Es tiempo de darle su justo valor al agua: Peña Nieto
* Especiales, Estado de México jueves 11, Nov 2010Tras señalar que para el Estado de México la cuestión del agua es una prioridad porque “no sólo es base de la vida, sino de la calidad de vida”, el gobernador Enrique Peña Nieto afirmó que por ello se trabaja en infraestructura hídrica y en su andamiaje legal, y anunció que presentará a la legislatura local la iniciativa para una nueva Ley del Agua, que incluye la creación de una comisión reguladora que vigilará la calidad del líquido y la adecuada prestación del servicio.
En el marco de la 24 Convención Anual Seguridad Hídrica de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS), el titular del Ejecutivo estatal aseveró que sí es posible promover el desarrollo económico de las comunidades, sin comprometer el medio ambiente. Precisó que para ello “se requiere contar con una estrategia puntual de hacia dónde ir, la decisión de hacer una mayor inversión pública en recursos destinados al cuidado y preservación del agua y, sobre todo, mayor eficiencia para que los presupuestos destinados a estos proyectos, se ejecuten oportunamente”.
Ante funcionarios federales, capitalinos, estatales y municipales, investigadores y empresarios, así como embajadores y representantes de organismos internacionales relacionados con el agua, Peña Nieto destacó que los retos en esta materia son enormes y requieren de magnos presupuestos pero, sobre todo, de compromisos, proyectos y obras de largo plazo, incluso de carácter transexenal.
Consideró que ya es tiempo de que sociedad y gobierno le den el justo valor al agua: en esta labor es fundamental la concientización que hagan todos los organismos y empresas dedicadas a este rubro, “para que la población no sólo esté dispuesta a pagar el costo de este vital líquido, sino a utilizarlo y preservarlo de manera responsable”.
Peña Nieto planteó tres puntos torales para enfrentar el reto hídrico: primero, saber y reconocer cuál es el estado actual de los recursos, cómo está el inventario y cuál va a ser la fuente de abastecimiento para las ciudades y, en particular, para el Valle de México.
Segundo, propuso impulsar una transformación de fondo en el campo, a través de una “revolución verde” que no sólo detone una mayor productividad y riqueza del agro, sino que permita una mayor eficiencia en la utilización del agua, pues actualmente tres cuartas partes del líquido que se utiliza en México, se destinan al sector agropecuario.
Y, tercero, recomendó un Plan Hídrico Nacional de largo plazo, con metas realistas y compromisos específicos de los tres órdenes de gobierno. “Debemos invertir más en infraestructura para la captación y el almacenamiento de agua pluvial, así como promover que cada casa, escuela y comercio, cuenten con sistemas locales para el mismo fin. En pocas palabras: el agua de lluvia debe ser un recurso y no una amenaza”.