La capital de oriente
¬ José Antonio López Sosa lunes 8, Oct 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Shanghai, China.- Lo que en el pasado fuera Hong Kong, el centro financiero y comercial de Asia, a partir de la apertura de la economía china y la consolidación de sus empresas e inversiones, convirtió a Shanghai en ese polo de desarrollo.
Hoy en día es el corazón financiero, comercial y de desarrollo tecnológico de Asia.
Una de las ciudades más grandes del mundo, con más de 24 millones de personas en su zona metropolitana es también una de las más funcionales y con mejor infraestructura urbana.
El metro es una obra faraónica, conecta practicamente a toda la ciudad, la limpieza en sus trenes y estaciones, la facilidad para discapacitados y personas de la tercera edad, la presencia de baños públicos grauitos y limpios en todas las estaciones lo convirieron en uno de los sistemas de transporte más modernos del mundo.
Shanghai tiene dos aeropuertos, el antiguo (Hongquiao) y el nuevo (Pudong), ambos operan rutas nacionales e internacionales y están perfectamente conectados por el metro.
Del aeropuerto Pudong (a donde llegan la mayoría de los vuelos transcontinentales, incluido Aeroméxico), hay un sistema denominado Maglev, un tren de levitación magnética que conecta con el centro de la ciudad en un lapso de 7 minutos (una distancia de unos 30 kilómetros).
El corazón de la ciudad está al este del Pearl River, encontramos uno de los mejores hoteles de la ciudad, el Four Seasons Pudong Shanghai, a unos pasos del tercer edificio más alto del mundo (y el más alto de Shanghai), muy cerca de la zona de Century Avenue y a poca distancia también de la emblemática Pearl Tower de Shanghai.
Desde el piso 31 tuvimos una de las mejores vistas de la ciudad, con el servicio que caracteriza a esta cadena canadiense a lo largo del mundo, pero adaptada a la milenaria cultura china. Sus desayunos son una síntesis de la comida china y cantonesa.
Shanghai nació como una villa de pescadores, ese casco histórico se conserva y se ha rehabilitado en los últimos años, siendo uno de los sitios de visita obligada para entender la historia de una urbe cosmopolita, que fue evolucionando a lo largo de los siglos junto con una sociedad pujante que no deja de crecer en todos los aspectos.
Cientos de corporativos de industrias chinas, así como oficinas de transnacionale están en los principales rascacielos de la ciudad.
Shanghai es un mosaico pluricultural, muy lejana de las imágenes que esa China de los años setenta y ochenta que han quedado en el imaginario del pasado.
China es un país moderno, con la clase media y media alta más grande del mundo (unas 400 millones de personas), con el mayor número de millonarios en el mundo.
Sí, su regimen es totalitario, no hay libertad de expresión, hay represión cuando alguien se inconforma con el gobierno, ello no es justificable, pero por otro lado, tienen niveles de bienestar y obras de infraestructura que en México necesitaríamos 50 años por lo menos para alcanzar aunque sea de lejos.