Coronavirus, azote de economías
Alberto Vieyra G. jueves 5, Mar 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En el siglo XIV estalló en Lombardía, hoy Italia la peste Bubónica, conocida también como la peste negra, una de las pestes más macabras en la historia de la humanidad que mató tan sólo en Europa a 25 millones de personas.
A diferencia del actual coronavirus que estalló otra vez en Lombardía, Italia tampoco hay cura y el descubrimiento de vacunas podría llevar hasta 2 años; la peste negra era producida por una bacteria asesina llamada Yersinia pestis y tampoco tenía cura.
¿Por qué hago historia?
Mire usted, la pandemia del coronavirus hace temblar de miedo en todo el mundo a ricos y pobres. Los pobres tiemblan porque no saben si la librarán, por ejemplo, en México donde los hospitales carecen hasta de “mejoralitos” en una criminal e irresponsable crisis creada por el Presidente de la República, y los ricos, que han sufrido el contagio del Coronavirus en las bolsas de valores a nivel global, donde han perdido hasta la camisa y nadie les garantiza que, aunque son potentados, también sean víctimas de la peste que cabalgará probablemente durante los próximos 2 años.
Las economías en el mundo están infectadas. China, epicentro de la pandemia ha visto desplomarse históricamente todo el sector manufacturero y Estados Unidos anuncia restricciones a las manufacturas mexicanas, se estiman pérdidas económicas solo en Europa por 280 mil millones de dólares en los próximos 3 meses, según la consultora Capital Economics, con sede en Londres, mientras algunas trasnacionales farmacéuticas de la muerte, hacen ya su agosto con precios de más de 10 veces de su valor los medicamentos en Chile, Brasil, Argentina y México donde ya cabalga la pandemia.
¿Y la economía mexicana está a salvo? Bueno… esa estaba infectada por el coronavirus desde hace 15 meses pues el Inegi reconfirmo, la semana pasada que la economía azteca sigue tomando chiquitolina y para colmo, el gobierno de AMLO no sabe qué hacer con el coronavirus y no ha decidido cuántos miles de pesos destinar y se limita solamente a que evitemos el pánico porque “la pandemia no es tan grave, como la pintan”. ¿Qué diría a esta declaración tan a la ligera el presidente chino, Xi Jinping, que los muertos en China están en la ciencia ficción de López Obrador?
Por lo pronto, el subsecretario de salud Hugo López Gatell, un jovenazo que se ve aparentemente serio recomienda lavarse las manos, no saludar de mano y tomar mucho jugo de naranja y bueno sería que también tomemos mucha agua para que el virus se ahogue o por lo menos se tire de a muertito.
Y como el pueblo azteca le sobra ingenio y no le tiene miedo a la muerte, porque ésta le pela los dientes, pues la mayoría de mis compatriotas están ciertos de que, por ahora, se acabaron los besos, los abrazos, pero ni los balazos.
La cuestión es que, a López Obrador, el coronavirus le llegó como aliado para que solamente hable de la pandemia y del avión presidencial, pero nada de la debilucha economía, de la catastrófica y macabra estrategia de “abrazos y no balazos” contra las mafias criminales que han hecho de México un gigantesco cementerio y nada de crisis de medicamentos en hospitales y si llegado el momento tuviese que hablar de estos males prohibitivos, pues además de echarles la culpa al coronavirus, seguirá culpando a los conservadores de todos sus males y su ineficiencia.