Miedo por el coronavirus
Alberto Vieyra G. miércoles 26, Feb 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El miedo es una sensación normal en los seres humanos y los animales provocado por la presencia de un peligro real o imaginario. Ante un temblor, se activa en la mente humana y animal el instinto de sobrevivencia.
Para algunos estudiosos del carácter el miedo es vidrío molido que tritura la mente y el estómago humano. Pero también el miedo nos sirve para dominar esas situaciones que nos causan terror y aprehenderlas.
Para los estudiosos de la sociología y antropología, hay otro tipo de miedo que paraliza, el que nos hace retraernos y nos impide reaccionar para superar sus causas como, por ejemplo, la muerte o la amenaza de la guerra o de una macabra peste mundial.
La periodista y psicóloga canadiense Naomi Klein, en su célebre teoría del miedo sostiene que: “A nivel colectivo, los poderes fácticos que gobiernan nuestra sociedad utilizan el miedo para someter a los individuos y mantenerlos en un estado de bloqueo que limite su acción y sus criterios”, para que hagan exactamente lo que las tiranías gobernantes quieren que hagan y sin chistar.
Es el caso de la actual pandemia del Coronavirus (COVID-19), que estremece al mundo y ese terror a la muerte y a lo desconocido, hace que los seres humanos se vuelvan dóciles como corderitos y obedezcan todo, desde que hay que lavarse las manos a cada rato, que no se debe saludar de beso, que se deben evitar los maremagnos y que hay que permanecer en casa para convertirnos en presas de la televisión y las redes sociales, pero sobretodo en esclavos del consumismo.
El miedo que el coronavirus ha desatado desde China, pasando por Asia, Europa y probablemente ya en América tiene al mundo con el Jesús en la boca.
Su aparición en Italia y otras 4 naciones europeas desencadeno el terror no sólo en la población de a pie, sino también entre los llamados “especuleros” del dinero en las bolsas y es que dicen allá en mi tierra que el miedo no anda en burros, pues ya suman casi 2 mil 800 muertos por el Coronavirus.
China, con todo y que no es un país de libertades, bueno México tampoco lo es, ha reaccionado de manera asombrosa haciéndole frente a la pandemia construyendo dos mega hospitales para mil y mil 500 camas en sólo 10 y 12 días.
Claro, China está nadando en dinero. ¿Pero qué pasaría en una nación como México, donde no hay abasto de medicamentos y menos una vacuna para palear la peste, merced al “negrerismo” del presidente Andrés Manuel López Obrador?, quien según él ahorra y ahorra, pero ese ahorro no se traduce en bienestar para la salud, la educación y otros rubros y en cambio, instituciones médicas que eran hasta el pasado reciente instituciones modelo en América Latina, hoy viven un proceso de “chatarrización”, por una equivocada “austeridad republicana” que podría traducirse en una mortandad a partir del momento de que el coronavirus toque suelo azteca.
¿Estaremos preparados para evitar un cataclismo de esa naturaleza?
Por desgracia en México, sólo hay dinero y a manos llenas para las campañas electorales de unas lacras sociales llamadas partidos políticos, pero no, para la salud de los mexicanos una prioridad fundamental.