Parece que estoy viviendo un sueño
Nacional martes 26, Sep 2017- Los cuerpos de rescatistas, tanto mexicanos como extranjeros, siguen trabajando en las zonas de derrumbes a la misma velocidad del primer día de la tragedia; afirman que no se retirarán hasta sacar el último cuerpo de los escombros
Gloria Carpio
El número 6 está marcado en la vida de Lucía Isabel Zamora Rivera, quien a sus 36 años de edad fue rescatada 36 horas después que estuvo bajo los escombros del edificio de Álvaro Obregón número 286, de la Ciudad de México, el cual se derrumbó tras el terremoto del pasado 19 de septiembre, que fue de 7.1 grados.
Lucía Isabel Zamora Rivera es un milagro de vida, como es el caso de cientos de personas que volvieron a nacer tras salvar la vida milagrosamente, al igual que muchos seres humanos que en este momento se encuentran hospitalizados, luchando por seguir con vida.
Es así como Lucía es el reflejo de cientos de personas que Dios mantiene con vida, porque seguramente les tiene una misión, es por eso que la esperanza, la fe, la solidaridad, pueden vencer el miedo que aún persiste en este país.
El terremoto no sólo sacudió las cosas materiales, sino también la conciencia de los mexicanos, los jóvenes se lanzaron a las calles, ellos son el factor de cambio, que si se unen, seguramente lograrán cambiar a México sin la “ayuda” y “apoyo” de ningún funcionario público, quienes sólo se han burlado del pueblo, como es el caso de la mentira llamada “Frida Sofía”, del colegio Enrique Rébsamen.
A pesar de esta tragedia, donde aún existe rapiña, el oportunismo de los políticos y sus partidos, así como las grandes empresas, México es más fuerte para salir adelante de una forma positiva, así es la actitud de Lucía Isabel Zamora Rivera, quien narró los momentos que vivió durante el 19S. “Estaba en el piso tres. Me acuerdo que tomé mi celular, el ruido fue muy fuerte, el movimiento era intenso, entonces, no supe cómo reaccionar, estaba en las escaleras normales del edificio cerca de mí, pero me dieron miedo, y en eso veo a Isaac (su compañero de trabajo) y me dijo ‘para la escalera de servicio’ y me dirigí con él, no llegamos ni a la mitad del camino cuando vimos el techo desplomarse”, exclamó, con la sonrisa que refleja su renacimiento.
Lucía intentó cubrirse cuando el techo se le vino encima y sólo traía su celular en la mano, en segundos quedó atrapada por los escombros, la joven intentó hacer llamadas, pero ninguna entró, nunca tuvo servicio ni señal y pensó en guardar la batería del celular que tenía para comunicarse con su hermana.
La posición en la que permaneció atrapada no la ubica, pero sí recuerda que estaba a casi 10 centímetros del techo.
“No sé si estaba vertical, no sé si inclinada o parada. Tenía las piernas estiradas, movilidad en los brazos y en el tronco, pero todo a mi alrededor era vidrio, concreto. Quedamos llenos de tierra, con dificultades para respirar. Al principio, recuerdo que estaba un poco inclinada y no podía respirar, y conforme pasó el tiempo, Isaac y yo nos hicimos espacio entre los escombros, para estar lo más cómodos posible”.
Zamora Rivera no presentó dolor o molestias. “En ese momento lo primero que hice fue ver el celular, creo que después recé un Padre Nuestro y tercero le pregunté a Isaac “¿estás herido?”, tócate, revísate, no sentía ningún dolor. Entonces, me revisé, porque dicen que por un trauma fuerte no sientes dolor. Me revisé toda, no tenía absolutamente nada, sólo raspones, porque nos estábamos cortando con el vidrio, nos estábamos haciendo espacio”.
Isaac, el compañero de trabajo con el que estuvo acompañada, es ahora también su héroe.
“Para mí ya es mi héroe, estuvimos hombro con hombro, nos dábamos fuerza desde donde podíamos, él decía que veía mucho por mi integridad física y eso no sabes cuánto lo agradezco. Caímos juntos desde el primer momento, ambos no lo creíamos, es que no puedes creer que te veas ahí adentro. Para mí la sensación es de “esto no puede estar pasando, igual y estoy soñando”, no podía creerlo, el ruido fue fuerte, todo fue muy rápido, pero ya que pasaban las horas, me di cuenta que era una realidad, platicábamos, rezábamos juntos y pedíamos auxilio juntos”.
Cuando empezaron a escuchar los helicópteros, la esperanza les volvía, a diferencia del silencio, que dice, era lo peor que le podía pasar.
“Esos momentos de silencio eran terribles, la cabeza te empieza a jugar mal. Sí, sí vas a salir, pero quién sabe cuándo, bueno tú eres la que tiene ganas de salir, pero quién sabe si Dios quiera, pero llegó un momento en que dije no voy a pensar en eso. Visualizaba el encuentro con mi hermana, guardaba la pila de mi teléfono para hablarle, me visualizaba afuera y en los momentos de debilidad yo decía ‘si estoy aquí, con vida, después de lo que sentí, es porque Dios está planeando algo más grande para mí’, estaba un poco molesta con él, evidentemente”.
Lucía asegura, que tras ser rescatada, sabe que tiene una misión que empieza a descubrir afuera.
“Soy una persona muy amada, muy afortunada. Desde que salí me siento feliz, agradecida, con la misión de hacer algo todavía no sé desde dónde, no sé exactamente cómo, necesito recuperarme físicamente, emocionalmente, mucho cariño, yo me dejo consentir, abrazar”.
Dijo que tiene una comida pendiente con sus rescatistas, quienes con la ayuda de Dios le salvaron la vida. “Todas y cada una de las personas que pusieron un granito de arena están en mis oraciones. Me hacen cambiar mi perspectiva de la vida, de sonreírle a todo el mundo, de devolver algo. Escúchenme, porque se puede, y escúchenme, porque les quiero dar las gracias, he contactado a muchos de los rescatistas en Facebook y los quiero conocer, y además, me dijeron que les debía una comida, entonces, creo que sería pertinente invitarlos a comer, y no sólo a los rescatistas, a los que llevaron comida, herramientas, echaban porras, hubo gente que agarró de la mano a mi hermana y cada uno nombraba al familiar que tenía atrapado y rezaban, entonces todo eso es luz, esperanza, todo eso es unión, y eso a mí me llena, todavía no lo digiero. La gente que ha visto mi sonrisa el día que salí, yo no sabía que estaba sonriendo, estaba feliz. Esto es México”.
La foto de Lucía Isabel Zamora Rivera cuando fue rescatada de Álvaro Obregón 286 en la colonia Roma, Ciudad de México, es ya imborrable en la mente y corazón de los mexicanos que la vieron gracias a la honesta sonrisa con la que fue captada justo al ver la luz de nuevo.
Los 31 rescatistas colombianos hallan los cuerpos sin vida de seis personas del edificio de Álvaro Obregón; se calcula que todavía hay 30 más bajo los escombros
México sigue y seguirá de luto tras el terremoto de 7.1 grados del pasado martes 19 de septiembre (19S) que ha dejado más de 300 personas muertas y que sigue causando nerviosismo entre los sobrevivientes, quienes al escuchar cualquier ruido inmediatamente brincan de susto, palidecen, se altera la frecuencia cardiaca y la boca se pone seca, es por ello que aunque aparentemente todo vuelve a la normalidad, la verdad es que México y sus sobrevivientes tardaremos en recuperarnos, pues la normalidad no significa magia, significa que estamos de luto, pero a la vez fuertes para levantarnos de este episodio tan doloroso, por lo que los mensajes en WhatsApp y demás redes sociales comienzan a ser de ánimo, de luz y amor.
Todas aquellas personas que están dispuestas a cambiar y ser mejores seres humanos deben continuar en esa línea por el resto de sus días y no perder la memoria para que el corazón sane pues todo lo que uno crea se vive y se regresa. Así que a perdonar y pedir perdón; dar y recibir amor.
Este mismo amor se vivió cuando este lunes 25 de septiembre rescatistas colombianos lograron recuperar los cuerpos de seis personas que murieron tras el derrumbe en el edificio de Álvaro Obregón, número 286, en la colonia Roma, delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
El grupo de búsqueda y rescate colombiano, comenzó a trabajar desde el domingo por la mañana, y localizaron los cuerpos durante la madrugada del lunes en uno de los puntos más críticos del derrumbe de acuerdo con información de autoridades gubernamentales.
Los cuerpos de estas seis personas hasta el momento no han sido identificados. Se calcula que aún podrían permanecer más de 30 bajo los escombros.
Los 31 rescatistas colombianos afirmaron que continuarán trabajando con las autoridades nacionales hasta donde lo requieran.
Brigadas internacionales, al rescate de México
Es evidente que las emergencias, crisis o una catarsis natural, siempre sacan el espíritu altruista de las personas y lo ocurrido en México el 19 de septiembre no fue la excepción, pues lo primero que se pudo ver de entre la gente fue esa ayuda mutua, que de un momento a otro aparecieron entre las calles con palas, picos, cascos y demás herramientas que de una manera inmediata pusieron en acción entre los escombros de cada edificio caído a lo largo de la ciudad. Lo anterior conmovió a propios y extraños no sólo en el interior del país, donde surgió una movilización extraordinaria, sino también en otras latitudes del mundo, como lo es el caso de Japón, Estados Unidos, España, Ecuador, Colombia, El Salvador e Israel.
Naranja con azul, la esperanza desde Japón
Yuko Nakamoro, funcionaria de la embajada japonesa, fue la encargada de recibir a un escuadrón de 72 brigadistas provenientes de Japón, quienes se enfundaron en trajes color naranja con azul, uniforme muy parecido al del anime japonés “Naruto”, del que en redes sociales se comenzó a hacer mención, pues es una combinación que representa valentía y coraje en su nación. Ellos hicieron presencia en los sitios de mayor afectación de la Ciudad de México, particularmente en el multifamiliar de Tlalpan, de donde rescataron incluso a un perrito. Posteriormente, llegaron al colegio Rébsamen, con el objetivo de apoyar en el rescate de personas con vida.
Los yanquis se hermanaron con México
De la mano de la embajadora estadunidense, Roberta Jacobson, llegó a México también un escuadrón de más de 60 rescatistas expertos en el trabajo posterior a los desastres naturales, ayuda que se suma a los 100 mil dólares que el gobierno de aquella nación donó para los trabajos de la Cruz Roja Mexicana y las toneladas de equipo que pusieron a disposición del Ejército y Marina.
Roberta Jacobson y su escuadrón visitaron el edificio de Álvaro Obregón 286, en el que concentraron la mayor parte de su ayuda, pues de los edificios colapsados, es en el que se pretende hay aún un mayor número de víctimas atrapadas.
Héroes de Colombia
Desde Colombia arribó al edificio 286 de la avenida Álvaro Obregón, un equipo de rescatistas, quienes con entrega y valor se sumaron al cuerpo de rescate mexicano, con quienes en complicidad lograron salvar al menos seis personas tan sólo el fin de semana.
Este fue un trabajo de al menos 20 horas continuas en el que tanto nacionales como extranjeros dejaron hasta la última gota de sudor por el pueblo mexicano. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, señaló que los integrantes del organismo de socorro viajaron en un avión de la fuerza aérea con 22 toneladas de equipo.
Venezuela se sumó con víveres
Un avión de la fuerza aérea venezolana (FAV) llegó a México el domingo pasado con 10.4 toneladas de insumos y víveres para los damnificados, lo cual fue agradecido por el Ejército mexicano y todo el pueblo que se verá beneficiado por su acto.
España acoge a sus vástagos
Un equipo de rescate llegó también de España, quienes brindaron su esfuerzo en los edificios colapsados de Petén, Ámsterdam, Tlalpan y Á. Obregón, lo que les fue reconocido incluso por el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, quien en redes sociales externó: “ustedes hacen la diferencia; agradecemos de corazón su labor”.
Israel no escatima su apoyo a México
En tanto, seis de los 70 elementos enviados por el gobierno israelí a México, se situaron para trabajo continuo en avenida Álvaro Obregón 286, mientras que el resto fue desplegado en diversos puntos de la misma colonia Roma y Condesa, donde al menos 29 personas han sido rescatadas.
El Salvador hace honor a su nombre
El Grupo USAR de El Salvador fue enviado a la Ciudad de México y se encuentra laborando en tareas de búsqueda y rescate en el edificio C-1 de la Unidad Habitacional Ciudad Jardín, en la delegación Coyoacán, donde se han reportado al menos 23 personas desaparecidas.
Así, los 25 rescatistas salvadoreños, más de 60 de Estados Unidos, 70 de Israel y un sin fin de enviados de otras latitudes de América Latina, trabajan en complicidad con la Cruz Roja Mexicana, Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional, Ejército, Marina y demás autoridades en la búsqueda de sobrevivientes que hayan quedado atrapados en los diferentes edificios afectados el martes pasado, debido al sismo de 7.1 grados.
El Tec de Monterrey rinde homenaje a los cinco estudiantes fallecidos por el temblor del 19S
Alrededor de 3 mil personas, vestidas de color blanco, con flores del mismo color, entre alumnos y maestros que forman parte de la comunidad del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, rindieron homenaje y guardaron un minuto de silencio por los cinco estudiantes fallecidos en dicho plantel, sus nombres son: Alejandro Meza Guerrero, Juan Carlos Álvarez Díaz-González, Edgar Michel Anzano González, Luis Manuel Pacheco Rosales y Rubén Ortiz García.
“Nos dejan una marca profunda en el corazón; serán recordados por haber hecho felices a quienes los acompañamos. No estaba preparada para lo que pasó. Nunca nadie puede estar preparado para algo así”, exclamó Karla García, presidenta de la Federación de Alumnos del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México.
Por su parte, el presidente de la institución, Salvador Alva, dijo: “Qué más quisiera volver el tiempo, no lo podemos hacer, lo que sí podemos hacer es volver mediante conceptos, como el trabajo, dedicación, esfuerzo y dedicación. Por ellos y en su memoria va la reconstrucción que hoy estamos iniciando”.
El Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México informó que además de los cinco estudiantes fallecidos tras el terremoto del 19 de septiembre, se encuentran 40 personas heridas; sin embargo, las labores de rescate y búsqueda en los escombros todavía continúan, con la ayuda de la Marina y otras instituciones.
El Tec de Monterrey informa a los familiares que si están buscando a alguna persona se comuniquen a la línea de apoyo: 01 800 TEC DE MTY / 01 800 832 33 689 para recibir información respecto a su ubicación en algún hospital o seguirle dando seguimiento a su búsqueda.
El escudo de la institución, el cual da la bienvenida al centro de estudios, poco a poco se ha convertido en un altar para recordar a los estudiantes fallecidos. Flores y mensajes han copado el monumento en honor a los jóvenes.
“Esta imagen describe al Tecnológico de Monterrey, por qué el TEC no sólo es una institución, es una familia, si cae uno, caemos todos pero siempre juntos”, escribió una usuaria de Twitter junto a una fotografía del conmovedor homenaje.
Alumnos de la UNAM exigen se les garantice su seguridad; regresarán a clases el 2 de octubre
Será hasta el próximo 2 de octubre cuando los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel sur, de la UNAM, regresen a clases ya que demandan se revise minuciosamente que pueden ocupar los planteles sin que se puede haber otro derrumbe, por lo que exhortan se les garantice que la estructura de los inmuebles esté en perfectas condiciones, de lo contrario, seguirán sin asistir a clases, aunque el rector Enrique Graue Wiechers había asegurado desde el pasado domingo que los planteles fueron revisados y se encuentran en condiciones de ser ocupados por alumnos y personal.
Y aunque Graue Wiechers había informado que un equipo de expertos en estructuras revisó los inmuebles de la UNAM y todos se encontraron en perfectas condiciones, para reiniciar labores académicas este lunes, el funcionario aclaró que sólo algunas áreas con alguna afectación ya habían sido aisladas, pero que no representaban ningún peligro para la comunidad universitaria, por lo que ayer en la mañana, los alumnos abandonaron las aulas y manifestaron que será hasta el 2 de octubre cuando regresen siempre y cuando se les garantice que las estructuras se encuentran en perfectas condiciones.