Asilo político
Alberto Vieyra G. martes 19, Nov 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El asilo político es un derecho internacional para cualquier ciudadano que en su país sea víctima de persecuciones políticas. El asilo político se puede solicitar a cualquier nación, sobre todo a las naciones que tengan una arraigada tradición defensora de los Derechos Humanos en ese rubro. México es una de esas naciones con una tradición que históricamente le ha valido el respeto de la diplomacia internacional.
Entre 1939 y 1942, México recibió a cuando menos 20 mil españoles, víctimas de la dictadura Franquista. Entre ese elevado número había de todo: intelectuales, empresarios, extremistas de la falange española y también de la izquierda extremista. Las protestas en México no se hicieron esperar, principalmente a cargo de conservadores de filiación panista y de la Iglesia católica. Antes, en 1937 México dio asilo político al líder soviético León Trotsky, perseguido por Joseph Stalin y las protestas de los conservadores mexicanos no se hicieron esperar, pues eran los tiempos en que el imperio capitalista del mal de Estados Unidos llevaba a cabo alrededor del mundo una limpia de socialistas y comunistas, que históricamente se han constituido como veneno puro contra el capitalismo.La llamada guerra fría entre EU y la desaparecida Unión Soviética se trató de un conflicto ideológico, político, económico y militar. Con la caída del Muro de Berlín hace 3 décadas también se derrumbó el comunismo y el socialismo.
Recuérdese que en la conformación del naciente Partido Nacional Revolucionario (PNR), abuelo del PRI en 1929, la facción socialista tenía especial lugar entre las otras 3 facciones políticas: La facción carrancista, la facción obregonista y la facción callista. El primer gobierno socialista, lo encabezó Emilio Portes Gil en 1929, pero el régimen socialista de Lázaro Cárdenas de 1934 se ubicaría como el gobierno socialista más genuino que ha tenido la América Latina. Sin embargo, en 1940 la CIA norteamericana operó descaradamente para que el compadre de Lázaro Cárdenas, Francisco J. Múgica no continuara el socialismo y los halcones de Washington impusieron al general Manuel Ávila Camacho, último presidente de extracción militar.
En 1973, y tras el golpe militar en Chile contra Salvador Allende, México se convertiría en ejemplo mundial en humanismo de asilo político, pues más de 5 mil chilenos hicieron de la nación azteca su nueva patria que los acogió con todos sus derechos. También los conservadores pegarían el grito en el cielo porque también venía de todo. La historia en materia de asilo político, en México es larga, pero el asilo político otorgado por el gobierno de AMLO al delincuente electoral y líder cocalero o “cocaculero”, Evo Morales, no tiene precedentes, pues con inusitada celeridad el régimen de AMLO le puso en bandeja de plata el asilo político a un dictador que ya llevaba 14 años en el poder y su meta era llegar a 20 o más si lo dejaban.
Las críticas que ha recibido Evo Morales y AMLO provienen no sólo de los sectores conservadores, sino del pueblo en general y una prensa suficientemente crítica por darle a Evo Morales un estatus de héroe, cuando es un delincuente y dictador a cuyos pies se ha puesto todo el aparato del Estado para que el expresidente boliviano siga desde México dividiendo y enfrentando de manera macabra a los bolivianos.