Inmuebles olvidados
¬ Salvador Estrada martes 30, Jul 2019Folclor urbano
Salvador Estrada
La Ciudad de México tiene grandes avenidas, pero también grandes edificios que se encuentran en el abandono y que deben rescatarse para darles utilidad o destruirlos y hacer nuevas obras.
En la Plaza de la República se encuentra el edificio del ISSSTE, que fue abandonado porque, al parecer, su estructura se afectó por el sismo. El inmueble no se ve dañado, pero las autoridades decidieron mudarse y desde hace tiempo está en lo que fue el edificio de los Ferrocarriles Nacionales, en el eje de Mosqueta e Insurgentes.
Sin embargo, en el edificio de Plaza de la República, se encuentra un teatro, cuyos trabajadores consideran que el auditorio no está dañado y que deben reabrirlo y dar funciones, “su fuente de trabajo está cerrada y piden abrirla”.
Mantas y carteles así lo señalan, pero no hay respuesta para los trabajadores, que decepcionados han abandonado las guardias y uno que otro anda por ahí rondando.
Y ya sobre Insurgentes se encuentra un edificio, a tres cuadras de Reforma, que tiene años cerrado, y que comentan los que saben que esa construcción pertenece a la Federación de Sindicatos de los Trabajadores al Servicio del Estado, instituto que lo había destinado a dar albergue, como hotel, a los delegados de provincia que acudieran a la capital de la República para asuntos de trabajo.
El “hotel ahí está“, pero se desconoce por qué razón no está en funciones y se está deteriorando con el paso del tiempo, por lo cual debe rescatarse y darle funcionamiento.
En avenida Juárez, en el número 58, está la fachada barroca, de lo que fue el cine Variedades, que el Instituto Nacional de Antropología e Historia salvó de ser destruida.
El gobierno capitalino ya debe intervenir y promover la construcción en ese lugar, a fin de rescatar y darle vida a la fachada que de tanto abandono “ya tiene árboles en el balcón del primer piso”.
Y, precisamente, junto a lo que fue ese cine, se encuentra un edificio de ocho pisos que está en el olvido y en cuya planta baja se ve la cortina cerrada, que dice Librería Porrúa.
Esos inmuebles deben rescatarse, porque afean a esa gran avenida y las inmobiliarias tomarlos en cuenta para futuras construcciones.
También sobre Insurgentes, pero ya en parte de la Zona Rosa, está una casa de estilo francés, seguramente de la época porfirista, que vive en el abandono, que de rescatarse podría funcionar como un gran restaurante exclusivo o la sede de un corporativo.
Sobre Insurgentes, pasando la glorieta, se pueden ver terrenos de lo que fueron casas o edificios, en los cuales deben ya construir y abrir así las fuentes de trabajo.
Otro edificio que debe ser rescatado, y que tiene muchos años de estar cerrado, es también de la época porfirista, que perteneció a la Comisión de Irrigación y está ubicado en Balderas y Ayuntamiento. Es un bello edificio de cantera que se está deteriorando, como los otros, y que el gobierno capitalino debe entrar a su rescate.