Los errores claves del sistema político
Francisco Rodríguez lunes 7, Ago 2017Índice político
Francisco Rodríguez
Siete errores cometidos dentro del sistema político mexicano los últimos 50 años, muchos de ellos desconocidos por las jóvenes generaciones —la mayoría electoral del país—, definen el estado actual y el rumbo previsible de la nación. Es necesario recordarlos, con la firme esperanza de frenar su impacto y, sobre todo, para que no vuelvan a cometerse.
El primero fue haber llevado al poder a un sujeto acomplejado, miedoso, vengativo y sanguinario como era Gustavo Díaz Ordaz. La instalación del gorilato y la represión asesina en contra del movimiento estudiantil del ‘68, que sólo pedía reivindicaciones políticas, y al que le fue atribuido una paranoica inspiración comunista.
La represión de 1968 ubicó a México dentro del anaquel de los más furiosos representantes de la cerrazón política, el desprestigio de su gobierno ante la comunidad internacional, el último eslabón que lo unía con una tradición de estabilidad, crecimiento y gobernabilidad, antes admirada por todos los países emergentes e independentistas del mundo.
El segundo fueron las erráticas decisiones en la conducción de la economía de Luis Echeverría Álvarez, el despilfarro presupuestal y el delirio tercermundista; la obsesión por un liderazgo internacional ilusorio y la instalación de la demagogia populista de derecha que causaron graves problemas en la estabilidad económica del país.
Echar a funcionar de una manera esquizoide la máquina de hacer billetes, sin respaldo, para fortalecer la imagen pública, local y externa de un manirroto en el poder, obsesivo por el reconocimiento y los lauros ultramarinos, llevó a México a un pozo sin fondo.
El círculo cuadrado y profundo de esas decisiones generaron un fenómeno desconocido en México: la pavorosa inflación y su ascenso incontrolable, hasta el ahorcamiento de la planta productiva instalada y el enseñoramiento cabal de la estanflación. La inflación, más la recesión, más el estancamiento económico, del que aún no podemos salir.
El tercero, aunque parezca repetitivo, fue la manipulación demagógica de los yacimientos petroleros, la “administración de la abundancia”, utilizada para el lucimiento personal del equipo de José López Portillo, financiero de causas extranjeras y conflictos donde México era el pagano con petrodólares, tan necesarios para financiar proyectos nacionales en favor del mercado interno.
El financiamiento en petrodólares de las guerras intestinas centroamericanas, a cambio de nada, sólo para encubrir las manipulaciones y la intervención gabacha en esos territorios, más el apoyo ilimitado al PSOE de Felipe González, son episodios vergonzosos de los alcances de un sexenio errabundo.
El cuarto, la decisión del propio López Portillo de entregar el poder a la tecnocracia de huarache, encabezada por Miguel de la Madrid, un abogado de medio cachete, desconocedor del sistema político y de sus resortes, que se rodeó de una quinta columna de jóvenes economistas inyectados desde el exterior por un odio profundo a México.
El quinto, la consecuente decisión en favor de Carlos Salinas de Gortari, un presidente que ascendió al poder en base a una elección ilegítima, asesorado desde Los Pinos por Joseph Córdoba Montoya, el poder real tras el trono, espía comprobado de los financieros neoyorquinos y europeos, quien diseñó una buena parte del futuro mexicano.
La entrega de los despachos del Ejecutivo, las posiciones estratégicas del sistema político, a una caterva de improvisados, fantoches, cómplices y favoritos en las secretarías de Hacienda, Educación, Gobernación, Relaciones Exteriores, Industria y Comercio, Agricultura, y todas las demás, únicamente…
… para hacer definitivo el desmantelamiento absoluto del Estado en todas sus funciones productivas, ceñirse a los mandatos de los financieros judíos neoyorquinos, adoptar ocurrencias y modelos que ya habían llevado al fracaso en sus países de origen, sujetarse al cuidado escrupuloso de las variables macroeconómicas de una colonia africana o asiática, sólo que con mayor enjundia y obediencia supina.
El sistema político mexicano cayó en el garlito, para asegurar su permanencia, de confiar en las generosas remesas de los migrantes expulsados del país por una economía injusta y una pésima dirección en la distribución del ingreso, más la renta petrolera, cuando Pemex todavía existía. Un recuerdo vergonzoso.
El sexto, la sujeción absoluta a los mandatos políticos del Imperio, exigente por entregar el poder a la “alternancia” panista, que no resultó diferente a los usos y costumbres de los tricolores priístas, pero sí profundizó sus peores errores: el mantenimiento de la estanflación, la ausencia de idea de nación…
… la ambición monetaria de sus clanes familiares, la perpetuación de la injusticia, y para colmo, la ejecución de los programas militares de los Estados Unidos para que México iniciara una demencial guerra contra el narcotráfico, sin estrategia ni sentido práctico para el país, que nos ha arrojado 250 mil civiles masacrados, torturados y destazados…
… que ubican a México y a sus fuerzas armadas como las más letales, a sus capos y caporales del narco, empleados de las agencias políticas y policíacas gabachas, que han disparado la fuga de los cerebros más destacados y de su población más laboriosa en beneficio del sistema agropecuario estadunidense.
El séptimo, la llegada al poder de los mexiquenses. Se ha dicho todo sobre este desastre político. Pero lo que sí es un hecho, es que tal es la coronación de todos los anteriores. La instalación de ellos en el poder ha significado la entronización de la rapiña más asquerosa y el entreguismo absoluto a los intereses de Estados Unidos, interpretados a favor del demencial Donald Trump.
En toda la vida útil del sistema político mexicano, jamás se habían alcanzado estos niveles de ignorancia, ineptitud y voracidad. Nunca nadie creyó que incluso llegarían a hacer ostentación de estas infaustas prendas, para el oprobio de más de cien millones de nacionales empobrecidos, humillados y avasallados.
Sólo sirven al reducido grupo de empresas extranjeras, estadounidenses, japonesas, españolas, alemanas y de cualquier nacionalidad, hasta brasileñas como Odebrecht, que le lleguen al precio de sus comisiones burocráticas. Sirven también a la rapiña nacional que ocupó antes los mismos asientos.
Creen que sus patrones extranjeros son los que les van a dar empleos jugosos para seguir exprimiendo las riquezas de este vasto país, y creen que tienen la absoluta fuerza y compromiso para obtener, en charola de plata, impunidad e inmunidad para toda su lamentable vida. Todo, porque así ha sido con los presidentes, sobre todo de Salinas de Gortari para acá.
La elección presidencial en puerta permite albergar esperanzas sobre un nuevo horizonte, al menos sobre otra forma de ejercer el poder. Afortunadamente para la conciencia colectiva se han expresado repulsa inauditas y sentimientos de cambio que, lo que duren, son la prueba de que México entero tiene otra actitud ante los acontecimientos que nos han despedazado.
Si seguimos por el mismo camino de los siete errores descritos, sólo nos espera mayor miseria, desconcierto y una agonía lenta, dolorosa, empobrecida. ¿Usted qué haría?, seguramente persiguiendo a la diosa fortuna. ¿Para qué quiere más?
Índice Flamígero: A sólo 10 meses de las elecciones federales de 2018, los políticos mexicanos siguen en la misma tónica: sólo hablan y, en consecuencia, actúan en torno a los problemas que afectan a los políticos, no a la sociedad. Asamblea Nacional… Frente Amplio Opositor… Spots… Alianzas… No a las alianzas… Con candidato propio… Sumados a… Prerrogativas… Dinero público… Financiamiento… ¿Los ha escuchado usted hablar de empleos? ¿De seguridad? ¿De salario remunerador? ¿De justicia? ¿De problemas de transporte? ¿De…? + + + Y de la comida que los ex gobernadores priístas tuvieron el viernes anterior con su “líder” -jejeje— Enrique Ochoa Reza, sólo tres puntos resaltaron: la reaparición pública del veracruzano Fidel Herrera Beltrán, la ausencia del sonorense Manlio Fabio Beltrones, y la desaparición por unas horas del tlaxcalteca Tulio Hernández, quien padece Alzheimer. ¿Tesis? ¿Propuestas? Nada de eso. Sólo se publicó el menú que degustaron. + + + Y sobre el ex gobernador de Tlaxcala, don Rubén Mújica Montoya escribe: “Hugo Tulio Hernández Gómez. Su progenitor fue el profesor Hernández Hernández, más conocido como El 15 uñas; pues carecía de una mano. Y sus opositores le adjudicaban otras ‘virtudes’. Ambos, priístas Desgobernaron Tlaxcala. Hugo Tulio afirmó que fácilmente con ‘saliva y pulque’. Ahora en imponente declive físico, se extravió. Pero por priísta, motivó una urgente alarma ‘amber o multicolor’ que no se autoriza a cualquier pelagatos. Apareció de inmediato. Pero este su extravío ¿será un aviso del extravío de su partido en que ¡ahora combatirán la corrupción? Pero, pero, pero, los que dicen exigir ese insólito reclamo, ¡tienen un historial político más manchado que mantel de rancho en boda de hija de cacique! Vivimos pues ‘la extinción de los dinosaurios’ sin meteorito de Chicxulub o ‘el canto del cisne’ de ambos? + + + Hoy regresa de su feriado vacacional Enrique Peña Nieto. ¿Quién sabe si para bien? ¿O para mal? Yo creo que para mal.
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