Pandemia y crisis, peligroso coctel
¬ Sócrates A. Campos Lemus miércoles 25, Mar 2020¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Pues en plan de broma, si recuerdan ustedes de aquel incidente, donde una mujer de origen chino tomaba la mano del Papa y éste molesto le daba unos manazos?, pues no faltan muchos que aseguran que ahí: comenzó el asunto… no vuelvan a pegar manazos a las chinas… Y bueno se dice que se debe uno lavar las manos varias veces al día y es claro lo que dicen millones de personas en México que dicen: está bien, pero no tengo agua y esto lo puedo constatar, vivo en el municipio de Oaxaca en una agencia que se llama San Felipe del Agua, desde acá salían las aguas que daban vida a todo el valle de Oaxaca, pero resulta que por movimientos de algunos pillos que controlan la zona, pues el agua se vende a los grandes hoteles y escuelas, pero no se brinda a la gente y hay que comprar pipas de agua a mil doscientos pesos por cada una, algunos tienen forma de comprarla y el presidente municipal y los agentes y las mismas gentes que sufren esto se quedan o quedamos callados porque los que controlan el agua son gente violenta y defienden sus intereses, no los de la comunidad y a joderse, esa es la verdad, porque los políticos andan muy ocupados en dejarse ver en las giras de Andrés Manuel López Obrador, esperando algún apapacho o cuando menos alguna estampita para que se les quiten las angustias de las esperas… recordemos que ya vienen tiempos electorales, y cuando menos promesas abundarán, aunque no llegue el agua a ninguna casa.
En estos tiempos de espera y de soledad o de mucho ruido casero salen muchas fallas humanas, se pierde la paciencia, se comienza a pelear por cosas que no valen la pena, muchos no saben qué hacer con su valioso tiempo y lo ocupan en perderse en los mensajes por medio del teléfono al grado que ni en el baño lo sueltan ni tampoco a la hora de comer y contestan todo como una forma de estar presentes, pero no vivos, son como seres sin cerebro, totalmente manipulados por el exceso de la desinformación y los chismes y las ocurrencias de cualquiera que esté resentido o encabronado con la vida, así que hay que recomendar la calma y el saber utilizar el tiempo en las cosas productivas y creativas y en el establecer las buenas relaciones y dejar las críticas por los cambios no violentos dentro de la propia familia, nadie tiene derecho a pedir que uno cambie pero sí estamos obligados a respetar lo que los demás traen en la mochila y conocen el peso de la misma; tendremos serios conflictos económicos, muchos, perderemos los ingresos y tenemos que controlar los gastos y entender que hay gastos que no valen la pena y dejarlos es bueno, pensemos que nadie nos dará algo porque vivimos en una sociedad egoísta y consumista, donde la solidaridad se ha perdido y esto puede generar conflictos y odios, por ejemplo, a un señor en la capital al que se le detectó coronavirus y está recluido en su casa, sus vecinos en vez de solidarizarse y mostrar su lado humano, al contrario, mostraron el perverso y el miedoso, al grado que rociaron sus puertas y el departamento con cloro, pensando en que así evitarán el contagio y a lo mejor, pero no evitarán el dolor, el terror y las confrontaciones y ahí está el peligro para todos.
Cuando entra el miedo y el terror con horror, los cobardes no ven lo que deben hacer y tienen que realizar para superar el conflicto, al contrario, buscan a los “chivos expiatorios” y son los más agresivos, los que son en realidad los culpables de muchas de las tragedias lanzan culpas a otros para tratar de ocultar sus defectos y felonías y no aceptan sus responsabilidades, esa es la cobardía real de la vida y hay muchos ejemplos en cada día, esto va escalando de tal suerte que las gentes no entienden ni aceptan la solidaridad y el de ver en realidad la identificación del problema porque solo quieren ocultar y no cambiar las cosas, y por ello, por medio de sus chismes y acusaciones sin fundamento tratan de ocultar sus responsabilidades y no ven la realidad, y la realidad se cambia solamente cuando se conoce y se comienza a dominar, lo demás son los cuentos de los cobardes y chachalaqueros que esparcen los rumores y mandan la mierda de sus miedos, de su cobardía y de su mala leche, por ello, antes de dar confianza a los rumores hay que pensar un minuto si valen la pena y si son ciertos y si sirven para ayudar a la solución no para cobijar a los felones y cobardes que lo hacen.
Debemos entender que hay millones de mexicanos desprotegidos, aislados en las comunidades rurales e indígenas, en las zonas urbanas marginales y controladas por los maleantes, los cobra-piso, los distribuidores de drogas, los que manejan y manipulan a los millones de habitantes de esas zonas donde no impera el derecho, sino su ley de violencia y de cobardes agresiones en contra de los demás porque lo hacen en grupo, con pandillas y manejo de armas, y en muchas ocasiones con la protección de políticos, policías y autoridades, aquí está el peligro real, millones de miembros del infelizaje nacional, muchos, reciben apoyos de programas y ya hemos dicho que el control de los maleantes y pandilleros llega a tal grado que conocen casa por casa lo que reciben de apoyos y ayudas decretadas por el Presidente y conocen fechas y montos, así que cuando llegan lo que hacen es cobrar el piso a todas esas familias y mostrar su poder y su fuerza, ellos no dan abrazos, dan balazos, represión brutal y asesinan, por esa razón las pandillas se solidarizan entre sí y forman los grupos de mando mayores que van controlando hasta políticamente zonas que se pierden y son fácilmente controlables hasta para cuestiones políticas o paramilitares, así el gobierno ha perdido zonas y poder real, los pandilleros y mafiosos son los que en verdad tienen el poder y lo manejan y en los tiempos de crisis, incluso mueven a sus cuadros con tal violencia y disciplina que espanta a las comunidades y al mismo poder gubernamental y a sus fuerzas paramilitares, porque ellos sí ejercen las balas y los asesinatos o enfrentamientos y no andan con simples abrazos, por esa razón muchos grupos sociales comienzan a armarse para defenderse, y cuando llegamos a este punto, todo puede pasar…así la violencia se aproxima con el coronavirus y la crisis económica.