Cayó el corrupto “PRI español”. El de aquí caerá muy pronto
Francisco Rodríguez lunes 4, Jun 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Cualquier coyote, intermediario o facilitador de negocios que pidiera una audiencia en Los Pinos para proponer un entrambulique que reportara a Enrique Peña Nieto ganarse alrededor de 200 millones de dólares en quince años, sería automáticamente corrido de la reunión por atrevido, pero sobre todo por poquitero.
De inmediato, sería boletinado al interior del círculo dorado para que ninguno de los favoritos de Los Pinos se dignara a recibirlo jamás. Pasaría en automático a engrosar las listas negras de indeseables, junto a todos los empresarios improductivos que tienen el morro de hacer perder el tiempo a los mandarines mexiquitas.
Y es que también entre los coyotes hay niveles, le dirían con desprecio y lástima. Jamás aspiraría a volver a hablar delante de los empoderados…. ahí acabaría su carrera entre los pasillos del “bisnes”. Casi pasaría a ser un traidor, absurdo y megalómano. ¡Hágame usted el refabrón cavor, sólo 200 millones de dólares en 15 años, ni para la morralla! Peor cuando 200 millones de dólares ahí los hacen ¡en sólo 15 minutos! ¡Cómo se atreve!
Pero eso, que para los funcionarios sería una falta a la amistad y a la confianza, es lo que llevó al Partido Popular español —que durante 15 años rigió los destinos de la novena economía mundial— a ser defenestrado del poder y arrastrar una moción de censura en el Parlamento ibérico que lo separará mucho pero mucho tiempo del Palacio de la Zarzuela. Y falta ver las consecuencias.
La caída de este “PRI corrupto español” se dio tras la investigación del Caso Gürtel, encabezada por el empresario Francisco Correa Sánchez —cuyo apellido Correa en alemán dio nombre al caso— como El Padrino que jefaturó los tiquismiquis y transas de los miembros del Partido Popular de Rajoy, Aznar y contlapaches, apoyados por la Corona testimonial, para llevar a cabo negocitos mínimos que le llevaron a sus bolsillos la cantidad de 150 millones de euros aproximadamente en los últimos 15 años.
Para los funcionarios, tales eran casi negocios de viuda. Para los españoles, la pérdida de la legitimidad y del poder público, además de la vergüenza que significa ser echados del poder por rateros y tramposos. Un secretario de Despacho, como Ruiz Esparza, se gana esa cantidad en los moches recibidos para construir cualquier socavón. Ya no digamos Peña Nieto o Videgaray.
Pero aún hay más, como decía el clásico de la “televisión para jodidos”. El mismo día que se llevó a cabo la reunión parlamentaria para retirar la confianza a los conservadores del Partido Popular de Rajoy, se instaló en Venecia la reunión anual del famoso Grupo Bildelberg, un cenáculo de poderosos que le tienen asco al socialismo.
Se esperaba que uno de los acuerdos del grupo transnacional de poderosos, jefaturado por los Rothschild, sería descartar cualquier posibilidad de que los independentistas vascos y catalanes, más las minorías de independentistas de Podemos y de los partidos de los jodidos españoles votaran a favor de convertir en nuevo presidente del gobierno a Pedro Sánchez, representante del Partido Socialista Obrero Español.
El Grupo Bildelberg, donde han participado consejeros de número con una larga tradición monárquica, desde los reyes de la península hasta los editores de la camarilla gobernante como el influyente negociante José Luis Cebrián, tuvieron que agacharse ante los reclamos populares y dejar pasar a los encabronados independentistas y socialistas. Algo nunca visto.
Han cambiado los tiempos. Las monarquías borbónicas europeas que han manejado el pandero, llegaron al límite. De hoy en adelante, los lavaderos de Luxemburgo, más los paraísos fiscales de Andorra y Liechtenstein tendrán que aceptar la imposición de nuevas reglas, si quieren seguir dominando el mundo.
Todo por no poder enjuiciar a Jordi Pujol, ese líder del cartel catalán de la droga que derrotó a los gallegos en su propio terreno. Sí, como poderdante de los 44 mil millones de euros que le fueron entregados hace quince años por la pandilla de El Chapo Guzmán, más la N’Drangretha calabresa establecida en Quintana Roo.
Sólo que allá en la Madre Patria —como le llaman los cursis—, el dinero del capo sinaloense sirvió para financiar las industrias con tecnología de punta, mientras que aquí sólo fue la base para el enriquecimiento bestial de los amos de la voluntad ciudadana del pripanismo. En eso definitivamente, también hay niveles, diría Juan Pueblo.
Y como a nadie le dan pan que llore, los jerarcas del Grupo Bildelberg han escogido nuevos socios para andar por la vida. Prefieren los modelos de gobierno de Felipe González y La Bambi Zapatero, con quienes las obras faraónicas servían para derrochar miles de millones de euros que los negocios poquiteros y peligrosos de los ensarapados derechistas del PP.
Ahora, vendrá la venganza política. Cayó la corrupción e impunidad de la derecha española, heredera del mismísimo Franco, asociada en pingües negocios con su homóloga en México, conformada por políticos y empresarios intocables. Saldrán a flote las complicidades ejercidas, donde ha sido un factótum el propio Carlos Slim y, entre otros, Olegario Vázquez, más los “bisnes” del gas natural. El ratón cayó en la trampa.
Desgraciadamente, tienen tan poca imaginación, por no decir otra cosa, los magnates mexicanos, encabezados por el propio Slim, más Baillères, Larrea, Tricio, X. González, Chedraui y compañía que todavía tuvieron el morro, cerca de esos días cruciales para el pueblo español, de juntar sus palmitos para proponer al libanés mexicano se hiciera candidato y derrotar, 30 días antes de las elecciones al hombre de Tepetitán.
Sí, en 30 días que la ley permite cambiar y desechar a los inútiles Meade y Anaya, hacer a un lado a los partiditos paniaguados de todos colores y sabores, para juntar sus fuerzas y maniobras y hacerse del poder presidencial por la legalona. El hombre providencial de siempre, al que recurren para toda empresa fallida, Slim, el palafrenero de Carlos Salinas de Gortari para sacar del espasmo al país.
Un fracaso más, pero ahora con exposición pública, en un marco de desesperación, ya que —como dicen los editorialistas pagados— ojalá sean ya las elecciones, porque si no, López Obrador va a alcanzar los setenta puntos y se llevará hasta el perico. Y eso ya ni Carlos Slim, ni todos los magnates juntos lo podrán evitar, ni soslayar. El pueblo está cansado de ellos.
El espejo español es en el que tendrían que mirarse los magnates tenochcas, envilecidos y complicitados con el poder público local. Porque ni son protegidos del Grupo Bilderberg, ni consentidos por las corredurías neoyorquinas que ya les vieron el diente, y prefieren voltear a otro lado. Acaban de declarar que López Obrador no significa ni devaluación, ni retiro de capitales, sino convivencia pacífica en el terruño.
Para los riquillos mexicanos, significa que el mundo se les viene encima, porque ya no podrán gozar de las sumas multimillonarias en dólares de las devoluciones de impuestos y grandes favores fiscales y laborales en base a lo que han logrado amasar inmensas fortunas. Tampoco de rescates carreteros, bancarios y bursátiles. Tendrán que trabajar bajo las mismas reglas que todos. Nada de concesiones graciosas y regímenes jurídicos selectos o de excepción.
Esa es la crisis de la corrupción. La que provocan los furibundos magnates que creen que se la comen cruda. Deben esperar las reacciones de un pueblo trabajador que ya se ha entregado electoralmente a López Obrador. Se viene un nuevo ciclo. Siempre hay que dar lugar a la esperanza, la honradez y el trabajo.
Todas las calificadoras de inversión y riesgo internacionales han dado su apoyo al programa político del tabasqueño. Los únicos que se lo niegan son los inversionistas de huarache, normalmente prestanombres de extranjeros que quieren seguir expoliando al país.
Lo que viene es el frente contra el populismo de derecha, y contra toda forma de intervención extranjera en asuntos que deben ser del dominio nacional, con una orientación popular y patriótica. ¿No cree usted?
Índice Flamígero: De acuerdo al diario hispano El País, tras ser echado de la presidencia del gobierno, Mariano Rajoy recibirá una pensión de 80 mil euros al año… mucho menos de lo que por ese concepto aquí reciben los ex mandatarios que jodieron al país. Pero, auguran, ya se les va a acabar… + + + Desde Torreón, Coahuila, don Miguel Ramírez manda este mensaje: “Algunas de las encuestas publicadas recientemente ubican a Andrés Manuel López Obrador con una clara ventaja sobre los demás aspirantes a la Presidencia de México. Quienes somos sus partidarios no debemos confiarnos con estos datos, ya que no hay que olvidar que estamos en el país origen de las tarjetas Monex, las tarjetas rosas y las casillas zapato. Ante la diferencia que los separa de AMLO, tanto a Anaya como a Meade, lo único que se les ha ocurrido hacer para acercarse al puntero es enviarse mutuas invitaciones para que uno de ellos decline en favor del otro, algo que parece imposible de consumarse dada la cantidad de improperios y acusaciones que ambos se han lanzado entre sí. Quien ya se agregó a la contienda electoral es la cúpula empresarial, que está ‘orientando’ al personal que labora con ella a que no vote a favor de lo que considera populismo. Difícilmente podrá tener éxito, por la situación desastrosa y trágica en la que nos encontramos y que ya es intolerable. Es grande la posibilidad de que nuestro país, repito: nuestro país, no este país, como despectivamente algunos se refieren a México, pueda tomar un cauce diferente al que le han dado las autoridades que por décadas lo han gobernado. Pocas veces, como ahora, el verdadero cambio se ve tan cerca de que lo podamos lograr. Ojalá que no desaprovechemos esta oportunidad”. Ojalá.
www.indicepolitico.com
pacorodriguez@journalist.com
@pacorodriguez