René Juárez Cisneros: al rescate del barco hundido
¬ José Antonio López Sosa viernes 4, May 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) vive una de sus peores crisis en la historia reciente, la suma de diversos factores como son la pésima gestión del presidente Peña Nieto, la voracidad de los ex gobernadores priístas reclusos e investigados —que hace seis años fueron presumidos como “el nuevo PRI”— y la insistencia de apostar por la amnesia colectiva, lo han sepultado en el tercer lugar de las preferencias electorales sin que tenga una capacidad real de crecimiento con rumbo al 1 de julio próximo.
José Antonio Meade no es el culpable, sin lugar a dudas, la marca que arrastra, las decisiones de Nuño y Ochoa han minado aún más, cualquier intención de reconciliarse con la ciudadanía.
Anteayer, en un acto de desesperación, fue sustituído Enrique Ochoa por René Juárez Cisneros, un priísta de rancio abolengo que viene de esos cuadros tradicionalistas y corporativistas del partido.
¿Demasiado tarde?, quizá, no se ve cómo una figura —cualquiera que esta sea— pueda hacer olvidar a los ciudadanos la casa blanca, la casa de Malinalco, el tren México-Querétaro, los casos Odebrecht, los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, en fin, tantas y tantas cosas que nos han lastimado como sociedad.
Lo más franco para el PRI, sería salir a ofrecer disculpas públicas y comprometerse a no cometer los yerros y corruptelas que aún hace meses, cometían con toda impunidad.
Pero no, la clase política y en especial el PRI no saben reconocer errores y disculparse en público. Eso les está llevando al sótano en las próximas elecciones, el que no lo entienda tiene sordera y ceguera selectiva.
El barco no se está hundiendo en el PRI, está ya hundido, más que pensar en ganar la Presidencia, supongo que Juárez Cisneros tiene como cometido rescatar curules en los congresos y tener números presentables para la asignación presupuestal subsecuente por parte del INE.
Pero, ¿quién es el culpable de la debacle priísta?, principalmente el presidente Peña y su gabinete, así como las novatas gestiones de Ochoa.
¿Aprenderán?, esperemos si algo quieren rescatar de lo que queda de su instituto político.