De Jesucristo a López Obrador
Alberto Vieyra G. martes 29, Oct 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
No sólo se equipará a Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Quetzalcóatl, sino que en el colmo de su “humanismo” y “amor al prójimo”, AMLO se siente que Jesucristo reencarnó en él. ¡Qué engaño más brutal y peligroso!
Sí, AMLO encontró que el humanismo cristiano es una extraordinaria bandera para lucrar políticamente y engañar a la gente utilizando al mismísimo hijo de Jehová: Jesucristo, quien a los 30 años de edad y cuando el demonio lo tentó en el desierto para que le rindiera un solo acto de adoración para glorificarlo, Jesucristo se negó primero a convertir a unas piedras en pan, advirtiéndole al diablo que no sólo de pan vive el hombre, sino que cuando satanás le ofreció los reinos del poder en las naciones del mundo, Jesucristo se negó rotundamente a ser parte de los gobiernos del diablo. ¿El de AMLO será uno de esos perversos gobierno del diablo?
La cuestión es que López Obrador se siente Jesucristo y todo parece indicar que el pajarero lo está tentando a cada rato para provocar entre los mexicanos un conflicto religioso de grandes proporciones.
Hasta ahora, partidos políticos, la alta mitra católica y los dignatarios de otras iglesias no evangélicas, que es en la que milita AMLO, no han pegado el grito en el cielo, pero no tardaran porque el señor presidente esta violando peligrosamente el artículo 130 constitucional que consagra la separación Iglesias-Estado, no sólo porque ha metido hasta la cocina de Palacio Nacional a la cúpula de las iglesias evangélicas, sino porque además, pretende otorgarles concesiones de radio y televisión disque para que apoyen la “Cuarta Transformación” y porque esta utilizando todo el poder del Estado para evangelizar a los mexicanos en una nación en la que impera el laicismo y en la que cada mexicano es libre creer o no creer en dios o en el chupacabras. Mire usted como lo dijo el señor López Obrador el pasado domingo durante una gira en el Estado de Sonora:
“Me van a criticar, pero lo voy a decir. Miren: ¿Por qué sacrificaron a Jesucristo? ¿Por qué lo espiaban y los seguían? Por defender a los humildes, por defender a los pobres, esa es la historia. Entonces que nadie se alarme cuando se mencione la palabra cristianismo. Cristianismo es humanismo, todas las religiones tienen ese propósito el humanismo, el amor al prójimo, esa es la justicia social, eso se le puede llamar solidaridad se le puede llamar fraternidad. Se le puede llamar de distintas manecas, pero es ser realmente fraterno con los demás, que haya humanismo, que no se le dé la espalda al que sufre”.
¿Hay alguna comparación entre Jesucristo y AMLO? ¿De dónde le viene el humanismo a López Obrador? ¿Es acaso un humanista quien en el pasado se dedicó a destruir pozos petroleros, llamando permanentemente a los mexicanos a mandar al diablo a las instituciones, para vivir fuera de la ley? Me parece que compararse con Jesucristo es grosero y grotesco, una imperdonable irreverencia.
El señor presidente pregona que su gobierno es para proteger a los pobres. ¿Qué hace entonces el grupo de millonarios mesías que han trabado alianza con el gobierno amlista, encabezados por un Carlos Slim y un corrupto Ricardo Salinas Pliego? ¿A caso Jesucristo que defendía a los pobres hizo alguna vez alianza con los ricos, los fariseos y los escribas?
Con todo respeto, señor presidente ya dejé de engañar a los mexicanos. Si usted es capaz de enterrar al actual maldito estado de cosas e instaurar un nuevo Estado basado en la justicia y la felicidad, pues entonces ponga manos a la obra porque como decía Pablo Neruda “A los seres humanos se les conoce no por lo que dicen, sino por lo que hacen” ¿Lo entenderá el señor presidente?