Tragedia, si intereses frenan pacto climático, advierte FCH
Nacional martes 30, Nov 2010- “Somos responsables de lo que le ocurra a miles de millones de personas en el futuro”, dijo al instar a delegados a negociar en nombre de la humanidad
El presidente Felipe Calderón consideró que sería una tragedia que intereses nacionales impidieran alcanzar un acuerdo mundial contra el cambio climático en la cumbre de Cancún.
“Sería una tragedia que nuestra incapacidad de ver más allá de los intereses personales, de grupo, incluso nacionales, nos hiciera fallar a la hora de enfrentar este reto”, dijo el mandatario ante las delegaciones de 132 naciones de las más de 190 que son miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Al participar en el primer día de actividades de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16) y la VI Sesión de la Conferencia de las partes del Protocolo de Kyoto (CMP 6), Calderón urgió a los negociadores a adoptar medidas concretas en el tema.
“Este es un proceso de negociación muy complejo”, reconoció, pero “aquí somos responsables de lo que le ocurra a miles de millones de personas en el futuro”, dijo al instar a delegados a negociar en nombre de la humanidad.
“En este terreno no puede haber rivalidades porque el desafío es común. Hay un solo reto como también hay una sola especie humana y una sola tierra”, señaló.
En Cancún, agregó, se sientan a negociar miles de millones de seres humanos que esperan que cada delegado hable en nombre de la humanidad entera, de los científicos, de los ambientalistas, de las niñas y los niños que merecen una respuesta clara frente al futuro.
Desde la cumbre de Copenhague, el mundo ha sido testigo de fenómenos climáticos sin precedentes que empobrecen aún más a la gente pobre, la más vulnerable. Tan solo en México, murieron el año pasado 60 personas a consecuencia de los efectos de los desastres naturales causados por el cambio climático, refirió.
“El cambio climático ya es para nosotros una realidad y está teniendo muy graves consecuencias para nosotros y para el planeta”, afirmó, refiriéndose a las dramáticas inundaciones que devastaron parte de Pakistán y a la ola de calor e incendios forestales sin precedentes que vivió Rusia este verano boreal.
Estos son “fenómenos que afectan más a la gente más pobre y la hacen todavía más pobre”, subrayó.
“Seguimos atrapados en un falso dilema: o combatimos el cambio climático o la pobreza en la que viven muchos de nuestros pueblos”, afirmó. “Pero es un falso dilema, porque es perfectamente posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y al mismo tiempo sostener el crecimiento económico”.
“Durante las próximas dos semanas aquí en Cancún los ojos del mundo estarán puestos en ustedes”, lanzó el presidente a los negociadores que le escuchaban. Por su parte, el presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), el indio Rajendra Pachauri, llamó a los países presentes a “cooperar lo más rápido posible”.
“Necesitamos tejer un tapiz de esfuerzos mucho más rico, un tapiz lleno de agujeros no funcionará, y los agujeros sólo se pueden llenar con acuerdos”, consideró por su lado la costarricense Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la CMNUCC.
La conferencia del año pasado en Copenhague debía forjar un acuerdo para proseguir y mejorar la lucha mundial contra el calentamiento global a partir de 2012, fecha en que expiran los compromisos del Protocolo de Kioto. Sin embargo, la cita danesa concluyó con la adopción de un decepcionante texto no vinculante, negociado a última hora por un puñado de jefes de Estado, que propuso limitar el alza de la temperatura del planeta a dos grados Celsius, sin detallar los medios para lograrlo. Un nuevo fracaso este año sería fatal para el proceso. Organizadores y negociadores están decididos a lograr resultados aunque sean parciales, para avanzar de cara a la próxima conferencia de Durban (Sudáfrica), a finales de 2011.
Sin embargo, algunos de los participantes ya han expresado su preocupación de que Cancún siga la dinámica de Copenhague, cuyo resultado rechazan numerosos países -entre ellos Bolivia, Venezuela y Cuba- por no haber sido negociado por la totalidad de los países.
“Se tiene que preservar la regla del consenso para que nunca más existan reuniones de grupos por fuera de los que establece la Convención” para “evitar que lo que ocurrió en Copenhague, a las tres de la mañana, con un documento que ni siquiera había sido ampliamente conocido y discutido por las partes, se vuelva a repetir”, reiteró este lunes el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón.