A la guerra sin fusil
Alberto Vieyra G. martes 28, May 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La pomposa Guardia Nacional, concebida por el Legislativo con mando civil, pero que por capricho presidencial tendrá mando militar, parece estar condenada al fracaso, pues de acuerdo con la orden presidencial de respetar los derechos humanos de integrantes del crimen organizado, sus efectivos irán a los frentes de la mafia desarmados o como dicen los clásicos, a la guerra sin fusil.
Desde que Andrés Manuel López Obrador dio la orden de no tocar a criminales ni con el pétalo de una rosa, el Ejército y miembros de la Armada de México han sufrido agresiones humillantes que ultrajan su dignidad. Un día se les escupe en la cara, otro día se les hinca y desarma vergonzosamente y no estará lejos el día en que públicamente en videos veamos como las mafias criminales los masacran.
¿Qué los soldados, del rango que sean no tienen derechos humanos, señor Presidente?… ¿Cómo entender que el Congreso haya aprobado leyes secundarias fuertes para aplicarse contra los débiles, y leyes débiles para aplicarse a los fuertes? … ¿Puede esperarse que la Guardia Nacional tenga éxito en poner fin a las masacres que vive todos los días la República, cuando no hay una estrategia definida para combatir a los criminales, con el agravante de que los militares están obligados a respetar los derechos humanos de los malosos?… ¡Qué contradicción tan sospechosa!
¿De veras, de veras querrá el Presidente pacificar a México con “abrazos, sin soltar balazos”? … ¿AMLO será de la idea de que los malosos deben de rendirse con claveles y pétalos de rosa, en lugar del uso de las bayonetas?… ¿Querrá AMLO someter a los delincuentes con sermones para que “se porten bien”? …
En la mayoría de las naciones que tienen un ejército, ese ejército está adiestrado para matar, sobre todo, a partir de que reciben una primera agresión. Sólo en la cabeza de AMLO existe la idea de que a los criminales hay que respetarles sus derechos humanos. Si Pancho Villa viviese, seguramente ordenaría “fusílenlos en caliente, después viriguan”. El mandatario no quiere llamarle guerra al combate que la Guardia Nacional llevará a cabo para pacificar al país. El solo término de la pacificación, nos dice que México vive una guerra equiparable a la de las naciones que libran guerras fratricidas. Entonces, si estamos en guerra hay que llamarle guerra, porque la guerra es la ausencia de paz y las guerras se ganan a balazos, bombazos y todo lo que huela a exterminio, pero sin faltar la diplomacia de altos vuelos, pero si su gobierno no es capaz de controlar al crimen organizado mediante códigos que no trastoquen la paz social, pues entonces hay que combatirlos con todo el poder del Estado. Eso lo entienden hasta los niños.
Cuando el borrachín Felipe Calderón le pide a AMLO que dé marcha atrás en su orden de defender derechos humanos de criminales, que impide a soldados defenderse, e incluso proveerse de armamento necesario y sofisticado, por desgracia el michoacano tiene razón. Pareciera que AMLO no quiere gastar el presupuesto de la nación en nada, ni en la compra de chiles.
El periodista Humberto Padgett, experto en cuestiones militares y de mafias, acaba de presentar con Ciro Gómez Leyva diversos reportajes en los que revela que los integrantes de la Guardia Nacional tienen que comprar hasta sus uniformes para los entrenamientos, pues el régimen de la cuarta improvisación, tristemente no les proporciona esos elementos.
¿Ese negrerismo presidencial nos llevará a buen puerto para enfrentar a los criminales que tiene como rehén a los mexicanos?… ¿Tendrá éxito la Guardia Nacional que ha sido literalmente mandada por López Obrador a la guerra sin fusil?… ¡Qué triste es ver a la fuerza del Estado humillada por los criminales!