Nadal y Wozniacki, los mejores tenistas de 2010
* Especiales, Deportes miércoles 15, Dic 2010
El español Rafael Nadal y la danesa Caroline Wozniacki han sido elegidos por la Federación Internacional de Tenis (ITF) mejores jugadores de 2010.
Esta es la segunda vez que Nadal, número uno mundial, recibe este reconocimiento, puesto que lo consiguió en 2008, en tanto que para Wozniacki es la primera ocasión.
Nadal, además de volver a situarse como número uno del mundo, se convirtió en 2010 en el séptimo jugador en la historia que gana todos los trofeos del Grand Slam tras conseguir en septiembre el Abierto de Estados Unidos. Al margen, en su historial también tiene el oro olímpico y la Copa Davis.
“Es un honor ser elegido mejor jugador por la ITF por segunda vez. Después de un año difícil en 2009 es maravilloso recuperar el número uno y finalmente ganar el Abierto de Estados Unidos. Mi objetivo siempre ha sido mejorar cada año”, comentó Nadal.
Wozniacki es la cuarta más joven de la historia en ser la número uno tras Martina Hingis, Monica Seles y Steffi Graf y aunque le falta un ‘grande’ ha sido la más consistente del circuito.
La danesa también consideró “un honor” este premio porque estar en la lista del mismo le hace sentirse orgullosa. “He tenido un gran año en 2010 y estoy entrenando duro para que 2011 sea incluso mejor”, apuntó.
Los estadounidenses Bob y Mike Bryan han sido elegidos mejores jugadores de dobles por séptima vez, en tanto que en categoría femenina el premio recae en el dúo formado por la argentina Gisela Dulko y la italiana Flavia Pennetta.
Gisela Dulko, que sigue la tradición en dobles de su compatriota Paola Suárez, que recibió este premio entre 2002 y 2004, admitió que “no tenía palabras para expresar” la satisfacción que le produce este reconocimiento.
“Todavía no puedo creerlo. No esperábamos acabar el año como número uno del mundo, pero estoy seguro que lo hemos merecido. Hemos sido muy consistentes en muchos torneos” , señaló la argentina, mientras que Pennetta consideró que el nombramiento era “un gran honor” para ambas.
