¿Quedarán conformes?
Ramón Zurita Sahagún martes 22, Ago 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hasta el momento todo es miel sobre hojuelas, los cuatro aspirantes de Morena a la candidatura al gobierno de la CDMX ratifican su confianza en ganar la consulta y armonizar entre ellos.
Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Martí Batres y el agregado de Mario Delgado, son optimista y están seguros de que la encuesta levantada el pasado fin de semana habrá de favorecerlos.
Nadie duda de los resultados de la encuesta, aunque no conozcan la forma en que se hizo (domiciliaria aseguran), pero encuentran certeza en que los porcentajes de la misma serán los que ellos mismos afirman tener.
El más confiado de ello es Ricardo Monreal, el que da cuenta de que algunas encuestas le certifican la ventaja que saca sobre sus adversarios internos; mientras que Claudia es que la precisa que la encuestadora es seria, confiable y que ha efectuado antes otros sondeos, siempre apegados a la realidad.
Claudia dice que ella conoce a la encuestadora y la forma en que opera, por lo que los números serán acertados. Martí y Mario están dispuestos a aceptar los resultados, aunque éstos no les sean favorables.
Cada uno de ellos se nota seguro de su popularidad y del conocimiento que tienen sobre la capital del país y los problemas que la aquejan.
Los cuatro son la oferta que tiene Morena, el partido considerado favorito para ganar los comicios en la CDMX, si es que mantienen la armonía, la unidad y proponen un proyecto atractivo para los habitantes de la ciudad más poblada de México.
Y es que rumores y filtraciones hablan de que esa supuesta unidad no lo es tanto, ya que dentro de los equipos de los cuatro aspirantes se cuelan versiones que hacen saber algunas inconformidades.
Se dice que de ganar Claudia se vería la manipulación de los encuestadores, ya que sería tendenciosa, por ser catalogada la actual jefa delegacional en Tlalpan como la más cercana al afecto de Andrés Manuel López Obrador.
Ahí mismo se menciona que Monreal tiene las maletas listas para aceptar la nominación de un frente aliado que, incluso, ya ha sostenido conversaciones con él.
Monreal es el más animado y seguro de ganar la candidatura, pero de no hacerlo, entonces procederá de otra forma y se asegura que tiene las puertas abiertas, tanto en el PRI, como en el PRD y hasta en Movimiento Ciudadano, partidos en los que ha militado antes de irse a Morena. En el PT no tendría cabida (ya militó también en éste), ya que van en alianza con Morena.
El ex gobernador de Zacatecas es una buena apuesta para los otros partidos y en una alianza entre dos o tres de ellos, podría representar una opción con posibilidades de triunfo.
Ricardo Monreal renunció al PRI cuando no fue designado candidato al gobierno de Zacatecas y con el apoyo del PRD, ganó con facilidad al abanderado del PRI en aquella contienda.
Después de eso fue senador por el PRD y coordinó a las fracciones legislativas del PT y MC, cuando estos partidos requirieron de su apoyo y pidieron a López Obrador les mandara una figura que pudiese hacerlo.
Ricardo es quien tiene la marca de militancia en más partidos políticos, por lo que no sería difícil convencerlo de cambiar una vez más de siglas.
Los otros dos, Martí Batres y Mario Delgado se mantendrían dentro del Movimiento de Regeneración Nacional, ya que saben de no ser postulados al gobierno de la CDMX, les sería asegurada otra posición, Mario iría a la Cámara de Diputados o se enrolaría en el gobierno de AMLO, si es que gana la presidencial y Martí sería candidato al Senado de la República y, posiblemente, el coordinador de su bancada.
Por eso, los analistas consideran que la verdadera disputa se da entre Claudia y Ricardo, los dos ya fueron coordinadores de las campañas presidenciales de Andrés Manuel, Monreal en 2006 y Claudia en 2012.
El acercamiento de uno y otro con el dirigente nacional del partido es impecable, aunque se asegura que el de Claudia es más de afecto y reconocimiento y el de Ricardo es sobre su valía política.
Ambos tendrán su prueba de fuego el próximo jueves cuando se sepa el nombre del ganador de la encuesta y se defina el rumbo a seguir y se alisten las propuestas para convencer al electorado de terminar con la hegemonía que viene manteniendo el PRD en la capital del país desde 1997.
Y es que desde el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en la primera elección para gobernar la capital del país, las victorias del PRD se sucedieron una tras otra.
Cuauhtémoc derrotó a Alfredo del Mazo González y a Carlos Castillo Peraza, el primero del PRI, y el segundo del PAN.
Le siguió Andrés Manuel López Obrador, venciendo a Santiago Creel Miranda y Jesús Silva Herzog, uno panista y el otro priísta. Si el PRI quedó en 1997 en segundo lugar, en 2000 fue enviado hasta el tercero.
Sin ningún problema, Marcelo Ebrard Casaubon le ganó al panista Demetrio Sodi de la Tijera y a la priísta Beatriz Paredes Rangel, ratificando que PAN sería segundo y PRI tercero.
En 2012, la diferencia más escandalosa entre primero y segundo lugar, cuando Miguel Ángel Mancera le ganó a la nuevamente candidata del PRI, Beatriz Paredes y a Isabel Miranda, convertida en candidata del PAN. Otra vez se invirtieron los números entre PRI, segundo lugar y PAN, tercero.
Ahora la batalla se espera ocurra entre Morena y PRD.