50 mil millones de dólares, el desfalco al sindicato petrolero
Francisco Rodríguez lunes 8, Oct 2018Índice político
Francisco Rodríguez
De ser un sindicato nacional reivindicativo para sus agremiados, ejemplo en América Latina debido a los beneficios alcanzados para sus trabajadores, el petrolero fue convertido en un santiamén por Carlos Romero Deschamps en un ente esquirol, reventador y subcontratista de la dizque empresa productiva
Romero Deschamps, poseedor de una de las fortunas más negras del panorama mexicano se hizo líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, gracias a su condición bajuna y a prestarse a todo tipo de acusaciones penales sin fundamento contra quien fuera su jefe, Joaquín Hernández Galicia. Romero era su chofer.
Carlos Salinas de Gortari lo montó en el tren del aparato esquizofrénico del Estado y en poco tiempo, Romero Deschamps fue premiado con todas las representaciones populares, contratos ilegales y fraudulentos, liderazgos de los huachicoleros, y cualquier tipo de transas en perjuicio del gremio que dice representar.
Dueño de la amplia red de distribución de los hidrocarburos, administrador de los grandes oleoductos nacionales, cómplice en la inseguridad petrolera nacional, contratista y socio de transnacionales petroleras y de grandes concesiones para explotación del crudo en aguas someras, Romero es un ejemplo de lo peor de nosotros mismos.
Inconcebible la impunidad de la goza Romero Deschamps
Es inconcebible, opinan muchos corresponsales extranjeros, que ante la evidente corrupción que ha inundado al STPRM y frente a las múltiples denuncias documentadas por desvío de recursos públicos, opacidad en el manejo de fondos sindicales, robo de recursos patrimoniales, entre muchísimas otras, el ahora ex senador se mantenga impune.
El control absoluto del sindicato, con la complacencia y complicidad de Peña Nieto, logró que en diciembre pasado fuera reelecto por cuarta vez al frente del Sindicato, para el período que acabará en 2024.
Sumaría una treintena de años medrando con los bienes del pueblo. En la última reelección, a puerta cerrada, contó con el beneplácito y la presencia de Alfonso Navarrete Prida, todavía secretario de Gobernación…
… y de Carlos Treviño, aún director general de Pemex, recomendado por el ahora todavía secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, ex director de la paraestatal y concuño de Salinas de Gortari. Demasiados años de cárcel para poderlos cuantificar.
Para colmo, la cuarta reelección fue avalada, obviamente por los delegados de las 36 secciones del país, cooptados por los mismos líderes sumisos de siempre, grandes beneficiados de los compadrazgos y complicidades de Romero Deschamps. Los mismos que lo acompañaron en el despojo de la enorme riqueza sindical que heredaron de Hernández Galicia.
Hasta los recursos del Pemexgate se llevaron fuera del país
A Romero lo acusan del robo maquinado y espeluznante de una fortuna sindical valuada en cincuenta mil millones de dólares de hace treinta años, constituida por una red de transporte de productos primarios, redes de comercialización de alimentos, ranchos, escuelas de capacitación, centros de investigación y participaciones en los contratos que habían logrado los anteriores dirigentes.
Para completar el cuadro, los mil millones de pesos del famoso Pemexgate que jamás entregaron a la campaña priísta de Francisco Labastida (sólo entregaron quinientos millones del total que se formó con cuotas sindicales) y que Romero Deschamps y su tesorero Ricardo Aldana depositaron lo mismo en bancos texanos de la familia Hank que en España, hasta donde fueron llevados en uno de los aviones de los Vázquez Raña.
Incluso, sobre la cuenta 930-1-032992, abierta por los cómplices del desfalco, Romero Deschamps y Ricardo Aldana en el Chase Manhattan Bank de Nueva York, que tiene como titular de cartón a la empresa lavadora Donaldson, Lukfin & Jenrette, se han girado órdenes de apremio por diversos ministerios públicos, sin que a la fecha haya algún resultado.
Los cónsules también han sido involucrados.
Que lo robado regrese al patrimonio nacional: iniciativa de Morena
Cincuenta mil millones de dólares, el desfalco al Sindicato Petrolero es una cantidad de respeto, francamente inocultable. De golpe y porrazo estos trúhanes se la repartieron y no rinden cuentas ante ninguna autoridad ni fruncionario. Estamos hablando usted y yo de una cantidad que representa la quinta parte de un presupuesto federal.
De ahí la urgencia porque el nuevo Senado dé trámite a la iniciativa de Morena que persigue no sólo castigar a los corruptos que han fingido cómo autoridades y líderes sindicales, sino para que los bienes sustraídos y sus equivalentes sean regresados al patrimonio nacional de los mexicanos. Ya es hora de que les caiga La Voladora.
Pero sucede que Romero Deschamps es un jeque de la industria petrolera nacional, no sólo uno de sus principales saqueadores, pues al mismo tiempo ha extendido sus negocios hacia la distribución del gas LP, donde se han hecho verdaderos emporios encareciendo a mansalva el costo del energético.
Participación descarada en el robo de combustibles en todo el país
De otra parte, se ha documentado hasta el exceso la participación de los gangsters sindicales petroleros en el huachicoleo, complicitados con Peña Nieto y sus compadres del Ejército que se encargan de detener las válvulas de seguridad, previo aviso a los delincuentes que sustraen las gasolinas. Pero los gañanes exigen cada vez más pruebas.
El entramado judicial de los negocios al amparo de la procuración e impartición de la ley está demasiado extendido, desde cualquier juez o ministerio público de barandilla hasta los máximos tribunales de distrito y de circuito, y aún de la Suprema Corta que para eso se pinta sola. Casi nadie se salvaría en un intento serio por esclarecer los casos.
Definitivamente, México está convertido en un país de cárteles. No sólo del narcotráfico, sino del deporte, de las concesiones, de los negocios que reparte el poder político, de las redes financieras diseñadas para el lavado de dinero en gran escala y para todo tipo de entrambuliques que sólo en esta tierra son posibles.
¿Podrá reelegirse? ¿O irá a la bartolina más cercana a su casa?
La corrupción petrolera de Romero Deschamps ha adquirido carta de reprobación en todos los ámbitos de la opinión pública internacional y nacional. Está dentro de los primeros lugares de lo sucio que puede pasar a formar parte medular de una Comisión de la Verdad, en la búsqueda inaplazable de la recuperación de la memoria histórica del país.
Porque al igual que los actos contra la integridad de las personas, el robo a la nación debe ocupar toda la atención de la limpia generalizada que se propone el movimiento de la Cuarta Transformación que plantea López Obrador. Si no se empieza por limpiar los establos de la casa, nunca llegarán a ningún lado. El nuevo régimen, con la legitimidad que lo sostiene tendrá la última palabra.
Como todo parece indicar que el Presidente Electo es un hombre de palabra, este diciembre no podrá reelegirse por quinta vez Romero Deschamps. Él, Ricardo Aldana, los 36 líderes sindicales complicitados, más los rateros de Pemex deberán ir a vacacionar un largo rato a las bartolinas de alta seguridad más cercanas a su domicilio.
¿Está usted de acuerdo?
Índice Flamígero: A mediados de septiembre, en Salina Cruz, Oaxaca, petroleros de todo el país se reunieron para continuar con la lucha contra el priísta Carlos Romero Deschamps.
Entre los puntos que debatieron los adheridos al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana se encuentra la convocatoria a elecciones seccionales, en las que se aplique “voto libre secreto y directo”. El objetivo está en derrocar a Romero Deschamps.
También se exigió que Enrique Peña Nieto, “cese de inmediato el ilegal respaldo al grupo que encabeza Deschamps, tanto desde la estructura de Pemex como desde la dirección general de registro de asociaciones de la Secretaría del Trabajo”. + + + Tras la firma de ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo, pospuesta durante décadas, ahora ya será posible la creación de sindicatos paralelos. En una de esas, el de Romero Deschamps se vacía y los petroleros se van a otro u otros que sí los representen a cabalidad.
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