Independientes, exceso de tráfico
Ramón Zurita Sahagún lunes 9, Oct 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Lo que parecía ser la gran novedad para los comicios presidenciales de 2018, la confirmación del país en su ruta hacia una real democracia, se encuentra a punto de caer en una romería, un juego absurdo del que algunos buscan beneficiarse de alguna forma.
Se trata de la concurrencia de personajes diversos que buscan ser candidatos presidenciales independientes, provenientes de distintos ámbitos, unos recién renunciantes de un partido político, otros desconocidos que buscan sus cinco minutos de fama y unos más, vivales de la política.
Resulta sorprendente el exceso de tráfico que hay en el Instituto Nacional Electoral por la cantidad de personajes que han acudido a registrarse como aspirantes independientes a la Presidencia de la República, número que crecerá notablemente por la ampliación de días para realizar los trámites.
La variedad de nombres llama la atención, los hay de todo, políticos de tendencias varias que militaron en partidos políticos, comunicadores, académicos, ciudadanos y una mujer representante de los indígenas.
Cada uno de ellos hace su lucha por cumplir con los requisitos e intenta sobresalir, aunque la mayor parte de ellos saben que ni siquiera podrán cumplir las exigencias el INE y otros más no podrían pasar la prueba fundamental que es la recolección de cerca de 900 mil firmas de ciudadanos, que deberán juntar en tiempo récord.
El principal escollo, luego de que el INE apruebe el cumplimiento de todas sus exigencias, será el de reunir ese número de firmas, lo que no parecería difícil si se toma en cuenta que el padrón electoral en México es cercano a los 100 millones de electores.
Sin embargo, de ese padrón electoral, en la elección presidencial sufragan un poco más del 50 por ciento, debido a la indolencia de los ciudadanos, lo que hará difícil que una veintena de prospectos presidenciales independientes reúnan a una veintena de millones de electores que les otorguen su aval para competir.
La cuestión es que el elector mexicano que va a las urnas se ha tornado desconfiado, por situaciones varias que han ocurrido en comicios pasados, por lo que resulta complicado que suelten su firma y su copia del IFE o INE para avalar a uno de los aspirantes.
Con todo y ello, el número de aspirantes sigue creciendo en el renglón de independientes, con lo que parecería que le están haciendo el juego a los partidos tradicionales.
Y es que los partidos con registro cuentan con una clientela electoral, grande o pequeña, según sea el caso, la que mal o bien, pero confían en ellos y será difícil que opten por darle la firma a los prospectos independientes.
Los partidos no están tan apresurados para nominar a sus candidatos, sabedores de las dificultades que enfrentan los independientes para reunir el cúmulo de requisitos necesarios para competir.
Las alianzas formadas o a punto de hacerlo entre diversos partidos, algunos de tendencias alejadas unos de otros, les garantizan o eso creen de tener una buena cantidad de electores cautivos, por lo que no les preocupan los tiempos.
Siendo la calidad de los aspirantes independientes, crece la confianza de los partidos políticos en que ninguno de ellos pueda ser atractivo para los electores, especialmente para los jóvenes que desinteresados de la política no los conocen, ni les interesa hacerlo.
Pareciera que los aspirantes presidenciales independientes encontraron una válvula de escape para sus propósitos políticos, aunque carezcan de las condiciones para competir en política y muchos puedan reunir los requisitos necesarios para esa oportunidad.
La creciente lista de aspirantes presidenciales independientes hace que los prospectos para competir por esa misma vía, pero en el caso de diputados federales y senadores no provoque interés alguno en ello.
En la lista de aspirantes presidenciales por esa ruta se encuentran personajes como Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, un ex priísta que se convirtió en ícono, debido a que ganó el gobierno de Nuevo León bajo la ruta independiente, pero que a las pocas semanas de tomar posesión decepcionó a sus gobernados y que ahora se encuentra señalado por su mala actuación como gobernante, pero que muestra su gran ambición.
El Bronco se comprometió a gobernar Nuevo León por los seis años de su administración, negando las aspiraciones presidenciales que hoy tiene y que mantuvo en silencio durante los dos años de su gestión.
Pedro Ferriz de Con, un comunicador que durante años se mantuvo como titular de un noticiario de radio, es otro de los aspirantes.
Armando Ríos Piter, senador y ex perredista, es otro de los ya anotados.
María de Jesús Patricio (Marichuy), va como independiente avalada por los pueblos indígenas.
Carlos Mimeza, empresario y personaje saltado a la fama como cazador de corruptos en Quintana Roo, es otro de los registrados.
Otros más son Alfonso Trujano Sánchez, Wendolín Gutiérrez Mejía, Héctor Javalois Loranca, Francisco Gerardo Becerra, Alfredo Pérez Mata, Edgar Portillo Figueroa, Roque López Mendoza, José Francisco Flores Carballido, Simón Pérez Torres, Mauricio Ávila Medina, Eustacio Salinas Treviño y Esteban Ruiz Ponce.
La reciente salida de Margarita Zavala del PAN anticipa la posibilidad de que en esta semana se registre como candidata independiente, además de otros personajes que preparan sus documentos para ello.
Por su parte, Emilio Álvarez Icaza que anunció su intención de competir como independiente en una pequeña concentración en Tlatelolco, desistió de ello, como ya lo había hecho antes Gerardo Fernández Noroña y Jorge G. Castañeda.
Con este creciente número de independientes los candidatos de los partidos tradicionales comienzan a transpirar confianza de que la pulverización del voto les beneficiará, con todo y que la mayoría de esos personajes serán simplemente rechazados.