Pejechairo compló
Alberto Vieyra G. lunes 3, Ago 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Cancelar las elecciones federales de 2021 en México? ¿Agregar otra catástrofe a las catástrofes que ya tenemos? ¿No le parece a usted que es una ideota de locos o que estamos ante un pejechairo compló? ¿En qué cabeza cabe estar moviendo las aguas para llevar agua a su molino y a México a una soberana crisis de inconstitucionalidad?
Mire usted. Como Andrés Manuel López Obrador no pudo meter a sus peleles consejeros del INE para tener el control del árbitro electoral de México, ahora en las alturas del poder político de México va y viene recio y quedito la versión de que las elecciones federales del año que viene se cancelaran o serán postergadas porque la peste del coronavirus se agudizara evitando que la gente valla a las urnas y se presume que el INE llevará a cabo un fraude electoral para evitar a toda costa que Morena refrende la mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados y de paso, maniatar a López Obrador para que ya no pueda realizar ninguna reforma política regresiva. ¿Ya adivino usted de dónde parte esa descabellada idea por el solo hecho de que cuando AMLO pierde, no hay democracia en México? Claro que se trata de desprestigiar al INE como una institución en la que no se puede confiar, con lo cual se materializara la idea de AMLO de “mandar al diablo a las instituciones”.
Quizá las elecciones para gobernador, alcaldes y congresos locales se puedan postergar, como ocurre en este momento en el caso de Hidalgo y Coahuila, donde las habrá en octubre por causas de fuerza mayor, pero de que se tienen que llevar a cabo, no hay vuelta de hoja.
Es imposible cancelar las elecciones federales en México ¿por qué? Porque México entraría en una gravísima crisis de inconstitucionalidad, pues si no se renueva la Cámara de Diputados federal, por principio de cuentas, no habría aprobación del presupuesto federal para 2021 y podría darse el caso incluso de que antes que concluya la actual legislatura, con mayoría morenista, AMLO solicite al Poder Legislativo poderes supremos para convertirse en el nuevo dictador de América Latina, lo cual presagia una crisis política y social de altísima envergadura.
Si ya de por sí, el movimiento derechista que exige la renuncia de AMLO se agiganta y hasta el ex presidente Felipe Calderón se alcanzó la brillante ideota de proponer una “rebelión armada” en Venezuela y México para acabar con un recalcitrante comunismo y porque según el llamado general borolas, AMLO “no está en sus cabales” porque propone acabar con las instituciones democráticas que conocemos también como organismos autónomos.
No es poca cosa lo que esta ocurriendo en la nación azteca. AMLO con su metida de pata de haber cancelado el nuevo aeropuerto en Texcoco metió a México en una catástrofe económica, pues inversionistas nacionales y extranjeros perdieron la confianza para invertir en México y usted y yo sabemos que, si no hay inversión, no habrá nuevos empleos y si no hay nuevos empleos, no habrá crecimiento ¡Así de sencillo!
Pero, además el coronavirus le vino a quedar como “anillo al dedo” -así lo dijo a propósito- para agudizar esa crisis económica que ya ubica al país en un desplome del 20% del PIB, lo cual presagia que el sexenio de AMLO, será un sexenio perdido. El coronavirus le vino a tapar a AMLO todas sus metidas de pata.
Además, la macabra catástrofe que a su paso deja el Covid-19 con casi 50 mil muertos, esto es medio Estadio Azteca, AMLO y su partido están acorralados y contra el tiempo, por lo que de algún modo buscarán descarrilar las elecciones federales o estatales para meter a México a otra soberana crisis, ésta, de inconstitucionalidad.
Caray, habrá que recordarles a los pejechairos que traen en la cabeza el pejecompló que tengan “serenidad y paciencia”, como decía Kalimán o como decía el poeta Salvador Novo López, que se pongan a hacer algo porque “la ociosidad es el vicio de todas las madres”.