Hugo Arquímedes, talento mexicano de talla internacional
* Especiales, Cultura lunes 14, Mar 2011- Creador del nuevo escultomural que engalana el último tramo de Calzada de Tlalpan en la zona Centro del DF
Sergio Aquino
“Descubrí mi habilidad para las artes plásticas, para el manejo de volumen, en 1998, me formé yo solo, de manera autodidacta, a pesar de haber tomado algunos cursos y talleres de donde absorbí algunas cosas, pero en realidad me desarrollé con la práctica”, compartió para Diario Imagen el escultor mexicano Hugo Arquímedes, quien recientemente tuvo la oportunidad de engalanar con su trabajo el puente que une el último tramo de la Calzada de Tlalapan con la Avenida 20 de Noviembre, en las inmediaciones del Centro Histórico.
Originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, Hugo decidió dedicar su vida al arte desde los 18 años, edad en la que se trasladó a la ciudad de México para perseguir su vocación, “fue difícil adecuarme al ambiente del DF, para mí fue un golpe emocional bastante fuerte, pero siempre tuve muy claro qué es lo que quería hacer, aunque no sabía cómo, finalmente, me encontré con las personas indicadas y las oportunidades se fueron dando”, afirmó.
Hace poco más de 10 años, Arquímedes ganó un concurso juvenil de escultura que le abrió las puertas al mundo artístico y le permitió darse cuenta de que tenía el talento para continuar por ese camino, “el premio fue un estímulo muy grande porque en esa época vivía de manera muy precaria y la inversión en una escultura era casi como donar sangre, afortunadamente gané y de ahí comencé a hacer otros trabajos”.
Fue así como en 2001, este artista tuvo la oportunidad de realizar su primer trabajo monumental en su ciudad natal, Rayenare, una pieza de 10 metros de altura cuyo objetivo era embellecer la imagen urbana de la zona y que ahora se ha convertido en parte de la vida de los habitantes de la localidad.
Recientemente, luego de haber colocado algunos trabajos en diferentes delegaciones de la capital del país, Hugo fue invitado por el Gobierno del Distrito Federal (GDF) a realizar una intervención artístico-urbana en el Centro de la ciudad, un proyecto tan importante como innovador, “hasta ahora, la obra más grande que he hecho, en volumen, sería Ayotl, el escultomural vial que realicé en Tlalpan, esta pieza cubre todo el bajo puente que es de 100 metros, y se extiende en ambos lados, así que son en total 200 metros de mural”, explicó el mexicano.
“El inicio de esta obra es interesante porque el GDF decidió que se hiciera una intervención artística ahí, y pidió que tuviera que ver con un tema ecológico, que fuera algo que te dé tranquilidad y serenidad al momento de transitarlo; entonces hubo reuniones en las que empezamos a definir el trabajo final y mi esposa, que también es mi socia, fue quien pensó en hacer algo con la imagen de la tortugas”, apuntó el artista.
Sobre Ayotl Arquímedes ahondó: “las tortugas son animales viajeros, históricamente tienen mucha carga simbólica, en la antigüedad se pensaba que el mundo estaba sostenido sobre el caparazón de una tortuga, y en la época prehispánica se utilizaba su concha para hacer música, y le llamaban ayotl, de ahí el nombre del mural; entonces la obra se integró con más de 25 piezas con tortugas viajeras, que acompañan en su trayectos a los automovilistas; la más grande mide 7 metros y la más pequeña es de 1.80, y es un proyecto de bajo costo y que resulta muy vistoso”.
Los materiales que fueron utilizados para elaborar este mural vial, según comentó el autor, incluyen placa de hierro con pintura de esmalte acrílico, vinílicos especiales lavables y mosaico veneciano rojo para enmarcar el camino que recorren los reptiles acuáticos; del mismo modo, las autoridades de obra públicas del DF decidieron iluminar esta zona con unos proyectores de luz azul que simulan el reflejo del sol sobre el mar.
Próximamente, en el mes de mayo, Hugo Arquímedes representará a México en un encuentro de escultores en Polonia, en donde tendrá la oportunidad de elaborar una pieza de dos metros de altura que se exhibirá en un campo de golf, junto con el trabajo de otros artistas internacionales, “luego de hacer esculturas en mi ciudad natal, en la ciudad de México y en Mérida, pensé con hacer algo fuera del país, y ahora, lo que antes era un sueño, una pretensión, finalmente se está acercando, se está cumpliendo”, concluyó.