Gobernar a puñetazos
Alberto Vieyra G. lunes 24, Jun 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En la antigua Asiria, el puño en alto significaba el símbolo de la resistencia, pero en la actualidad, los gobernantes populistas suelen emplear el puño en alto para expresar unidad, fuerza, solidaridad, apoyo, resistencia o desafío.
Donald Trump en Estados Unidos y Andrés Manuel López Obrador en la nación azteca se caracterizan por ser unos gobernantes con tendencias a la tiranía y autoritarismo, pues cada vez es más evidente el uso del puño cerrado para desafiar al contrario o enemigo. ¡Sí, López Obrador y Donald Trump gobiernan a puñetazos!
A puño en alto, López Obrador inició simbólicamente la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía en mítines con el puño en alto, en los que es “el pueblo bueno y sabio”, el que decide cómo se tiene que gobernar en México, porque pareciera que el señor presidente no sabe cómo hacerlo. O simplemente lo hace como una forma marrullera para actuar de manera extralegal.
Así, con el puño en alto acaba de cancelar el Metrobús que correría de La Comarca Lagunera, de Torreón, Coahuila, a Gómez Palacio, Durango, con lo cual acabaría con un viacrucis para miles de coahuilenses y duranguenses que tienen que viajar diariamente en esa región convertida en un rompecabezas, pues para llegar a su destino tienen que tomar 2, 3 o 4 “chimecos”, propiedad del ponzoñoso pulpo camionero, en su mayoría una mafia de priístas y panistas que metieron sus narices para que López Obrador cancelara en su reciente visita a Gómez Palacio dicha obra, ante la complacencia del conchudo gobernador de Durango, el variopinto José Rosas Aispuro, quien ante la falta de interés por dicha obra, tuvo que regresar a la federación unos 400 millones de pesos, porque él está metido en otros negocios más lucrativos.
Por cierto, que, en ese mitin, manipulado íntegramente por la alcaldesa morenista de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale, quien llevó decenas de acarreados al acto político, en el que López Obrador entregaría estímulos electorales, perdón, perdón, apoyos a jóvenes y discapacitados, le fue como en feria a Rosas Aispuro, abucheado de punta en punta. Ni hablar, eso les pasa a los politicastros rastreros y sin dignidad.
La cuestión es que López Obrador preguntó a los acarreados morenistas si se hacía o no se hacía el Metrobús y con el puño en alto los lambiscones dijeron que no, lo cual fue una bendición, porque el negrerismo de López Obrador es histórico ¿Qué seriedad puede haber en un Presidente de la República que viola la autonomía de los estados y con la mano en la cintura o mejor dicho con el puño en alto se da el lujo de cancelar cualquier obra pública en la que ya se han invertido millones de pesos?
¡Vaya manera tan absurda de tirar el dinero a la basura y todo porque en su opinión, lo que se hizo en anteriores sexenios todo estuvo mal e imperó el signo de la corrupción!
En adelante, los gobernadores priistas y panistas tendrán que ser muy cautelosos para invitar a AMLO a sus entidades, pues no vaya a ocurrir que dado su estilo de gobernar a puñetazos y con una venda en los ojos, les cancele cualquier obra pública de infraestructura y en un descuido hasta los destituya a punta de puñetazos.
Por todo México y en las mismas filas morenistas va y viene un chistorete en el que se le pide a Donald Trump destituir de un puñetazo a López Obrador por su manifiesta ineptitud y hasta le dicen que sí lo hace, los mexicanos le haremos el muro, y hasta se lo pintamos…