Más humillación
Alberto Vieyra G. jueves 30, May 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Otra vez y de rodillas, el Estado ha sido avergonzado por criminales.
¡Qué triste es ver a la fuerza del Estado humillada por las mafias! Y todo por culpa de unos ineptos gobernantes y de unas leyes absurdas que han desgastado al Ejército y la Armada de México, haciendo labores de policías.
Primero fue en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde los soldados no pudieron evitar que los criminales del huachicol ocasionaran una macabra tragedia con casi 140 muertos.
Después, en escenarios distintos, nuestros juanes recibirían escupitajos y todo género de ultrajes a su dignidad humana.
La semana pasada, en La Huacana, Michoacán “el pueblo bueno y sabio” de Andrés Manuel López Obrador, retuvo a un pelotón de soldados que les habían decomisado armas, todas ellas de uso exclusivo del Ejército y tras hincarlos, desarmarlos y humillarlos, los pobladores que actuaron como lo hacen los mafiosos criminales, utilizando las armas y un lenguaje soez, exigieron que el alto mando castrense les devolviera las armas decomisadas.
Fueron la ley. ¡Qué humillación, que vergüenza, que ultraje a la dignidad de esos soldados!, que, según López Obrador, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, ¡actuaron “con valentía”! ¿Cuál valentía? ¿Será que el Presidente de la República no observó las caras de impotencia, humillación y odio de nuestros juanes, que han sido enviados a la guerra sin fusil y maniatados, porque su jefe es enemigo de ultrajar los derechos humanos de su “pueblo bueno y sabio”?
En las últimas horas, en Hidalgo otro grupo de militares fue sometido por huachicoleros al intentar decomisarles combustible robado. Otra vez humillados, los militares se verían obligados a pedir el apoyo de la policía federal. Antes, era la policía federal la que pedía el apoyo del Ejército y fuerza armada y como usted puede ver, ahora los patos les tiran a las escopetas.
¡Hasta dónde hemos llegado por la incapacidad gubernamental de implantar estrategias que pongan fin a la degradación política y social! ¿Con qué autoridad se presenta López Obrador ante los soldados mexicanos cuando su jefe máximo permite que los humillen? ¿Qué necesidad hay de profundizar más y más, y más en el desgaste del Ejército mexicano? ¿Será que los gobernantes aztecas han caído en la trampa de Washington para hacer que el Ejército se deteriore, al grado de un mero cuerpo policiaco, para que, a falta de ejércitos, el Pentágono pueda emplear una fuerza hemisférica que patrulle todo el continente americano?
Las mafias criminales han lanzado en los últimos días un despliegue de poderío desafiante al Presidente y al Estado mexicano.
En Zamora, Michoacán, los mafiosos se pasearon como Juan por su casa, mataron policías, tirotearon instituciones, viviendas de funcionarios y en sus camionetas blindadas y rotuladas con el nombre de su cártel dieron una muestra de su gran poderío y de que la guerra no será una perita en dulce.
¿Será que los criminales saben que en México impera un peligroso vacío de poder, por no poder? ¿Estará lejos el día en que sean las mafias criminales las que gobiernen en todo México? ¿O ya están gobernando?..
Mi colega periodista, Raymundo Riva Palacio, en su columna Estrictamente Personal del Financiero, del pasado martes, formuló una inquietante pregunta ¿Quién gobierna, Presidente?..