Aguas negras, amenaza para salud de damnificados en la zona oriente
Estado de México viernes 12, Feb 2010La Facultad de Medicina de la UNAM analiza los daños por las inundaciones y recomienda seguir estrictas medidas de higiene para evitar enfermedades
Es necesario seguir estrictas medidas de higiene para evitar brotes de enfermedades en el Oriente del Estado de México, afirmó ayer Guadalupe Soto, de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien hizo un análisis de los daños que las aguas negras ocasionan a la salud, ante las inundaciones de los últimos días en diversas colonias de la zona connurbada.
La epidemióloga recomendó estar atentos a lo que la población se lleva a la boca por ser principal fuente de propagación de males gastrointestinales.
Tan sólo en Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl, Valle de Chalco las lluvias dejaron decenas de miles de damnificados, y a una semana de la inundación, son muchos los pobladores que se han visto obligados a vivir rodeados de aguas residuales, pues se niegan a ser desalojados, para evitar que sus casas sean presas de saqueo.
Por esta razón, la académica pidió adoptar medidas encaminadas a evitar contagios masivos en zonas que parecen caldo de cultivo para bacterias y virus.
Las precipitaciones resentidas provocaron no sólo el desbordamiento de ríos y drenajes, sino condiciones sanitarias adversas que ponen en riesgo a miles de mexicanos que a diario deben lidiar con condiciones extremamente insalubres.
“Si bien hay riesgo de rapiña, lo más importante ahora es la salud y evitar enfermedades, porque podrían darse brotes de tintes epidémicos si no se toman las medidas higiénicas y de salubridad pertinentes”, advirtió Guadalupe Soto Estrada, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Las aguas residuales son sumamente nocivas por la gran cantidad de microorganismos patógenos que contienen, y esta amenaza se recrudece cuando entran hasta donde vive el hombre”.
Y es que las inundaciones, al provocar el desbordamiento de los drenajes, son focos para la propagación de enfermedades como diarreas, fiebre tifoidea, síndrome disentérico y caos severos de dermatitis.
“Lo primero que debemos hacer es retirar a las personas del lugar y evitar que entren en contacto con estas aguas. Además, es indispensable tener mucho cuidado en el manejo de alimentos y promover el lavado de manos”, indicó Soto Estrada.
“Puede que al bajar el agua, las personas se sientan tentadas a regresar a sus casas, pero el peligro sigue ahí, por lo que recomiendo no ir”, señaló Soto, quien recomendó que antes de hacerlo, se sigan estrictas medidas de higiene.
Y es que la humedad acumulada en paredes o residuos fecales en pisos, muros y utensilios, son potenciales focos de infección. “Por eso se recomienda hacer una limpieza profunda, limpiar con cloro y deshacerse de todos los muebles y artículos posibles o, en su defecto, desinfectarlos”.
La especialista señaló que algo que la gente comúnmente olvida es que no deben consumir agua de tinacos y cisternas, porque es muy probable que el líquido esté contaminado.
La médico indicó que incluso es recomendable aplicarse la vacuna contra la influenza AH1N1, pese a las severas críticas que ha recibido.