresas que hicieron los levantamientos no previeron votos masivos a través de los llamados bots y tampoco controló la doble votación de algunos usuarios. Fueron ejercicios a modo y gusto del cliente, denunciaron algunos internautas.
Entonces lo que pudieron ser buenos ejercicios, quedaron como parte de una estrategia que nada tiene que ver con la honestidad, transparencia y prestigio que tienen muchas casas encuestadoras, y menos aún con un acto democrático. Conclusión: fueron encuestas fallidas.
VA MI RESTO.- Hasta donde se sabe, los cargos de elección para la Ciudad de México del partido gobernante, es decir de Morena, se definirán vía indicadores como que el hecho de que la militancia haya tomado el acuerdo de unidad; por compromisos cumplidos y buena rendición de cuentas de quienes se quieren reelegir; y, donde haya varios competidores con fuerte presencia, serán las encuestas las que definan tanto el género como el nombre de los elegidos.
Ya falta poco, las cartas de los aspirantes están echadas y el humo blanco muy pronto saldrá de la sede morenista, pero los elegidos no deben echar las campanas al vuelo porque la única encuesta válida en sus aspiraciones será la del 6 de junio, y hasta ahí porque como veo doy.