Los notarios
Eleazar Flores martes 2, Jun 2020Espacio Electoral
Eleazar Flores
HAY DE TODO-. Antaño, “en el México que se nos fue”, aclara Don Teofilito, los cargos de notarios públicos, -ahora también las mujeres notarias, recaían en personas serias, profesionistas consolidados y de irrefutable fama pública en su entorno regional, casi siempre mayores de edad, siendo la regla general en esto último, pues también surgían jóvenes profesionistas del Derecho.
Hoy, también hay notarios y notarias respetables como regla general, por lo que la actitud poco caballerosa. -por decir lo menos- del fedetario Horacio Aguilar Álvarez de Alba deja mal parado al gremio; pero el propósito de esta entrega es husmear un poco cómo se dan esos trabajos, siempre peleados entre los abogados “cercanos” al mandatario en turno, de todas las entidades.
Un ejemplo puede ser ilustrativo, el del actual gobernador de Oaxaca, Jose Murat, quien en tiempos del peñismo fue funcionario de Radio y Television Mexiquense y después nombrado notario público por el ex gobernador Enrique Peña Nieto. Otro hermano del oaxaqueño, incluso, fue alto funcionario de la Secretaría de Educación estatal.
Ejemplos de abogados designados notarios púublicos o notarias abundan a lo largo y ancho de las 32 entidades federativas. Otro fenómeno es que esas designaciones las hace el gobernador en turno en el último año de su administración, por lo que se han considerado como premios de consolacion para los amigos más cercanos del mandatario que no entraron al gabinete.
También se han dado casos de personajes que fueron funcionarios cercanos o de primer nivel durante todo el sexenio, pero para garantizar su situación económica futura, se les da una notaría pública como premio de consolacion. Esto es lo que ha ocurrido frecuentemente, no siempre, por lo que seria injusto generalizar.
Sobre todo, para aquellos profesionistas del Derecho que se prepararon para obtener una notaría pública, se sometieron a cursos y exámenes, trabajos que corren a cargo de funcionarios del propio gobierno en cuestión, en coordinación con el o los colegios de notarios de cada entidad federativa, con protocolos rigurosos, de ahí el buen prestigio que ganan con el tiempo.
VERGÜENZA. Por esta y muchas razones más es de lamentarse la actitud impropia del notario público Horacio Aguilar Alvarez de Alba, exhibido en medios televisivos agrediendo e insultando a su esposa o ex, por motivos que no fueron del todo claros… para los medios.
Lo inexplicable, desde el punto de vista legal es que el gobierno mexiquense no haya hecho pública su postura en torno a este caso, pero más inexplicable es el silencio del gremio notarial mexiquense y peor aún, de la Iglesia, en la que don Horacio es ministro y hasta da la comunión.