Candil de la calle…
Alberto Vieyra G. jueves 9, Jul 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La filosofía popular es a rajatabla y cuando hablamos de las personas que son “candil de la calle y oscuridad de su casa” se refiere a aquellas personan que actúan de forma ambivalente, es decir, a aquella persona que hacia afuera muestra y exige de los demás un comportamiento ejemplar, pero en su vida privada hace todo lo contrario a lo que pregona en público.
Esa filosofía de nuestros ancestros le queda como anillo al dedo a Andrés Manuel López Obrador quien el pasado 12 y 13 de noviembre de 2019, llevó a cabo una auténtica odisea diplomática para traer a México en calidad de efímero asilado político al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, quien fuera acusado de haber llevado a cabo en aquél país andino un monstruoso fraude electoral para perpetuarse en el poder. Entonces, el gobierno de AMLO usó un avión de La Fuerza Aérea Mexicana que transportó a Evo Morales, junto con algunos miembros de su gabinete. El hecho fue severamente criticado en México y Bolivia, a grado tal de que el cúmulo de protestas y rechazo hacia el ex mandatario boliviano, lo obligarían a salir de México con rumbo a Buenos Aires, Argentina desde donde hoy opera para que alguno de sus achichincles retome el poder en Bolivia.
El recordatorio viene a cuento porque actuando como vil “candil de la calle y oscuridad de su casa”, el Presidente de México utilizó este martes 7 de julio un avión comercial de Delta Airlines 0366, con destino a Atlanta, Estados Unidos para después trasladarse a Washington, donde se reunió con su homólogo norteamericano, Donald Trump en un viaje por demás absurdo, pues AMLO toma como pretexto la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, pero la realidad es que lo usó Donald Trump para conseguir sus propósitos reeleccionistas. AMLO alardea que vuela en líneas comerciales, aduciendo una austeridad republicana que raya en el negrerismo populista.
¿Por qué no usar el mismo avión de La Fuerza Aérea Mexicana que trasladó a la nación azteca a Evo Morales para llegar con toda la seguridad y puntualidad que exige una reunión entre dos Jefes de Estado? AMLO ha dicho que a él lo cuida el pueblo, sólo que ya son varios sustos que se ha llevado tanto él como su mujer, de mexicanos que los han encarado para reclamarles sus metidas de pata que han llevado a México al desastre de desastres.
Está documentado plenamente que, en un vuelo comercial, un mexicano en compañía de su familia prefirió no volar en el mismo avión en el que viajaba López Obrador con otros burócratas.Recuérdese que el Beatle, John Lennon y muchos otros personajes famosos en el mundo han sido asesinados por fanáticos admiradores o por manifiestos enemigos.
López Obrador comete una gigantesca aberración exponiéndose simulando que es un ciudadano común y corriente, aunque no faltan quienes dicen que es más corriente que ciudadano. No, AMLO es el jefe de las instituciones de México, no es un ciudadano común y corriente. AMLO no se puede desprender de la investidura presidencial sólo por un alarde de populista. De ser así, nos tendrá que decir entonces cuándo actúa como jefe las instituciones nacionales, y cuándo se desprende de esa investidura para actuar como ciudadano común y corriente. AMLO hace justamente lo que antes criticaba de los presidentes que le antecedieron, como cuando Fox dijo: “Yo vengo a la Basílica como ciudadano común y no, como el Presidente de México”. AMLO, criticó a Vicente Fox cuando el paisano de las momias de Guanajuato se fue a postrar ante los pies de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac y la figura del indio, Juan Diego en el momento en que éste era canonizado por el papa Juan Pablo II y después de que una década atrás, el abad de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg quien declaró que tanto la Virgen como el indio de Cuautitlán “fueron puro cuento. No existieron”.
El señor López Obrador tiene que mandar a volar su populismo y no confundirse, ni confundir a los mexicanos con que hoy es Presidente de México, y mañana es un ciudadano común. Usted y yo sabemos que no es lo mismo que lo mesmo, ¿o sí?…