Ferrari, el oportunista
¬ Claudia Rodríguez miércoles 16, Mar 2011Acta Pública
Claudia Rodríguez
Espero fervientemente que el secretario de Economía, Bruno Ferrari, no tenga aspiraciones presidenciales, porque como en el caso del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, ambos deberían presentar disculpas y retirarse por su gran desatino político, insensibilidad y hasta oportunismo.
En el momento que Cordero dijo que existían familias mexicanas que podían vivir con 6 mil pesos mensuales y pagar la hipoteca de una casa, la mensualidad de un automóvil y hasta enviar a sus hijos a colegios privados, él solo se descartó como precandidato presidencial por su terrible desconocimiento e insensibilidad hacia el mayor flagelo nacional, que es la pobreza. De ser precandidato panista -porque en este país todo puede suceder-, su carrera electoral habrá de estar marcada por la publicidad antagónica que recuerde a cada momento el terrible incidente políticamente incorrecto y ofensivo.
Asimismo, parece que Bruno Ferrari podría saltar a la palestra internacional de los crueles, insensibles y oportunistas.
Ferrari, el mismo que habla y afirma tajante que México ya salió de la crisis.
El titular de la Secretaría de Economía dice que ante los últimos eventos sufridos en Japón, México ve una oportunidad para aumentar sus exportaciones a ese país.
Es cierto que la relación comercial que nuestro país mantiene con el coloso japonés podría incrementarse ante la demanda que surgirá de diversos productos, dado que por ahora Japón, está terriblemente afectado y ocupado en asuntos de índole, no sólo telúrico, sino también nuclear.
Pero es vergonzoso y oportunista afirmar que la relación comercial con Japón podría aumentar luego del terremoto y “tsunami” que les afectó.
¿Se trata de sacar ventaja en estos momentos difíciles que viven los japoneses? ¿Oportunidad u oportunismo?
La única esperanza que nos queda, es que las declaraciones del señor Ferrari se pierdan en los ecos planetarios, de entre los que subsisten, sólo los de peso e inteligentes.