Pluralidad política
Alberto Vieyra G. jueves 24, Sep 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En 1987, tras el resquebrajamiento del PRI cuando una veintena de sus cuadros emblemáticos se llevaron su música a otra parte, entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, la maestra de economía de Carlos Salinas, Pedro Aspe y tal y tal, además de Ignacio Castillo Mena, entre otros, se produciría en México la era de la gran pluralidad política y con ello, la multiplicación de problemas, pues a partir de entonces, la ponzoñosa partidocracia comenzó a echarse la bolita sobre quiénes eran los culpables de esas problemáticas y se agudizaría de manera brutal la criminalidad, toda vez que muchos gobiernos de oposición relajaron la aplicación del Estado de Derecho y dejaron hacer y pasar la criminalidad a cargo de las bandas criminales.
La pluralidad política en México es hoy una de las principales causas de las desgracias de los mexicanos. Esa pluralidad se produjo de manera asombrosa en los medios de comunicación. El PRI dejó de ser el partido papas fritas al que se le dedicaban la mayor cantidad de espacios en la prensa. La oposición comenzó a arrebatarle espacios al PRI en los medios de comunicación y esa pluralidad política sería muy bien recibida por la población. Pegarle al PRI y a los priístas se volvió un deporte para muchos medios de comunicación. Muchos de los personajes políticos que hoy están en el poder, como un Félix Salgado Macedonio, un Ricardo Monreal Ávila, un Gerardo Fernández LLoroña, perdón es Noroña, un René Bejarasno, o una inculta Dolores Padierna y muchos más, ganaron notoriedad y se convirtieron en grandes figuras de la oposición política.
Panistas, petistas, perredistas, que en ese entonces eran cardenistas, buscaban afanosamente a periodistas y espacios en los medios de comunicación de manera profusa, desde la 53 Legislatura hasta la 60 Legislatura federal, este átomo de la comunicación se especializó en la crónica parlamentaria, teniendo contacto con la mayoría de actores políticos quienes se convertirían en gobernadores, senadores, diputados federales, alcaldes y hasta regidores con tal de no estar fuera del presupuesto.
“Amigo Vieyra, ayúdenos ustedes los periodistas a partirle la madre al PRI, cuando nosotros lleguemos al poder, ustedes estarán muy bien. Ustedes son un gremio olvidado, castigado, muchos de sus compañeros no tienen ni una casa, con nosotros la tendrán”, decían con vehemencia legisladores, tanto diputados como senadores. Pronto, y gracias a que los medios de comunicación y los periodistas criamos cuervos, nos dimos cuenta que las promesas de esos actores políticos eran puro cuento. Algunos panistas se convirtieron en secretarios de Estado con Vicente Fox y su infame política fue cerrarles las puertas a los periodistas, sobre todo aquellos críticos, y en la Cámara de Diputados se llegó al colmo de reducir a los reporteros de la fuente parlamentaria al llamado corral de la ignominia y algunos de esos malagradecidos politicastros serían el yucateco Francisco José Paoli Bolio, Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, Diego Fernández de Cevallos “el jefe Diego” y muchos más.
Sí, los cuervos llegaron al poder, creados e inflados por la gran prensa nacional, muchos de ellos incultos hasta la pared de enfrente que hoy rebuznan en gubernaturas y engañan a la gente con el cuento de siempre: La democracia hecha realidad, sólo que esa democracia con la cual engañan al respetable electorado no se traduce en bienestar para las mesas, los bolsillos y las panzas de millones de mexicanos que aún viven a pan y agua.
Esa maldita pluralidad política tiene hoy en la Presidencia de la República a un hombre que, sin el menor escrúpulo de ética política, pudor ni decencia se ha dedicado solamente a dividir a los mexicanos a base de más de 28 mil mentiras con el único fin de perpetuarse en el poder.