Los “peces gordos” se rinden de la justicia
¬ Augusto Corro jueves 20, Ago 2020Punto por punto
Augusto Corro
En el caso Lozoya los peces gordos de la corrupción no serán castigados, cuando mucho estarán en el banquillo de los acusados y nada más. Quizás sean objeto del repudio de la sociedad, pero ya están acostumbrados a recibirlo; de otra manera estarían escondidos en algún muy lejano, lejos de los escenarios políticos donde se les trato como reyes. Claro, nos referimos a los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa, quienes hicieron de sus administraciones negocios redondos al amparo del poder o utilizaron las arcas públicas para enriquecer a la clase política. No hay más peces gordos que los mencionados exmandatarios, que disfrutarán de su posición económica porque no hay leyes que los castiguen con la cárcel debido a sus hechos delincuenciales. Así pues, serán los peces flacos y los charales los que posiblemente reciban los castigos que debían aplicarse a sus jefes.
Mientras, el escándalo de los videos seguirá, quizás no con tanto impacto, pero si con cierta expectación por conocer a los peces flacos que recibieron millones de dólares y pesos como sobornos, en negociaciones políticas turbias con los representantes del poder para en algunos casos para comprar votos de legisladores, o como simple transacción económica para beneficio personal. Cabe señalar que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, fue acusado por los delitos de lavado de dinero, junto con otras personas, entre ellas sus familiares, para ocultar dinero recibido de supuestos sobornos provenientes de las constructoras Odebrecht y Altos Hornos de México. En un intento para salvar el pellejo, el exfuncionario, como testigo colaborador, entregar videograbaciones de políticos, legisladores y dirigentes de partidos, en los momentos que recibían fajos de billetes a cambio de apoyo a las reformas a la ley, incluida la energética, planteadas por el entonces presidente Peña Nieto.
Se llegó a un acuerdo con la Fiscalía para que Lozoya Austin, comprometido a colaborar, no pisará la cárcel, como ocurrió a su llegada a México luego de su captura y deportación de España. Se entendió que el exdirector de Pemex sería tratado con un sinnúmero de consideraciones y se supo el por qué. Surgió el interés por conocer el contenido de las videograbaciones que ya el lunes se conoció una de ellas, aunque según las autoridades no tenían en su poder ese material. Se continúa en espera de los demás videos con todos aquellos que recibieron los sobornos directamente o enviaron a sus subordinados a recogerlos. En la primera grabación, que dura poco más de cuatro minutos, aparecen dos exfuncionarios del Senado de la República, uno es Guillermo Gutiérrez Badillo, quien se desempeñaba como secretario particular del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez; el otro es Rafael Caraveo Opengo, ambos de extracción panista. El primero fue cesado de su cargo.
Como se ve, el caso Lozoya se tratará a nivel de peces flacos. Para juzgar y enviar a la cárcel a Peña Nieto o a Calderón Hinojosa se necesita reformar las leyes que los protegen. No será pues, el juicio al exdirector de Pemex el pretexto para juzgar por corruptos a los exmandatarios mencionados. De los presuntos involucrados en el asunto, dos gobernadores ya salieron a defenderse: el de Puebla, Miguel Barbosa, quien en la época de repartición de dinero ero dirigente importante del PRD, dijo que él no recibió ni un centavo de los sobornos: a su vez, el queretano, Francisco Domínguez, aprovechó la conferencia de la “mañanera” para calificar como una bajeza el involucrarlo en actos de corrupción. En el partido Acción Nacional, su dirigente, Marko Cortés, dijo que de confirmarse que militantes panistas están involucrados en el caso de los sobornos, serán expulsados inmediatamente.
En los inicios, la sociedad mexicana ya pudo darse cuenta que las acusaciones de corrupción no afectarán ni a Peña Nieto ni a Calderón Hinojosa. Gozarán de impunidad total, serán expuestos a la condena pública, pero ya la gente sabe de la clase de sujetos se trata. La historia se encargará de enseñar su verdadero rostro. En fin, amable lector, habrá que esperar información espectacular del Caso Lozoya, que no termine en los escándalos que conocemos. Es decir, que la ley solo llegará a castigar a los peces flacos. Por supuesto, los peces gordos se ríen de la justicia en su calidad de intocables. ¿Qué opina usted, amable lector?