Descafeinado
¬ Augusto Corro martes 25, Ene 2011Punto x Punto
Augusto Corro
En Guerrero desapareció la izquierda política y su lugar lo ocupó la ambición desmedida por el poder sin mayores preámbulos. Así quedó demostrado en el cambio radical que se registró para elegir al candidato a la gubernatura que recayó en Ángel Aguirre Rivero, quien horas antes de ser ungido como el abanderado perredista, renunció a su condición de priista. De esta manera, con la representación del PRD, PT y Convergencia, intentará ganar las elecciones el próximo domingo frente a su primo hermano, Manuel Añorve Baños, que participarà como aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Aguirre Rivero ya fue gobernador interino, en sustitución del cacique Rubén Figueroa, quien fue echado a patadas del gobierno estatal por la matanza de campesinos en Aguas Blancas. El paso de Aguirre Rivero como mandatario fue gris y anodino. Sin embargo, el PRD al verse sin candidato con posibilidades de triunfo recurrió a los servicios de un priísta que, como se encuentra la política en Guerrero, daba lo mismo participar con un dirigente imbuido en la doctrina política de izquierda, que con un candidato de derecha, eso sí, debidamente descafeinado, para aparentar una imagen de luchador social.
La historia de Guerrero en los últimos años se vio alterada por la ola de violencia en sus diferentes actividades políticas y sociales. En las primeras, hace dos años, el diputado y líder del Congreso y máximo dirigente perredista, el político con mayores posibilidades de triunfo como posible candidato a gobernador, Armando Chavarría, fue acribillado a tiros por varios sicarios en el interior de su coche frente a su casa. Los hechos ocurrieron a los pocos días que se destapó como aspirante a la gubernatura. El caso provocó consternación en aquella entidad y nada más. Las investigaciones para conocer el móvil y capturar a los asesinos poco a poco cayeron en el olvido. El gobernador Zeferino Torreblanca, un priísta con piel de perredista, se comprometió a aclarar el crimen, pero sus intenciones quedaron en simples discursos.
Descabezado el perredismo estatal auténtico, los dirigentes nacionales, encabezados por el “chucho” mayor, Jesús Ortega, encargado de desmantelar al PRD, optaron por llevar al priísta Aguirre Rivero a la candidatura, aunque éste, ajeno a la ideología de izquierda, solamente se interesara por alcanzar el poder para satisfacer las ambiciones personales de propios y extraños.
Se trata pues, de unas elecciones raras, extrañas, propias de la decadencia política de un país en el que la ideología y los principios pasaron a segundo término. Los guerrerenses irán a las urnas a votar por dos candidatos tricolor. Aguirre Rivero, el priísta habilitado como perredista y el priísta original, Manuel Añorve Baños. Este último aprovechó las divisiones del perredismo para ganarles Acapulco en las elecciones locales. Ambos contendientes son primos y en tiempos pasados trabajaron juntos en el gobierno estatal. Añorve Baños era empleado de su pariente.
La formación política de Aguirre Rivero y Añorve Baños fue la misma. Ambos caminaron bajo la sombra de los mismos políticos. Los dos saben que cualquiera que gane tendrá la obligación moral de ayudar, proteger y amparar al perdedor. Tienen la misma sangre y las mismas mañas. Aunque, el que llegue a la gubernatura se ganará la rifa del tigre. Guerrero se convirtió, como señalamos arriba, en un polo importante para el desarrollo del narcotráfico.
En aquel estado las cifras de muertos, decapitados, secuestrados, levantados son impresionantes. Además, la violencia, socorrida por la corrupción y la impunidad, ya forma parte de las actividades cotidianas de la delincuencia, como son las extorsiones y la participación de jóvenes, casi adolescentes, en el crimen organizado. Para cualquiera de los dos candidatos que llegue a la gubernatura, tendrá que enfrentar a los cárteles de la droga en condiciones difíciles: o se somete a las órdenes de los delincuentes o éstos no lo dejarán gobernar. Así de sencillo.
Y para los efectos de la política nacional con miras a la sucesión presidencial, todos los votos son importantes, pero en el caso de Guerrero, el triunfo del PRI o del PRD no significaría una acción que cambie el rumbo de las cosas. Es una elección estatal más de varias que se efectuarán en el transcurso del año, con la diferencia de que el partido del sol azteca, principalmente el grupo de los chuchos, necesita oxígeno para prolongar su agonía. Queda claro que en la multicitada entidad no será tan difícil ganar, sino gobernar.
Por cierto, el Partido Acción Nacional (PAN) participa en Guerrero con Marcos Efrén Parra Gómez como candidato a la gubernatura. Se trata de un joven político sin experiencia que, por no dejar, el senador Santiago Creel fue a apoyarlo en un acto de campaña sin pena ni gloria.
PUNTOS SUSPENSIVOS
La secretaria de Estado de la Unión Americana, Hillary Clinton, se reunió con Patricia Espinosa Cantellano, titular de Relaciones Exteriores de México, para tratar asuntos relacionados con la guerra contra el narcotráfico, la migración y los mensajes de “Wikileaks”, que enturbiaron las relaciones diplomáticas. Como siempre, los acuerdos son de ayuda mutua, de buenos deseos y hasta la próxima… Los diputados priístas ya tienen lista su batería legislativa para el presente periodo de sesiones, que será álgido, porque los partidos tendrán que definir sus acciones rumbo a la sucesión presidencial del 2012… Es interesante saber quien se encarga de gobernar la ciudad de México, cuando el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, se dedica a viajar a los diferentes lugares del país para apoyar a candidatos de su partido – PRD- o a promover su imagen política para el 2012. En ausencia de esa autoridad, los funcionarios se dedican a disfrutar los fines de semana, sin la presión de obedecer órdenes. El jefe de la policía capitalina, Manuel Mondragón y Kalb, de plano ya dejó que sus muchachos se despachen con la cuchara grande sobre la vigilancia y protección de los ciudadanos, que son víctimas de los cuidadores de coches en el área metropolitana, en contubernio con los delincuentes, porque eso son los cuidadores. En La Lagunilla, los uniformados permiten que la cuota por estacionamiento en la calle, por un rato, supere los 50 pesos. Un verdadero abuso.