De requisito difícil
¬ Claudia Rodríguez jueves 10, Mar 2011Acta Pública
Claudia Rodríguez
La teoría y la práctica en materia de voto real, demuestran que los electores se inclinan por una u otra opción movidos más por lo que les representa el candidato -hombre o mujer-, que por lo que para ellos signifique el partido que abanderan.
No hay que ir tan lejos para documentar que son los candidatos los que ganan las elecciones y no los partidos.
Ahí está el caso de Baja California Sur, donde el Partido Acción Nacional (PAN) recién ganó las elecciones estatales, nada más y nada menos que con un ex perredista, Marcos Covarrubias.
El tema de las alianzas entre partidos de distinta geometría electoral es otra muestra de que la gente vota más por el candidato y sus cualidades, que por las ofertas aliancistas.
Así que cuando el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, en su afán de posicionar a su partido con verdaderas posibilidades de ganar rumbo a las presidenciales del 2012, señala que el candidato final será elegido por sus aptitudes y no por distinguirse como el “…más carita”, más le valdría moverse un poquito de su esquema rígido y cuadrado.
Dice también Madero que confía en que los electores seamos capaces de distinguir las plataformas políticas que tienen propuestas para sacar a México de la pobreza y mejorar el nivel de educación. Más lamento decirle al señor Madero, que precisamente las políticas públicas aplicadas por los gobiernos federales y en muchos casos estatales, son los frenos que impiden que las personas en lo general puedan tener una instrucción política mínima que de acceso a discernir entre lo mejor o peor opción.
Es curioso como los políticos sólo en tiempos de elecciones nos intentan dar un trato de mexicanos instruidos, cuando precisamente el juego perverso de muchos de ellos es contar con el menor número de personas con instrucción y poder de decisión.
Si Madero cree que con la plataforma panista bastará para atraer votos, está más que equivocado.
Para ganar las presidenciales se necesita no sólo aptitud y preparación, hace falta más que eso en un país en donde la mayoría de los electores están más que desilusionados de todos los institutos políticos del espectro político electoral.
A mí por lo pronto me gustaría que algún día, Brad Pitt se postulara para presidente de Estados Unidos y en caso de que ganara, un día y el otro también, estaría al pendiente de su agenda política.
Lo de candidatos “carita”, a muchos les ha funcionado, si se trata al final de mantener el poder por el poder.
Acta Divina… Gustavo Madero, líder nacional de los panistas, afirma que la elección de su candidato presidencial no se trata de elegir “al más carita”.