Ni va a pulverizar a la administración, ni va a centralizar el poder
Francisco Rodríguez viernes 20, Jul 2018Índice político
Francisco Rodríguez
A escasos días de haber abdicado y cuando le faltan pocas semanas para emprender las de Villadiego, el presidente sigue dando coletazos de muerte. Asesta puñaladas al presupuesto, quiere llevarse hasta los clips. Sigue desangrando nuestro futuro, asaltando en despoblado, robándose las esperanzas que pueda.
Hace unas cuantas horas acaba de firmar otro documento de deuda externa a espaldas del nuevo Congreso, a desprecio del pueblo que se volcó en las urnas, a contrapelo de la historia: pidió diez mil millones de dólares para asegurar su mullida retirada. Subió al 53% del PIB las obligaciones que tendremos que apechugar junto con todos los hijos, nietos y bisnietos.
Tan fácil que hubiera sido congelar e incautar fiscalmente los diez mil millones de dólares que hace unos meses lavó Pedro Aspe Armella y sus patrones salinistas, aparentando que los metían como inversión extranjera directa para reparar y dar mantenimiento a la obsoleta flota de aviones viejos de Volaris.
Tan fácil que hubiera sido esperarse unas horas para que el nuevo Congreso prácticamente en funciones revisara los términos del endeudamiento y su imposible viabilidad. Pero no. Creen que están en el viejo Atlacomulco y pueden hacer todavía lo que quieran. No saben de rebotes. Nunca han visto la guadaña sobre sus hombros.
Con esta deuda contraída a nuestras costillas, el monto de las obligaciones monetarias con los financieros neoyorquinos sube a 11 billones de pesos. Una cantidad que ni en sueños podrá pagar una economía subtercermundista como la que dejan. Estamos más pobres que un perro de ciego.
El puñado de diputados y senadores priístas, que juntos casi cabrán en un elevador, tendrá que responder ante el pleno de esta desquiciante barrabasada. Los momios están en contra. No tendrán ni la información ni las luces necesarias para hacerlo, lo puede usted jurar ante el Bendito.
Se trata de individuos que escogieron la vía plurinominal de representación en las cámaras de Diputados y Senadores, porque huyen de la justicia, quieren el fuero como última ratio. Sus líderes camerales, los pastores de esa bufalada de favoritos no saben leer. Además, no ganaron un solo distrito, a veces ni una sección electoral en disputa el pasado primero de julio.
Nadie apuesta por la posibilidad de que esos nuevos patiños quieran subir a la tribuna para desgarrarse sus pobres vestiduras con el objeto de defender a los bandidos que se van embozados. Ni tienen por qué, ni saben cómo. Ellos sólo cobrarán las dietas esperando evadir las bartolinas. Los que se van, empero, confían en sus habilidades parlamentarias.
Todo esfuerzo será nulo. Creen que los que llegan no conocen los filtros del poder. Están equivocados. Los que llegan han gobernado la tercera ciudad más grande del mundo, se han enfrentado contra las envidiosas autoridades financieras, han redactado una Constitución social. El que será el Ejecutivo se cuece aparte.
Mientras todos los vocingleros de micrófonos y diarios comprados se hacen una hablando de la inexperiencia de Morena para gobernar, el nuevo equipo espera paciente la salida del sol para arremeter con toda la fuerza. No se trata de ñoños ni de improvisados.
Desde las trincheras de la oposición durante cuarenta años y, después, desde las oficinas del gobierno de la Ciudad de México, Andrés hizo la mayor obra pública de que se tenga memoria reciente. Batalló contra un desafuero inconsulto, donde ni las fuerzas armadas de Sedena y Marina quisieron intervenir en favor del punitivo Fox.
Frenó la corrupción heredada, redujo el gasto burocrático, adelgazó eficientando la administración de la capital nacional, evitó las protestas y la inconformidad social y ejecutó los mayores programas sociales que se recuerden, hoy replicados en la mayoría de los gobiernos estatales. Y le alcanzó el dinero.
Las ayudas a la tercera edad, los apoyos a madres y padres solteros, la protección médica a la población, los seguros de desempleo, las fuentes de capacitación y trabajo para los jóvenes, su asegurada asistencia a las aulas universitarias, las grandes obras viales, la ampliación del sistema de transporte masivo, fueron posibles en sólo seis años.
Hoy que los grandes estrategas plumíferos lo vituperan, parece que recuerdan los oficios que prestaron al panismo conservador y al yunque gobernante para sacrificar al de Tepetitán. Los que hoy quieren formarse en las filas de los conversos, tratan de que se olvide su pasado.
Es la misma reacción que la de los mexiquenses: creen que por hablarse de reconciliación y recibir una palmadita en la espalda, todo está olvidado, y a coser y cantar. No alcanzan a entender que el compromiso sellado con el 75% de los mexicanos es agua de borrajas. No es así.
El nuevo régimen está consciente de la tarea. Ni va a pulverizar a la administración, ni va a centralizar el poder, ni a instalar la autocracia. Esos son polvos de otros lodos. Saben que otro intento en ese sentido puede llevar a la decepción nacional que padecemos. Saben que se juegan la esperanza del pueblo: lo más difícil de retener.
Sin embargo, todos quieren seguir aferrados a sus imposibles privilegios, a las canonjías obtenidas. Ya se acabó el danzón. Los ministros de la Corte no espantan con el petate del muerto. Sujetan la justicia a la condición de seguir devengando sueldos y viáticos esquizofrénicos. Todos sabemos de qué lado masca esa iguana.
Los presuntos expertos de la industria petrolera, cuyos sitiales fueron conseguidos con la complicidad, el favoritismo y los compadrazgos deberán dejar de robar al pueblo, de esquilmar el presupuesto. Todos sabemos que no saben hacer nada, pero cobran sus servicios como si fuesen jeques árabes.
Los actuales dueños de los sindicatos de industria, ferrocarriles, telefónicas y magisterio, creen que son indispensables. Que tienen controles insustituibles, que sólo sus chicharrones truenan en ese viejo oficio del charrismo obrero y de la sujeción de la masa trabajadora. Se les olvida que el nuevo régimen viene de pelear contra sus obstrucciones y trampas.
No saben que entre las filas del nuevo régimen se encuentran luchadores sociales y expertos en la lucha contra farsantes. Que se saben todos los bailables y conocen todos los pasitos, hasta algunos muy desconocidos para los badulaques.
Los famosos negociadores de tratados internacionales de la sumisión creen que sólo ellos conocen el abarrote. Se les olvida que existen Europa, los BRIC, que hay un mundo emergente de nuevas potencias, mientras se desangra el despotismo de Trump, humillado por Putin en Helsinki.
Se les olvida que México entero demostró su mayoría de edad, la que le permitió cambiarlos a todos, borrarlos del panorama, mandarlos con La China Hilaria, quitar sus estorbos de en medio. Probar los aires frescos de la autonomía y de la libertad.
¡Fuera los impostores! ¡Justicia a secas! Es lo que pide el pueblo. Hacia allá fue su mandato. Y ya sabemos que nunca se equivoca.
Índice Flamígero: Durante las últimas horas, los textoservidores han estado de plácemes, refocilándose y golpeando al Movimiento de Regeneración Nacional por la multa de 197 millones de pesos que el INE aplicó al partido político de Andrés Manuel López Obrador. Sólo que, como acusó ayer el propio AMLO, se trata de una venganza orquestada por los seis consejeros propuestos por el PRI, los tres propuestos por el PAN, y los 2 propuestos por Los Chuchos, quienes se lanzaron como El Borras, aún a sabiendas de que el fideicomiso en la litis es privado, ajeno a lo electoral. Llevaron la batuta los consejeros Marco Baños y Adriana Favela propuestos por los priístas, mismos que trataron de incidir en los resultados electorales del 1 de julio, pues pidieron que el Consejo General multara a Morena en horas previas a la elección por el fideicomiso señalado. Esta resolución de multar al partido triunfador es profundamente ilegal. La Unidad fiscalizadora del INE, en contravención al artículo 69 del Código Fiscal de la Federación, utilizó información fiscal de personas físicas para propósitos diferentes a los solicitados. Por eso el caso irá al Tribunal Electoral y, seguramente, no prosperará la maniobra vengativa de los representantes de los derrotados partidos políticos PRI, PAN y lo poquito que queda del PRD. + + + Luego de leer que Lázaro Cárdenas Batel podría ir a dirigir a Pemex en el próximo sexenio, Bibi Villavicencio escribe: “¡Lo q faltaba! Está bien que AMLO esté enamorado de Lázaro, El Tata, pero no todos compartimos tanto entusiasmo. AMLO está despilfarrando la ganancia. Lazarito, ¡por favor! Ojalá fuera la Iglesia en manos de Lutero, mejor nos habría ido (a la Iglesia), más bien Alí Babá encargado de la cueva… Cuantos callos se pisan con el bajón de super salarios. ¡Qué de chillidos se oyen por doquier!
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