En la desconfianza y la desesperanza
¬ Sócrates A. Campos Lemus miércoles 24, Abr 2019¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Bien ha señalado el tío Lolo, que los pleitos solamente tienen razones como: “El pleito por los amores de hombre o de mujer, ya saben, los tiempos modernos; por el poder, que sin duda es un enorme motivante para confrontarse con los demás, es muy sabroso chingar y mandar, ya lo vemos en todo tipo de ideologías y, sin duda, el mayor, es el pleito por el dinero, eso sí, hay gente que por el dinero matan o dejan matar…”.
En el asunto de la división y pleitos por Morena, existen los dos niveles sin meter el de los amores, cuando menos no lo de los amores perros o perrones, que algunos tratan de encontrar en esa división. Poder y dinero, parecen ser los motivos claros, ahora, resulta que el instituto de formación política de Morena, dirigido por Fisgón, dicen algunos expertos, reclaman la mitad de los recursos que tiene Morena para su vigencia y procesos electorales y, en esto, al parecer, está la razón real de que se utiliza a este grupo para confrontar a la presidenta de Morena, Yeidckol Polenvsky, y así, la disputa se encuentra entre lo que se podría llamar la lealtad tradicional y los nuevos grupos que piensan que de pronto pueden entrar con sus huestes de nuevos miembros en formación política a controlar el movimiento y, por supuesto, a su presidente y al mismo presidente López Obrador, como que el stalinismo les ha llegado a los huesos y les revive las viejas ambiciones de la vieja burocracia soviética de la cual, algunos, son viejos militantes y les hacen cosquillas las ganas de imponerse por medio del partido en la conducción de todo el país y controlar de esta forma al mismo presidente López Obrador y ahí sí que estaríamos yendo a un proceso grave de dogmatismo e imposición política tipo venezolana…lo que hace el poder y la ambición del dinero.
Una cosa es la formación de base y militancia en cada zona del país de acuerdo a sus usos y costumbres y las condiciones reales en que se desenvuelven, y otra es la formación dogmática de los cuadros tipo soviéticos que se busca formar por medio del dogmatismo, la intolerancia y la ambición políticas, ya tenemos muchos conflictos con algunos de los viejos movimientos y partidos que siguen empeñados en esa formación y acción para el país y de ahí se dieron, no solamente las grandes tragedias, sino también las grandes traiciones y delaciones, como las que vivimos durante la etapa de los sesenta y el proceso de la Guerra Sucia, donde los dogmáticos stalinistas, se empeñaron en denunciar a los luchadores sociales que no aceptaron sus condiciones de negociación o de afiliación política.
Hoy, lo vemos en las declaraciones de los grupos radicalizados en la lucha revolucionaria del país, donde declaran que, incluso, tienen como traidor y oportunista a Andrés Manuel López Obrador y le declaran la guerra, al igual que los grupos de la ultraderecha o los controlados por el poder económico y político ligado en el manejo del narcotráfico y de la narcopolítica a nivel nacional, por esa misma razón, cuando se hacen empeños reales para eliminar o bajar la violencia, aparecen, sin más, acciones de extrema violencia que lastiman, no solamente a los afectados, sino destruyen la confianza y la credibilidad de las acciones emprendidas por el Presidente y sus órganos creados para combatir la inseguridad o buscar eliminar el narcotráfico o el huachicoleo y el tráfico de armas, dinero, gente y mercancías, controlados, por esos grupos que siguen en el poder real, a pesar de que ellos aceptaron pasar de MAFIOSOS DEL PODER A MECENAS Y ASESORES DEL PODER y, como vemos, incrustados en la estructura política y afectiva del Ejecutivo, inclusive en su pasión que es el beisbol, pues desde ahí le dan palos y mandan bolas ensalivadas en su contra, pero no hay duda, la buena fe y la confianza llegan a matar a los mejores hombres en el mundo, tal como les ha sucedido a muchos de los grandes transformadores políticos que terminan asesinados o muertos en los golpes militares o las insurrecciones en su contra y si Andrés Manuel López Obrador no entiende que debe poner cuidado en todo esto y sigue con sus necedades y caprichos, no debe quejarse cuando esto se desmorone y se pierdan las esperanzas y confianza de los más de treinta millones de mexicanos que confiamos en él y, no precisamente para que él, perdonara a los mafiosos y, menos, los integrara a sus cuadros de poder. Como que pretende repetir los mismos errores que generó Madero cuando asumía el poder y eliminaba a sus leales y daba entrada a sus enemigos para que mantuvieran la cercanía con él, hasta que le llevaron a fusilar…
Hemos sostenido que AMLO no es un “revolucionario”, es un demócrata, a lo mejor medio radicalizado y que al final de cuentas no entiende o no quiere entender la realidad que se genera en un país en lucha de clases donde los muy ricos, solamente representan el uno por ciento y el noventa y nueve lo llenamos los jodidos, los injodibles y el “lumpen proletar” como dirían los intelectuales que tanto nos horrorizan con sus jaladas. Ante esa realidad, su discurso es “revolucionario e incendiario” y la realidad es mediocre y reaccionaria y si continuamos así pues lo más seguro es que muchas de las riendas del poder se le van a ir del control y las confrontaciones como hoy vemos entre dos grupos, serán cada día mayores, porque el reparto de los puestos y presupuestos solamente se ha dado en favor de los que jamás han peleado a su lado y por el movimiento, sino que llegaron a los grandes oportunistas, que con el cuento del perdón son afiliados a su lado como gentes de su confianza, cuando todos los mexicanos sabemos que son parte de la mafia del poder que nos han estado jodiendo y chingando, esto no lo puede esconder, que no nos venga a decir que Harp es ahora un mecenas, cuando su fortuna la hace en la especulación financiera, en el “robaproa” en el endeudamiento nacional al salvar bancos y banqueros, cuando fue uno de los financieros de Fox su archicontraenemigo y además nos defraudó en la venta de “BANDAMEX” al no pagar impuestos y todos sabemos que es el banquero y especulador de muchos políticos que son realmente pillos en este país… y esto está siendo general, los mafiosos ahora son los de confianza y, los de “confianza”, son los marginados… pues estamos en la calle de la desesperanza y la desconfianza.