Cien vinos mexicanos
¬ José Antonio López Sosa lunes 21, Feb 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Así se tituló el festival que el fin de semana pasado se llevara a cabo en el municipio de Ezequiel Montes, Querétaro, la primer zona vinícola del continente americano tras la llegada de los españoles en el Siglo XVI.
En esta columna hemos narrado sobre festivales vinícolas en la Columbia Británica, Canadá, así como en el Valle de Napa en California, Estados Unidos. Es la primera vez que asistimos a un festival vinícola en México, cosa importante para una industria que tiene mucha gente detrás y que se consolida con productos de calidad y estándares internacionales. El festival fue en el viñedo La Redonda, casa vinícola queretana.
Si tuviese que comparar este festival con los que hemos dado a conocer en los Estados Unidos y Canadá, evidentemente si hay una distancia tanto en la logística como en las instalaciones y el modus operandi, en aquellos festivales la intención principal es dar a conocer los vinos de las localidades y en este paralelamente la intención fue la venta inmediata al consumidor.
Es el segundo año que La Redonda organiza este festival que busca exhibir y vender 100 distintas etiquetas mexicanas de diversas casas vinícolas queretanas, de Coahuila y Baja California. Conversamos con Claudio Bortoluz Orlandi, director general de la vinícola anfitriona quien nos narró a detalle la importancia de la cultura del vino en México, cómo desde la perspectiva empresarial está creciendo, además de la calidad que sus vinos y en general la producción nacional, tiene frente a cualquier vino americano o europeo.
Conversamos también con el diputado federal Francisco Vega de la Madrid, presidente de la comisión especial para impulsar la industria vitivinícola y productos de la vid, nos explicó que desde el Congreso se buscan iniciativas que incentiven a la industria, que promuevan el consumo y la exportación y que se espera en corto plazo que los apoyos federales sean mayores. Poco después platicamos con gente de las casas Monte Xanic, Selección del Sommelier y Freixenet y su visión es distinta, la industria del vino en México requiere y no tiene un verdadero apoyo del gobierno en turno.
Fue grato darnos cuenta de la gran variedad de vinos mexicanos que existen, muy buena calidad y vinos que han logrado premios internacionales.
Ahora bien, el hecho es que el vino mexicano sigue siendo un producto caro para el amplio grueso de nuestra población, no puedo explicarme por qué un vino chileno o argentino son mucho más económicos para el consumo diario, ¿serán los altos costos de producción en México?, ¿será la falta de estímulos fiscales del gobierno federal?, ¿será parte de una voracidad empresarial?, preguntas sin respuesta. Aquí la incógnita que queda es, ¿cuál es el objetivo de las casas vinícolas mexicanas?, seguir en el reducido nicho de mercado que tiene acceso (económicamente hablando) a sus vinos o bien, ampliar el mercado ofreciendo vinos de calidad a menores costos para alcanzar un volumen de consumidores mayor en el país.
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