El enemigo en casa
Alberto Vieyra G. miércoles 30, Oct 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“¿El gobierno de AMLO, pero sobretodo el gabinete de seguridad está atestado de células del crimen organizado?” …
La pregunta que me fórmula uno de mis tres lectores y radioescuchas no es ociosa puesto que el fallido culiacanazo del 17 de octubre no pudo ser tan desastroso, sino hubiese sido porque desde la mismísima oficina del titular de seguridad, Alfonso Durazo Montaño se produjo el pitazo que alertaba al súper padrino de los ahijados, Ismael “El Mayo Zambada” de que Ovidio Guzmán López alias “El Ratón” seria capturado en la capital sinaloense por órdenes del gobierno norteamericano. En otras palabras, AMLO tiene al enemigo durmiendo en casa que obviamente es pieza o piezas fundamentales del Cártel de Sinaloa cobrando en la más alta burocracia del aparato de seguridad nacional.
El pitazo en cuestión motivo que Ismael Zambada diera al traste con los propios códigos del Cártel de Sinaloa, ordenando que un ejército de más de 600 sicarios, a los cuales se sumarían más de 50 reos del penal de Aguaruto fueran lanzados a las calles de Culiacán para evitar la captura de su ahijado o rescatarlo “al precio que fuera” para evitar su extradición a los Estados Unidos.
La familia del “Chapo” odia con toda su alma a la justicia norteamericana. Después del culiacanazo han surgido versiones, unas confirmadas y otras no, de que Joaquín Guzmán Loera “el Chapo” fue extraditado a Norteamérica gracias a una alta traición que llevó a cabo Enrique Peña Nieto, quién según Iván Guzmán López, también ahijado del “Mayo Zambada” se había comprometido a no pepenar a su padre, que hoy enloquece en una cárcel de alta seguridad bajo tierra en Colorado, Estados Unidos. Ante las mafias, las altas traiciones suelen pagarse muy caro.
Pero el culiacanazo, que podría ser para AMLO su Waterloo, sobre todo después de su increíble revelación de que “no estaba enterado del sigiloso operativo, fraguado íntegramente por la Sedena y la DEA Norteamericana”, es aún motivo de un velo de misterio que lo rodea y de acuerdo con AMLO, esta semana informaría minuto a minuto lo que ocurrió en el fallido operativo en Culiacán, que por lo menos ameritaría la inmediata renuncia de todo el aparato de seguridad, con lo cual el presidente podría lavarse medianamente la cara, hasta hoy no hay culpables.
Sobre el enemigo que duerme en casa, cuando menos 3 columnistas de primer orden han dado santo y seña del pitazo que alerto al “Mayo Zambada” para rescatar a su ahijado para evitar que corriera la misma suerte que su compadre.
Sobre el particular, este átomo de la comunicación recomienda leer la columna razones de Jorge Fernández Meléndez en Excélsior de la semana pasada y a Salvador García Soto en Serpientes y Escaleras del sábado 26 de octubre en El Universal.
Obviamente que en el gobierno de AMLO jamás va a reconocer la existencia del enemigo durmiendo en casa, pero el asunto resulta extraordinariamente preocupante porque sí las estructuras del Estado están corroídas por las mafias criminales, difícilmente habrá alguna estrategia que funcione para Pacificar a México y AMLO se pasara el sexenio o el tiempo que dure su mandato hablando de “abrazos y no balazos” y de que “las mafias tienen que portarse bien”, porque México ya cambio y ahora somos “felices, felices, felices”.