Solidaridad
¬ Augusto Corro lunes 27, Jul 2020Punto por punto
Augusto Corro
Hoy más que nunca debemos manifestar nuestra solidaridad para frenar el avance del coronavirus (Covid-19) con acciones sencillas, pero efectivas, como el uso del cubrebocas y la aplicación de medidas sanitarias como lavarse las manos y la sana distancia. También el aislamiento.
En algunos países el uso del cubrebocas es obligatorio y aquella persona que no lo porte es multado. Aquí en México, se dejó esta práctica a la buena voluntad de los ciudadanos y no toda la población lo usa; unos porque no les agrada cubrirse la cara y otros por simple rebeldía o ignorancia.
La gente no quiere entender que no se trata de un juego. Por ejemplo, el domingo se registraron más de 16 millones de contagios de Covid-19 en el mundo; así como 645 mil decesos y múltiples consecuencias económicas y sociales. En México, la situación es preocupante.
En México, de acuerdo con la última información, van más de 43 mil muertos, 385 mil 036 contagios y 31 mil 990 activos. De ahí que crezca la preocupación por el control de la pandemia que avanza incontenible, entre otras causas, porque no se exhorta, con formalidad, a usar el cubrebocas.
Y como ya planteamos en este espacio, mientras no se encuentre la vacuna para matar el virus, tendremos la amenaza del contagio. Por eso es importante echar mano de los recursos a nuestro alcance para detener la ola de contagios. Y tendremos que hacerlo, a pesar del mal ejemplo de las autoridades y de los políticos.
Si el propio presidente Andrés Manuel López Obrador no se protege con el cubrebocas, sus imitadores tampoco lo hacen. Si se abre la oportunidad de abandonar el aislamiento, la gente no lo piensa mucho para dejar la cuarentena; desafortunadamente lo hace sin las medidas sanitarias.
Las autoridades están preocupadas porque la economía no se hunda más y por eso estimulan a la población a realizar sus actividades cotidianas, sin portarles dónde y cómo. Todos los días el centro de la capital se llena de paseantes, comerciantes informales y formales. Un número considerable de la gente no lleva protección.
El ciudadano común se encuentra confundido con los informes del coronavirus que proporcionan las autoridades sanitarias por contradictorias. Para empezar, su pronóstico de decesos ya fue rebasado. Y en el presente ya no sólo estamos expuestos a la pandemia, sino también al rebrote de la enfermedad.
No tenemos otro camino que el de la autodefensa, el de cuidarse uno mismo, con el uso del cubrebocas. Si los políticos, con sus posturas egoístas, no lo hacen, nosotros, por solidaridad con los demás, si debemos cumplir con las medidas sanitarias. Ya en otras tragedias le demostramos al mundo que somos un pueblo solidario, unido, en esta ocasión tenemos la oportunidad de volver a hacerlo. Que no quede por nosotros, como se dice coloquialmente.
En algunas ciudades italianas se empezó a aplicar multas a aquellos que no llevan cubrebocas. Vamos a procurar que esto no ocurra en México, aunque muchas veces la gente, víctima de la pobreza, no tiene el dinero para comprarse la mascarilla. ¿Usted que opina amable lector?
PUNTOS SUSPENSIVOS… En el caso del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, surge la pregunta obligada: ¿a quiénes involucrará el ex funcionario con tal de salvar el pellejo? Se le acusa, entre otros delitos, de recibir 10.5 millones de dólares en sobornos. También salió a la luz pública el escándalo de los legisladores que recibieron dinero de Lozoya Austin para apoyar la reforma energética. La cloaca apenas empezó a destaparse… A la Fiscalía General de la República se le cargó el trabajo en estos días. Además del caso Lozoya Austin tiene pendiente la llegada de Tomás Zerón, ex titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), una de las principales autoridades responsables de la llamada “verdad histórica”, una versión a modo del gobierno sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa…