Levantamiento de policías federales fractura la recién creada Guardia Nacional
Roberto Vizcaíno jueves 4, Jul 2019Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Como amantes cornudos, que son los últimos en enterarse de lo que ocurre en la intimidad de su recámara, así el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de Seguridad fueron sorprendidos ayer por el levantamiento de miles de policías federales que lo mismo pidieron a gritos que AMLO se vaya, que garantías laborales y respeto a sus derechos humanos.
Consecuencia de un movimiento que escaló rápidamente, los inconformes se apoderaron de las instalaciones de mando de la Policía Federal y bloquearon lo mismo el periférico que otras muchas calzadas y avenidas de la capital.
En un intento por negociar un rápido arreglo con policías enardecidos, Patricia Rosalinda Trujillo Mariel, coordinadora operativa Interinstitucional de la Guardia Nacional, y quien fuera la encargada de la división Científica de la Policía Federal fue zarandeada, acusada de traición por sus ex compañeros de corporación y finalmente expulsada violentamente del Centro de Mando de la Policía Federal que fue tomado por miles de agentes inconformes.
De nada le valió haber sido parte de la PF y de señalar que estaba ahí en busca de diálogo y negociación.
Estallado el movimiento a temprana hora, tomó por sorpresa al presidente López Obrador quien todavía en su mañanera, alcanzó a decir:
«Tienen también su derecho (de manifestarse, de reclamar). (quiero) Decirle a los de la Policía Federal, que no se va a despedir a nadie, que van a tener sus mismos sueldos, sus mismas prestaciones, que no se va a obligar a nadie a que pase a otra corporación, el proceso que se está llevando a cabo para que la Policía Federal, los elementos de la Policía Federal pasen a formar parte de la Guardia Nacional es voluntario».
Los agentes en rebeldía refutaron al Presidente al indicar que sus mandos los estaban obligando a renunciar sin ninguna prestación para luego ser incorporados a la Guardia Nacional ya sin sus prestaciones y con un salario y en condiciones absolutamente indignas para realizar su trabajo.
El caso es que AMLO no paró ahí su comentario. También dijo:
“Les decía yo que llegaron a contratar 50 mil elementos de la policía privada, eran mucho más que los que cuidaban a la gente, los que contrataba el gobierno para cuidar a funcionarios del mismo gobierno o instalaciones del gobierno.
«No, para nadie va a haber reducción de salario. Yo entiendo que hay también resistencia porque es un cambio, lo cierto es que estaba echada a perder esa corporación... hay muchas resistencias, porque estaba mal lo de la Policía Federal. Se echó a perder, sobre todo, cuando pasó a formar parte de Gobernación. Ahí se relajó la disciplina y se cometieron abusos, muchos abusos. Entonces, estaban mal acostumbrados algunos y por eso la protesta. Pero no se estaban portando bien, sobre todo los de arriba, no se estaban portando bien», indicó.
El comentario cayó como sal en herida abierta entre los policías federales levantados.
López Obrador ya no escuchó nada, a nadie, se fue a jugar beis para relajarse.
Por eso no atendió el pliego petitorio de los levantados, que demanda:
«Respeto a la dignidad de quienes integran la Policía Federal; Respeto a la antigüedad laboral y a sus prestaciones laborales; Devolución del bono de $9,800 por cada 25 días laborados; No ser evaluados por personal militar que no tiene conocimiento de la función policial; No pertenecer a Sedena como se quiere hacer; No vivir en cuarteles militares; Que su sueldo base quincenal sea de $15,000 pesos libre de impuestos a partir de la segunda quincena de julio de 2019 y no de $2,300 como es ahora; Que desaparezca el polígrafo de inmediato; Que los horarios establecidos se fijen conforme a la ley federal del trabajo;
Que renuncien todos los mandos a partir de comandantes de compañía hasta los directores ya que ellos siguen siendo los mismos que están inmiscuidos en corrupción y crimen organizado;
Que se instale una oficina de derechos humanos para los policías dentro del centro de mando contel-iztapalapa;
Establecer un sindicato para la policía federal dentro de la Guardia Nacional; no pasar en automático de la Policía Federal a la Guardia Nacional y tener un mando surgido de las filas de la Policía Federal, sin vínculo con la actual escala de mandos;
Y recibir uniformes dos veces por año.
Los agentes levantados advirtieron que continuarán hasta alcanzar sus peticiones y convocaron a un paro nacional indefinido a partir de las 9 de la mañana de hoy jueves.
Inédito, el movimiento de la PF deja innumerables interrogantes y otras muchas preocupaciones. Sin duda muchas certezas.
¿Cómo fue posible que estallara este movimiento en el seno del Gabinete de Seguridad encabezado por López Obrador e integrado por Alfonso Durazo, titular de Seguridad; Olga Sánchez Cordero, titular de Gobernación; general Luis Crescencio Sandoval González, titular de Defensa y almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de Marina?
Si no estaban enterados de esta inconformidad, ¿de qué más no están enterados?
Es obvio que quienes participan en este movimiento no pueden seguir dentro de la Guardia Nacional. Es de kínder.
¿Qué va a pasar con ellos? ¿Cuántos irán a las filas de los muy malos? ¿Cómo evitarán los de este muy ineficiente gabinete de seguridad evitarlo?
¡Ufff! ¿En manos de quiénes estamos…?
Los atajaron en el Senado
Inquietos, preocupados, los opositores en el Senado y la Cámara de Diputados (PAN, PRI, MC,PRD) exigieron en el pleno de la Comisión Permanente citar a comparecer a los del Gabinete de Seguridad.
Pero que creen, pues que la mayoría de Morena se negó a discutir el punto de acuerdo y se cerró la sesión sin darles oportunidad de hacer nada.
«Es lamentable también que mientras miembros de la Policía Federal se manifiestan por la violación a sus derechos laborales y la inseguridad se desborda, el presidente de la República, en hora hábiles, se dedique a jugar béisbol y además lo presuma en sus redes sociales», indicó senador Damián Zepeda del PAN.
Y agregó: «es evidente que ha estallado una crisis en materia de la Policía Federal en el país, sé que no quieren hablar de ello, pero es la realidad».
Bloque
Ese mismo Bloque Opositor en el Senado (PAN, PRI, PRD y MC), entregó ayer al presidente de la Junta de Coordinación Política, al zacatecano Ricardo Monreal, una petición formal: «que la presidencia del Senado sea ocupada a partir del primero de septiembre próximo por una senadora en sustitución de Martí Batres», quien ese día concluye su gestión.
El encargado de entregar el documento fue el líder de MC, el veracruzano Dante Delgado, quien reveló el texto de la petición.
La exigencia fue confirmada por el coordinador de la casi inexistente bancada del PRD, Miguel Ángel Mancera.
Golpe del Tribunal a Yeidckol
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó la sanción impuesta por Morena al senador suplente Alejandro Rojas Díaz Durán, y le devolvió su calidad de militante con plenos derechos vigentes.
Con ello la biliosa dirigente por encargo Yeidckol Polevnsky, promotora de la sanción, se quedó con un palmo de narices.
Rojas Díaz Durán, suplente de Ricardo Monreal en el Senado, había sido sancionado en mayo pasado con suspensión de sus derechos como militante durante tres años, entre ellos los de aspirar a cargos de elección popular, por presunta calumnia, denostación y violencia política de género en contra de la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky.
Sin embargo el Tribunal resolvió que se violaron las garantías procesales de Rojas Díaz Durán, pues cuando fue emplazado al proceso disciplinario interno no se le informó que el procedimiento tenía como base de la investigación por la presunta violencia política de género, por lo que no pudo defenderse de esos.
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