El interregno de los resentidos: + deuda, + salarios y ¡el INE = policía chino!
Francisco Rodríguez martes 24, Jul 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Bajo la orden “hay que impedir a toda costa que este cerebro funcione”, el dictador fascista Benito Mussolini sumió en las bartolinas al teórico de la “filosofía de la praxis”, Antonio Gramsci. Y sin más ayuda que un crayón y su prodigiosa memoria, el gran pensador redactó las 2 mil 848 páginas que integran los Cuadernos de la Cárcel.
Estos cuadernos se suman a las grandes obras redactadas en cautiverio, como México a Través de los Siglos, escrita casi en su totalidad desde la prisión de Belem por los historiadores encabezados por Vicente Riva Palacio, y La Revolución Interrumpida de Adolfo Gilly, hecha en Lecumberri hace cincuenta años, durante la represión del ‘68.
En su obra maestra, Gramsci apuntó sus reflexiones sobre el fatídico interregno, ese período de traslación del poder donde lo viejo agoniza y lo nuevo no puede, todavía, nacer. En él aparecen una variedad de síntomas mórbidos, una serie de enfermedades sociales difíciles de explicar pero fáciles de comprender.
El poder estatal quiere mantener sus privilegios a base de medidas desquiciadas, aprovechando enormes vacíos de poder que son ocupados alegremente por los cínicos, ventajistas, acaparadores, usureros y corruptos que quieren detener con posiciones de fuerza lo inevitable, desde la soledad represiva y facilona.
Así las cosas, hoy los supuestos gobernantes mexicanos intentan sacar el mayor y más sustancioso provecho del interregno, en medio del cual no gobiernan, sino que medran. La fuerza del proyecto que aún no nace está fincada sólo en la esperanza de la mayoría. La fuerza de lo que aún no muere se nutre de ambiciones inconfesables y fundamentalmente de miedo a su personal futuro.
Al final, acaba por imponerse la razón, pero mientras el pueblo es sometido a presiones bajunas de medios comprados e infames y a todo tipo de puñaladas al erario y a la confianza que definen los perfiles de los trogloditas que han aceptado hipócritamente haber sido vencidos, pero que no dejan de negociar su impunidad frente al régimen que llega.
Una serie de medidas, todas ellas desquiciadas e inconsultas, se han tomado por el viejo régimen que se resiste a morir: la contratación al cuarto para las doce de una enorme deuda pública externa que no se justifica ni puede sostenerse, el “remoje, exprima y tienda” para lavar diez mil millones de dólares a días de colgar los tenis, es francamente obsceno. Un robo en despoblado.
Aprovechar al sujeto de medio pelo con genética salinista que pusieron al frente de la catastrófica Secretaría de Hacienda y Crédito Público para bajar la cortina, José Antonio González Anaya, para subir inopinadamente el sueldo y las prestaciones de todos los burócratas de cuello dorado a niveles que el nuevo régimen considera inaceptables y lesivos, es francamente una actitud retadora en condiciones perdidas.
Máxime cuando el nuevo régimen descartó usar el anzuelo de mil 500 millones de pesos que el peñanietismo le ofrecía, sin interés alguno, sabe usted, para afinar los trabajos de transición. Una bofetada con guante blanco para esos pescadores de aguas dulces.
La actitud de los consejeros ubérrimamente pagados del Instituto Nacional Electoral atacando sin razón un fideicomiso con fondos privados, regido por la Ley de Instituciones de Crédito y el Código de Comercio, y no por disposiciones electorales, excede las funciones de ese ridículo organismo autónomo y lo rebaja a nivel de pleito de cantina.
El INE se pasó de la raya, inscribiéndose en los reclamos de los mandarines judiciales que se resisten a perder sus privilegios salariales que exceden toda cabida entre un pueblo miserable. Sujetan la impartición de justicia o aún la oferta de expresar sus silogismos a prebendas injustificables, al nivel de la prostitución de las instituciones.
Ejerce abusivamente sus funciones, lastima todas las leyes habidas y por haber con tal de echar tierra al proyecto de los mexicanos. Enloda a ciencia y paciencia, con argumentos ñoños la iniciativa de un grupo de ciudadanos que al ver que el gobierno no actuaba en consecuencia ante el terremoto de hace diez meses se decidió ayudar a la comunidad damnificada.
El colmo de la impudicia y la ignorancia, el uso del poder para exhibir sus miserias jurídicas. No es posible que ignoren lo que es un fideicomiso, una figura elaborada para cumplir con un objetivo concreto , que no guarda relación alguna con actividades partidistas que el oficialismo fue líder en denostar. Parecen policías chinos.
Es lo mismo que vituperar cualquier fideicomiso que se hubiera confeccionado para fines culturales o deportivos con financiamiento privado. En estricto sentido, al no desempeñar funciones electorales, el INE no tiene nada qué hacer en éste que deturpa . Distrae la atención de las grandes cantidades de dinero lavado que el sistema utilizó para comprar el voto de las clases más necesitadas, desde las franquicias pripanistas y desde las trincheras “independientes”.
Sin conocer el fondo de los rebotes, el INE del tal Lorencillo puso en la picota, abrió al ludibrio público la estructura de los organismos constitucionales autónomos y el abusivo desprecio hacia la economía popular y el estrecho presupuesto para obras públicas con el que operan desde las penumbras.
Más tardaron en elaborar los supuestos argumentos —argucias, en realidad— para atacar, con el absoluto apoyo de los medios de comunicación a modo, que no entienden de la misa la mitad, que en recibir la respuesta documentada del ejercicio de los fondos privados en la solución de necesidades de damnificados.
Las cajas de Pandora, los rincones del entrambulique han sido destapados. Todo por enlodar el sentido de la votación de la enorme mayoría. Se ufanan de haber descubierto un garlito. Sólo se descubrieron a sí mismos en su infinita capacidad de sometimiento y rapiña, a cambio de guardar su comodidad y de negociar su futuro inmediato en la impunidad rampante.
La infamia crea más infamia. Somos expertos, por ambición, para hacer de cada solución un problema. El interregno mexicano es una cuestión de pesos y centavos, ahora de miles de millones de dólares. El virus del interregno es como un robot, subsiste sin necesidad de nada y ataca en la forma que nadie se espera.
Cuando algún agente externo, medicamento o bacteria, lo pretende atacar, cambia de posición. No se pueden predecir sus movimientos, sólo se detectan sus impulsos. Son provocados por un vacío de poder en medio de la apatía y la abulia de una población cansada.
Crisis económica, financiera, petrolera, monetaria, política, presupuestal, más corrupción, violencia desatada e impunidad han logrado fabricar un coctel que no augura nada bueno. Los primeros perjudicados son los que tendrán que explicar los motivos de su corrupción ante las instancias nacionales o internacionales competentes en delitos de lesa humanidad.
Aunque el destino de los mexiquenses ha sido trazado por ellos mismos de antemano, todavía nos falta ver muchas cosas que no tardan en aparecer. Es el motivo del nerviosismo de la casta gobernante. El miedo lleva al odio y éste no se sabe hasta dónde nos puede llevar.
Es el problema de habernos puesto en manos de ignorantes, ambiciosos y ñoños que por fortuna ya se van. Debe quedar atrás la larga noche que cayó sobre los mexicanos. No nos merecemos este desaguisado de fin de sexenio. Debe imponerse ya la cordura, saltar este infame interregno de la mejor manera.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Escribe don Rubén Mújica Vélez que tras el triunfo de AMLO este 2018, “¡El pueblo tiene la palabra! El triunfo fue arrollador, indiscutible, ahora viene lo más arduo: la organización del pueblo: 1.- La catarata de votos transformó a AMLO de ‘tsunami’ a ‘meteorote’ de Chicxulub: ¡mató a los dinosaurios! O ¿acaso los dejó malheridos? La sarracina electoral nos dejó paralizados y, he aquí el quid del asunto, atónitos a líderes de países industrializados, el primero, Trump. Este le dijo a Trudeau: ‘las cosas con México han cambiado’. Obvio, ha perdido el sumiso Peña y ahora tienen enfrente a un desconcertante líder nacionalista, reformista que, en caso de asediarlo, pueden orillarlo a medidas más próximas al latinoamericanismo que parecía muerto y que revela como los personajes de la novela ‘que los muertos que vos matáis gozan de buena salud’. Los líderes del desbocado capitalismo, más salvaje que nunca, temen confrontar a un puntual seguidor de Simón Bolívar que profetizó que ‘Estados Unidos está condenado fatalmente a causar graves perjuicios a América Latina’. Más graves conforme ha encontrado lacayos que, como Peña Nieto trabaja a favor de los intereses extranjeros, cediendo las riquezas de la nación que dice gobernar. Hoy se reinicia la ruta que vislumbró Salvador Allende en los momentos de su asesinato: ‘las puertas cerradas el pueblo las sabe abrir’. Hoy en México el pueblo rompió cadenas y abrió puertas que parecían imbatibles. Pero he aquí el máximo peligro: el capitalismo salvaje, cuya nave más agresiva es la que comanda el energúmeno yanqui, ha sabido tender conjuras a todo lo largo de su historia ensangrentada para destruir los proyectos nacionalistas en el mundo. Por todos los rincones de la Tierra se han multiplicado esos ejemplos de intromisión criminal y pruebas de la diversidad de medios asesinos para cerrar el paso a la lucha por la soberanía de los pueblos. Este es el máximo escollo y el más peligroso para las naciones en busca de un futuro propio. Chile, Brasil, Argentina, los ejemplos inmediatos. 2.-La madeja de intereses burocrático/políticos en el país que avizoran que con la agonía del dinosaurio o de su muerte, van a pique los negocios sucios que han enfangado a la nación y que han creado la peor desigualdad social que podríamos prever. Esta era y es, en caso de no corregirla, la siembra de la guerra civil de este siglo. Sumar a esto la cauda de corruptelas desde el gobierno que puede coronar a Peña Nieto como el peor Alí Babá del milenio, adopta la forma de detonante de la violencia social. Ya desde ahora cuando apenas se han enunciado las primeras medidas anticorrupción y las enfocadas a contar con un gobierno austero y probo, han desatado a los perros de la malversación de los dineros del pueblo. La prueba más evidente: el aullido de los lacayos televisivos y de todos los medios que ven hundirse la cuna de su enriquecimiento. Ya desde ahora, se ha desatado una campaña idéntica a la de 1911 que desacreditó, ridiculizó y auspició el asesinato de Madero y Pino Suárez. Cierto, el origen latifundista del coahuilense y su ilusoria idea de la bondad humana, lo llevaron al cadalso. Pero esa campaña desde las televisoras anuncian los tambores de guerra de los neopolkos que nunca criticaron a Peña Nieto y su traición a la nación, porque era la fuente de ingresos mal habidos de los corruptos ‘comunicadores’. Pero no perdamos de vista a estas jaurías porque no se han de concretar a ladrar. Morderán, al perder su presa. No los minusvaloremos. 3.-La burocracia y los grupos políticos y económicos que han engordado a la sombra de Su Majestad ‘El Moche’ están furibundos porque ahora sí amenaza con morir la ‘gallina de los huevos de oro’ que anticipó Peña Nieto y que ahora vamos a revivir. Esos grupos son sumamente peligrosos por sus cotos de poder en todo el territorio nacional, con una sociedad proclive, anuente a la corrupción. Son además, por origen, identificados con el golpismo que en América Latina ha atacado a sus mejores líderes y han sido apoyados por el Imperio yanqui. Por eso el pueblo debe parar esos propósitos criminales de impedir la democracia con la que soñamos. Con una sociedad con valores humanistas y ansias de fraternidad. Conclusión El pueblo liderado por Morena, y en apoyo a su gran líder, debe defender su éxito electoral, pacifico, al que veíamos casi imposible. Por eso, debemos organizarnos, politizar y formar políticamente a nuestros ciudadanos para luchar denodadamente contra la reacción, contra los neopolkos, contra los ‘mochos’. ¡Organizados lograremos conquistar la Patria grande!”
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