Entenados políticos
Freddy Sánchez martes 17, Oct 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Ahora resulta que todos están equivocados.
Los que quieren creer lo que a voz en cuello afirma “El Peje”, cuando alude constantemente a la mafia del poder y reparte acusaciones de corrupción a todo cuanto le sea ajeno a Morena.
Los que atribuyen al Partido Acción Nacional y al Partido de la Revolución Democrática, un recrudecimiento de la violencia y la corrupción en las entidades donde llegaron a gobernar, mediante su alianza electoral.
Los que achacan al PRI ineptitud y mal gobierno al haber perdido siete gubernaturas en las elecciones intermedias.
Los que se aferran a ver abuso del poder con corrupción y no cambios y nuevas libertades en la vida nacional.
Los que no reconocen el impulso económico en distintos rubros de la economía, queriendo advertir primordialmente la falta de bienestar generalizado, la quiebra de pequeños y medianos negocios por falta de garantías para operar con rentabilidad y sin extorsiones de la delincuencia organizada, dedicada a cobrar impunemente derecho de piso.
Quienes minimizan el crecimiento de la generación de nuevos empleos, diciendo que el ingreso individual de la mayoría de las personas es tan bajo o más raquítico que nunca en el país y en general los críticos de lo que se ha hecho desde la administración pública en los tres niveles de gobierno, a cargo de distintas fuerzas partidistas con funciones institucionales.
Todos pues, todos, están equivocados.
Al menos esa idea es la que no pocos alineados e incondicionales de los partidos políticos en México se han propuesto hacer creer a los demás, seguramente porque a ellos no le ha ido nada mal, gracias a sus buenas migas y complicidades con los grupos de poder, sean éstos de izquierda, de derecha, de centro o de una mezcolanza de ideologías con sus respectivas acciones de gobierno.
De modo que como bien dice un dicho: “cada quien habla como le va en la feria”.
Y en ese aspecto, es más que evidente que millones de mexicanos están muy lejos de recibir toda clase de beneficios provenientes de los círculos del poder, salvo las “migajas” que se reparten con motivo de las elecciones para sustituir representantes populares, que más bien parecen actuar como gestores de los intereses de sus grupos, aliados empresariales y sirvientes en los ejercicios legislativos.
Así las cosas, justo y necesario es decir que los equivocados, no son los insatisfechos por la falta de bienestar en sus hogares, servicios institucionales deficientes, el desbordamiento y permanencia de toda clase de delitos, pese a la captura de grandes capos, la corrupción descarada de funcionarios y legisladores y demás omisiones, deficiencias e inmoralidades en las actividades públicas cualquiera que sea el sello partidista que la solape.
Los verdaderamente equivocados son los políticos que creen que la gente es tonta y aguantará todo, todo el tiempo.
Craso error cometen, pues esos dizque servidores públicos equivocados y malandrines que no conformes con incumplir sus deberes desde que llegaron al poder para repartírselo y sacarle provecho personal, dejando de lado sus promesas de actuar con rectitud y por el bien de la nación, ahora sólo piensan en la sucesión presidencial y en las manipulaciones, tretas y connivencias que les conviene poner en ejecución para heredar sus cotos de poder a su nefanda casta de entenados políticos.