Guerra comercial
Alberto Vieyra G. jueves 9, May 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Donald Trump, la bestia trumpiana busca la relección presidencial con su guerra comercial declarada contra China y México.
Con China busca robustecer las arcas norteamericanas imponiéndole fuertes aranceles al acero, aluminio y decenas de productos de manofactura made in china.
Con México ya no es el maldito muro fronterizo, ahora es la guerra contra el aguacate y los tomates mexicanos.
Hasta un 17.5% de impuestos le ha recetado al tomate mexicano que es mil veces de mejor calidad que el tomate norteamericano.
El jitomate mexicano se madura en un 90% en la milpa, lo que lo hace más exquisito y atractivo porque mientras el producto azteca se presenta ante la sociedad gringa con unas singulares chapitas, el tomate o jitomate gringo que es madurado en cámaras de gases especiales se ve en los mercados más incoloro y desabrido que Donald Trump.
Ese solo hecho hará que nuestro jitomate gane la guerra comercial y hasta le quite votos en las elecciones presidenciales en el 2020 a la bestia trumpiana.
Sí, el asunto es político electoral, pero en lo que son tomates o jitomates, peras o aguacates se cierne entre los tomateros de Sinaloa, Jalisco y Michoacán una amenaza de dejar de percibir en el próximo año más de 2 mil millones de dólares por la venta de tomate en Estados Unidos que automáticamente con el arancel impuesto por el güero loco, se irían a las nubes en los mercados norteamericanos.
Pero, da la casualidad de que esos aranceles los debe pagar el importador y no el exportador, como absurdamente lo ha declarado una funcionaria de alto nivel pero de pocos vuelos de la Secretaría de Economía en México.
Los tomateros sinaloenses ya tienen callo en estas cuestiones de casi un siglo y siempre han ganado, merced a la calidad Premium del tomate azteca.
A sí que la guerra comercial declarada por Donald Trump contra México es de carácter electorero y en caso de que llegase a impactar a nivel laboral en los Estados mexicanos productores de tomate, le aseguro que más de 400 mil trabajadores buscarían el sueño americano y esa migración le causa urticaria al llamado Hitler gringo, porque la mano de obra calificada de los mexicanos es altamente valorada por demócratas estaudinenses, que dicho sea de paso han aumentado considerablemente sus votaciones gracias al voto latino.
La guerrita comercial de Donald Trump contra México no ayuda a la debilucha economía mexicana que en las últimas dos semanas se desplomó en confianza a nivel internacional pues estaba entre las 17 economías más importantes y hoy figura en el lugar 25.
Vamos como el cangrejo pa´tras pa´tras, pa´tras pero, la mitomanía del Presidente de la República no cesa y el señor López Obrador jura y perjura que “vamos bien, requeté bien”.
López Obrador es la negación histórica y como experto en negarlo todo y tergiversarlo todo y además echarle la culpa a los demás, recordándonos a los mexicanos a las malas parteras ha desmentido las publicaciones que dan cuenta que el 2 de mayo recibió la renuncia del jefe de la Oficina de la Presidencia de la República de México y enlace con el empresariado nacional Alfonso Romo.
Y no solo negó la renuncia, sino que arremetió nuevamente contra la prensa mexicana y columnistas, asegurando que en el pasado “eran maiceados o chayoteados por el gobierno”.
Para López Obrador cualquier convenio publicitario entre las dependencias gubernamentales y los medios de comunicación es corrupción.
Romo también lo desmiente pero el columnista del Financiero Raymundo Riva Palacio, insiste en la renuncia de Romo pero no se la aceptó el presidente porque ello detonaría la crisis que existe entre el presidente y miembros del gabinete presidencial, muchos de los cuales han recibido maltratos verbales de AMLO.
¿Usted le cree a AMLO?…