El Parque Fundidora tendrá memorabilia de Diablos Rojos
Deportes jueves 21, Feb 2019- Nueva sede del Salón de la Fama del Beisbol
- El espacio tiene alrededor de 15 mil metros cuadrados de construcción
El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró ayer el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en Monterrey y se comprometió a fomentar este deporte con recursos federales.
“Que sigan habiendo muchos jonrones con casa llena” pidió el mandatario en referencia a la magna obra que tuvo un valor de 350 millones de pesos.
Durante la inauguración de este espacio en el Parque Fundidora, el mandatario refirió que en el presupuesto se aprobó una partida para fomentar la práctica de este deporte, para lo cual se crearán escuelas en diferentes puntos del país, y adelantó que comprometió a acompañar a Alfredo Harp Helú a la inauguración de la casa de los Diablos Rojos.
López Obrador, acompañado por Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y de Alfredo Harp Helú, dueño de los Diablos Rojos del México, recordó que el béisbol es su deporte favorito y que comenzó a jugarlo, sin zapatos y con pelotas “hechizas”, cuando estudiaba la secundaria, y que desde entonces “era un gran prospecto para grandes ligas”.
El Salón de la Fama tiene su nueva sede en las instalaciones del Parque Fundidora en Monterrey. Tiene alrededor de 15 mil metros cuadrados de construcción. Para ello fueron utilizados 700 mil metros cúbicos de concreto, mil toneladas de acero en varillas de diferentes calibres y más de un millón de ladrillos en la edificación de muros y techos.
El principal símbolo del Salón de la Fama es la flama de la inmortalidad, esta flama vuelve a encenderse y a partir de ayer continuará con su labor de honrar la memoria de los personajes más importantes del beisbol mexicano.
El Salón de la Fama de Beisbol Mexicano abrió por primera vez sus puertas el 10 de marzo de 1973, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en las instalaciones de la Cervecería Cuauhtémoc. En aquella ocasión uno de los principales impulsores para la creación de un recinto donde se reconociera la trayectoria de los personajes extraordinarios que existen en el mundo del beisbol nacional, desde jugadores, directivos, umpires y cronistas, fue Alejandro Aguilar Reyes, mejor conocido como Fray Nano.
En aquella ocasión, la intervención del empresario don Eugenio Garza Sada, hizo posible que el sueño de Fray Nano se hiciera realidad, a la ceremonia de inauguración asistieron Antonio Ramírez Muro y Horacio López Díaz, presidentes de la Liga Mexicana de Beisbol y de la Liga Mexicana del Pacífico, respectivamente y el Alto Comisionado de las Grandes Ligas, Bowie Kuhn.
Durante más de 40 años el recinto de los inmortales tuvo sus puertas abiertas en los jardines de la cervecería que patrocinó el Salón de la Fama hasta el 2013, año en que lamentablemente cerró sus puertas y dejó en el limbo a más de 190 entronizados.