Urge un buen publicista
¬ Claudia Rodríguez martes 15, Mar 2011Acta Pública
Claudia Rodríguez
Ya se advierte que la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inicia de forma fallida, porque aunque casi nadie puede objetar que para la gran mayoría de los seres humanos el ser felices es una gran prioridad, parece que como tema central de una campaña política, poco habrá de convencer.
Una cruzada con miras de captar votos del elector, se centra sí, en el trabajo político y de proselitismo, pero también recae de forma importante en los impactos publicitarios y su consiguiente difusión. Pero de las anteriores, al final, en el grueso del electorado justo al momento de sufragar pesan más los impactos visuales y auditivos que el propio contenido.
Si la felicidad de una nación fuera respuesta del propio nivel de bienestar de la población medido a través del nivel de ingresos y de la percepción de la seguridad, ya el gobierno británico se dio a la tarea de medir que tan felices son sus gobernados.
En noviembre del año pasado, David William Donald Cameron, primer ministro de Gran Bretaña accionó la medición de la felicidad de los británicos, misma que formaba parte de su propia campaña electoral.
La iniciativa de Cameron era parte del movimiento de la “ciencia de la felicidad” que ya había tenido eco en otras naciones como Francia y Canadá, donde académicos y funcionarios de gobierno se conjuntaron para analizar si el aumento de los niveles de vida se reflejaba en el incremento de la satisfacción personal.
Frente a este movimiento de quienes están convencidos que la medición de la felicidad es tan importante, como el cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) para tomar medidas correctas en la administración de una nación, existen los escépticos quienes argumentan que la felicidad es subjetiva y por lo tanto más que difícil de medir, imposible de entregar cifras reales.
En México, las frases de López Obrador respecto a realizar un diagnóstico de la realidad para “ser felices”, suena un tanto a encontrar el desarrollo nacional a través de la “ciencia de la felicidad”.
Sería utópico que México midiera sus estándares de desarrollo basados en la felicidad general. Los mexicanos buscamos sí, como dice AMLO, mejores oportunidades de educación, empleo y seguridad para lo cual se requiere hacer cambios en lo económico, político y social, pero de ahí a que nuestra prioridad nacional sea ser felices, hay un gran trecho.
Si Andrés Manuel busca convencer con su campaña proselitista e impactos mediáticos rumbo a las elecciones federales de 2012, le urge cambiar de publicista o tal vez buscarse uno.
Acta Divina… Durante su último mensaje semanal, Andrés Manuel López Obrador recordó que el 20 de marzo, a las 10:00 horas, presentará su Nuevo Proyecto Alternativo de Nación, al cual describió como “un diagnóstico de la realidad” para “ser felices”.