Héroes de papel
Alberto Vieyra G. jueves 12, Dic 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La historia oficial de los pueblos está plagada de mentiras. A las generaciones posteriores a la Independencia de México se les ha metido en la médula un falso nacionalismo. Jamás se ha mostrado a los héroes y celebridades como personas de carne y hueso e imperfectas, pues todos los estudiosos del carácter saben que los seres humanos tenemos 7 defectos de carácter y en muchos casos, hay defectos que convierten a las personas en auténticas marionetas de sus emociones que los convierten en héroes de papel o ídolos de barro.
Se nos ha hecho creer que los héroes y el nacionalismo que éstos representan, son intocables. Repito, todos los seres somos defectuosos. Con todo y que eran curas, Miguel Hidalgo y José María Morelos, tuvieron mujeres y también hijos. En el caso de Hidalgo, ya van en la octava o novena generación.
Porfirio Díaz se casó con su sobrina Delfina y no por ello, demerita su actuación como héroe de la Batalla del 5 de mayo de 1862, cuando las armas nacionales se cubrieron de gloria en Puebla derrotando al ejército francés, el más ameritado a nivel mundial en aquellos tiempos. Lázaro Cárdenas llenó de hijos de distintas mujeres a la residencia oficial de Los Pinos, pero su grandeza está en haber nacionalizado para México el petróleo, los ferrocarriles y haberle dado un auge sin presidentes a la educación en México. El general sostenía la tesis de que, para contrarrestar la influencia de la Iglesia católica, donde quiera que hubiese una iglesia, tuviese que haber una escuela.
En fin, podría escribirse una enciclopedia de buen tamaño con los asegunes de gobernantes, ídolos de barro y héroes de papel, pero no pretendo hacer ningún tratado, sino que debemos ver a los hombres y mujeres como son, con sus defectos y no idealizarlos jamás.
Aunque pocos historiadores han hablado de las debilidades sexuales del caudillo de la Revolución del Sur, Emiliano Zapata, vale la pena decir que el apuesto general Zapata trabajó para algunos hacendados, entre ellos el yerno de Porfirio Díaz, José Ignacio Mariano Santiago Joaquín Francisco de la Torre y Mier, que en política sería conocido como el 41, por aquello de que solía frecuentar un antro gay conocido como “La Casa Rosa”, en tiempos en que gobernó a México Eulalio Gutiérrez, nombrado presidente interino de México por la Convención Militar de Aguascalientes en 1914. El Presidente ordenó una redada nocturna y en dicho antro fueron localizados 41 homosexuales y el castigo sería enviarlos en tren a Mérida, Yucatán para que de allá se regresaran como Dios le diera entender, pero resultó que a la hora de embarcarlos solamente había 40, pues Ignacio de la Torre Mier había desaparecido misteriosamente por esas artes del poder. Se sabía, que Emiliano Zapata no sólo cuidaba de sus haciendas de Ignacio de la Torre, sino que también procuraba a su patrón en la intimidad.
Eso lo sabe el pintor chiapaneco, Fabián Cháirez quien ha escandalizado a la liga de la decencia en México al pintar a un Emiliano Zapata gay, con un sombrero de charro color rosa, encuerado, con una postura sensual, y montado en un caballo blanco que está mostrando sus cartas credenciales y unas zapatillas negras con tacón en forma de pistola. Desconoce si el artista es gay, pero lo que está muy claro es que el pintor quería cuestionar la masculinidad de quien es un símbolo de las luchas agrarias en México y para muchos también un símbolo de machismo, en momentos en que ese machismo es combatido rabiosamente por millones de mujeres en el mundo que exigen igualdad.
La pintura de Fabián Cháirez ha desatado un choque de trenes entre la familia del revolucionario, el presidente de la república y organizaciones lésbico-gay, unos a favor y otros en contra. Y todo indica que la obra de arte esta condenada a salir del Palacio de las Bellas Artes. De manera anecdótica, en las redes sociales no han faltado las parodias contra AMLO, a quien pintan como un Zapata no gay, pero montado en un ganso, “me canso ganso”.
La cuestión es que, a Zapata y demás próceres, los pinten como los pinten, nadie podrá demeritar su obra póstuma para conformar el México de las libertades que hoy tenemos, con todos sus asegunes.