Dignidad
Alberto Vieyra G. martes 23, Abr 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El tumbaburros de la Real Academia de la Lengua Española define que la DIGNIDAD es: Una cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden.
¿Por qué hablo de dignidad?…
Mire usted. Inexplicablemente el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, un mexicano talentosísimo que ha trabajado en organismos finacieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, ha sido exhibido en cuando menos dos ocasiones por Andrés Manuel López Obrador como un idiota y él se ha comportado de manera abyecta.
Primero, don Arturo Herrera declaró al Financial Times de Londres que la refinería de Dos Bocas, no sería construida y a las 2 horas de haberse publicado su entrevista el señor Presidente de la República lo desmintió tajantemente y hasta se dio el lujo de adelantar que dicha refinería será construida en los próximos 3 años con un costo de entre 6 y 8 mil millones de dólares.
Don Arturo Herrera quedó como el cohetero de mi pueblo… “mal con todo el mundo”. El subsecretario de Hacienda tuvo que tragar sapos sin hacer gestos y con una sonrisa saber pedir más sapos.
Y por segunda vez, debió recurrir a esa máxima en política cuando López Obrador lo desmintió estando él presente en el asunto de la Federalización de la Tenencia de Automóviles.
El indigno funcionario había comparecido el pasado lunes ante diputados y no solo habló de aumentar impuestos, como en el caso de la tenencia, pues en la Secretaria de Hacienda se sabe que hay un desastre económico en el que ni Herrera Gutiérrez, ni su jefe don Carlos Urzúa dan pie con bola y solo se la pasan tomando passiflorine y tronándose los dedos porque no saben de dónde sacar tantísimo dinero para cumplir las promesas de campaña electoral de López Obrador y cuyas promesas hacienden a más de 50 mil millones de pesos.
Desde el soliloquio mañanero desde Palacio Nacional donde estaba presente Arturo Herrera, López Obrador fue categórico al desmentir a su abyecto funcionario:
“No hay aumentos de impuestos, ni hay impuestos nuevos, los compromisos se cumplen. Digo esto porque ayer salió la noticia de que se iba a restablecer el impuesto de la tenencia. Eso no es cierto. Eso es lo que quisieran nuestros adversarios, que nosotros incumpliéramos nuestros compromisos.
Se van a quedar con las ganas”, reafirmó el mesías de Macuspana quien con la dureza del rostro pareció propinarle un severo regaño al subsecretario de Hacienda.
Pues a quién le creemos, ¿Al patrón o al empleado?… ¿Verdad que no hay seriedad en un gobierno así?…
¿Por qué tanta abyección e indignidad de don Arturo Herrera?
Él sabe que, si le avienta el arpa a López Obrador, conseguiría chamba con la mano en la cintura, al día siguiente en alguno de los Organismos Financieros Internacionales, porque repito, su formación académica es muy sólida.
En el caso de éste átomo de la comunicación yo ya le habría dado las gracias con todo el respeto al señor Presidente y decirle como dicen los rancheros allá en mi tierra: “Señor Presidente, ahí le dejo el gallo muerto, acábelo de pelar”.
En círculos del gran poder político se afirma recio y quedito que muchos funcionarios, entre ellos doña Olga Sánchez Cordero, titular de Gobernación, Roció Nahle, de Energía y María Luisa Albores González, Secretaria de Bienestar, entre otros han sido ridiculizados por el Presidente de la República y la pregunta es: ¿Quién de todos será el primero en tener dignidad?…