El cisma anunciado en el PAN
¬ Augusto Corro lunes 7, Ene 2019Punto por punto
Augusto Corro
Acción Nacional empieza el año con dos problemas importantes: Marko Cortés Mendoza ganó la dirigencia blanquiazul y el expresidente Felipe Calderón Hinojosa renunció al partido.
Los dos hechos eran esperados por la militancia panista que en los últimos años fue testigo de la pugna interna por el poder. Una vez consumados no sorprendieron a nadie.
Calderón Hinojosa cuando fue mandatario quiso influir en su partido pero los resultados fueron negativos. Ahí se agudizó el distanciamiento entre los hombres fuertes de Acción Nacional.
Como consecuencia, el entonces mandatario ni siquiera logró que la cúpula panista apoyara a su incondicional Ernesto Cordero como candidato presidencial.
Tampoco pudo conseguir que la dirigencia panista le regalará una candidatura a diputada plurinominal a su esposa Margarita Zavala.
La señora Calderón tampoco fue respaldada por su entonces partido para participar como candidata presidencial. Tuvo que hacerlo como aspirante presidencial independiente.
Los pleitos entre los panistas se agudizaron. Surgieron los grupos de calderonistas y anayistas.
Ricardo Anaya aportó su dosis de divisionismo al utilizar la fuerza de su organización política para alcanzar la candidatura presidencial.
Margarita Zavala no tuvo más opción que renunciar al PAN. Su esposo Felipe decidió permanecer en su instituto político, quizás en espera de mejores tiempos, que no llegaron.
La renuncia de Calderon
Calderón anunció su renuncia al partido de derecha que lo llevó al poder en unas elecciones calificadas por sus adversarios políticos como fraudulentas.
Los panistas eligieron a Marko Cortés Mendoza como dirigente de Acción Nacional tras una serie de descalificaciones.
El nuevo líder tendrá que empeñarse a fondo para rescatar a su partido que se encuentra al borde del abismo, luego de su fracaso mayúsculo en las elecciones presidenciales recientes.
El ex legislador Cortés Mendoza representa al grupo de gobernadores panistas en el poder.
Héctor Larios es el nuevo secretario general del PAN. Se trata de un hombre importante de la ultraderechista organización de El Yunque.
En la víspera de las elecciones internas, Calderón Hinojosa acusó a Cortés Mendoza de traidor, corrupto e hipócrita: “ahora traiciona hasta al propio Ricardo Anaya”.
Manuel Gómez Morín Martínez del Río, candidato adversario de Cortés Mendoza, denunció un sinnúmero de irregularidades en la elección dominical, como votos con credenciales falsas y compra de sufragios.
El expresidente Calderón Hinojosa presentó su renuncia al partido que lo llevó a la silla presidencial. Fue militante blanquiazul durante 38 años.
Afirmó que “permanecer en el PAN sólo implica una desviación y pérdida neta de tiempo”. Dijo que “una camarilla”, “un consorcio”, controla al instituto político.
Explicó que se le condicionan los apoyos políticos a legisladores, alcaldes y gobernadores de Acción Nacional y además se les amenaza con el aislamiento y el abandono si no se ponen al servicio de dicho “consorcio”.
Denunció varias irregularidades que llevaron a la destrucción de la democracia interna del partido, a través del uso indebido de los recursos que recibe la institución, así como del acceso privilegiado e inequitativo a la base de datos de la militancia.
Dijo el michoacano que renunció al partido, “porque, cancelada la democracia interna, es imposible revertir por mecanismos democráticos la actual situación y la elección interna sólo corrobora ese control envilecedor, siendo la próxima dirigencia una fiel expresión de la corrupción, la mediocridad y la manipulación que la ciudadanía ha castigado severamente en las urnas…”
¿Qué sigue?
Con el nuevo dirigente panista se reorganizará la cúpula panista. Algunos seguirán a Calderón Hinojosa.
Pero es posible que la militancia panista seguirá igual. La pugna por el poder se dio entre los dirigentes.
Los blanquiazules de a pie aún no se reponen de la derrota del 1 de julio. Desde el sexenio de Vicente Fox supieron que los gobiernos panistas entregarían cuentas negativas.
Al guanajuatense se le dio el poder como presidente de la República para el esperado cambio en México. No lo hizo.
Su sucesor en Los Pinos, Felipe Calderón Hinojosa, en cuanto asumió el poder declaró la guerra a la delincuencia organizada con saldo de miles de personas asesinadas, desaparecidas, etc.
Con esas credenciales el PAN cayó en el desprestigio. En el colmo de la insensatez, la señora Margarita Zavala de Calderón se atrevió a lanzar su candidatura presidencial independiente. Fracasó.
El desprestigió alcanzó a los expresidentes panistas y a su partido. A Ricardo Anaya no le interesó esa pésima imagen de Acción Nacional, y optó por participar en la contienda electoral para la presidencia de la República. Hizo una alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que nadie entendió. Conocemos el final de la debacle partidista.
El jueves, el exmandatario Calderón Hinojosa manifestó que va por la conformación de un nuevo partido político al que echará a andar el próximo año.
Su esposa Margarita Zavala de Calderón ya tiene una asociación denominada Libre que al presentarla descartó que se trate de la formación un partido político.
(Cabe señalar que la Fundación LIBRE de Argentina acusó a la ex primera dama de robar el nombre y el logotipo).
Vamos, pues, a esperar qué rumbo toman las actividades políticas de los Calderón que pese a sus monumentales errores no piensan alejarse a la vida privada. Su ambición desmedida no se los permite.