Rumbo a la XXII Asamblea
Ramón Zurita Sahagún lunes 7, Ago 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los priístas tendrán el próximo sábado la clausura de su XXII Asamblea, la que se espera marque los tiempos electorales, aunque no se esperan grandes acontecimientos durante la celebración de la misma.
Se especula mucho sobre lo que podría pasar en los dos días previos a la clausura, en las cinco mesas de debate que se establecerán en cinco distintos sitios del país.
Nadie espera grandes cambios, ni en la de Guadalajara, ni mucho menos en la de Campeche, que están catalogadas como las dos más “calientes”, por los temas a tratar.
Dos personajes se espera serán el centro de la atención en esas mesas, por considerarlos, ahora, como críticos del PRI y opositores a que se abran los cerrojos de los candados que marcan los requisitos de los candidatos presidenciales.
Manlio irá a la de Guadalajara, a lidiar con la visión de futuro que tienen los dirigentes priístas, con la que no coincide y menos cuando la mesa de debates la presidirá Jorge de la Vega Domínguez, un ex presidente del CEN, que además estuvo, lejano, pero estuvo en la mente de José López Portillo para su sucesor en 1981.
De la Vega, a sus 86 años, se mantiene en impecable estado de salud, físico y mental, pero se considera no adecuado para establecer el ritmo a una sesión sobre la visión del futuro de un partido, solamente dos años mayor que él.
Manlio se ha convertido en crítico de su partido, después de casi un año de mantenerse alejado de los principales escenarios políticos, que no de la activa vida política.
Busca reglas claras para la sucesión presidencial, para decidir si participa o no como aspirante a ese cargo, aunque la poca respuesta recibida lo hace dudar sobre su participación.
Él tiene su propio grupo, considerado como gris, por lo que son escasos los políticos que se acercan hacia su movimiento, cuyo eje central es él mismo.
Ivonne Ortega Pacheco, ex gobernadora de Yucatán, buscó los reflectores de Campeche, en la mesa de estatutos, donde las miradas estarán atentas a ella, quien si busca, abiertamente, la nominación presidencial y requiere de evitar se rompan los candados que liberen los requisitos para aquellos que buscan la candidatura del PRI.
Los rumores son insistentes en que se pretende sentar las reglas para que un externo pueda convertirse en candidato presidencial del PRI, con dedicatoria a José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y quien no milita en ese ni en otro partido.
Se habla que de la mano de Luis Videgaray Caso está siendo llevado a esa posibilidad y que para ello cuenta con el respaldo de su grupo, el más poderoso dentro del gabinete presidencial y donde se ubica también al dirigente nacional del partido, Enrique Ochoa Reza.
De ahí que la misión principal de Ivonne Ortega sea la de poner el dique que impida cualquier cambio en ese sentido.
La ex gobernadora de Yucatán anunció hace casi un año su intención de contender como aspirante presidencial de su partido, por lo que exige la selección del candidato se haga de manera abierta, lejos del tradicional “dedazo” que aplica este partido.
Ella sabe que su lucha se torna difícil ante la voluntad de los principales cuadros de mando, pero confía en que durante la asamblea surjan las verdaderas molestias y no las que pregonan solamente un reducido grupo de militantes inconformes, reconocidos casi todos ellos por su ambición personal de alcanzar una candidatura a un cargo de elección popular, sin importar el tamaño del mismo.
La XXII Asamblea del PRI no ha tenido, hasta ahora, la resonancia que tuvieron otras en el pasado, como aquella en la que se aplicaron los candados (algunos de ellos rotos y otros vigentes), contra la voluntad presidencial y donde se creó un cisma, ya que los entonces secretarios de Hacienda, Guillermo Ortiz; Relaciones Exteriores, José Ángel Gurría; de Salud, Juan Ramón de la Fuente y otros más, quedaban fuera de toda posibilidad de contender por el PRI como candidatos, mientras Emilio Chuayffet, secretario de Gobernación, emergía como un sol.
Sin embargo, el verdadero ganón de esos candados fue quien relevó a Chuayffet en Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, quien en una contienda interna, abierta a la población surgió como candidato del PRI, con el resultado de todos sabidos, perdió en la Constitucional contra Vicente Fox Quesada.
Otra épica fue la desarrollada durante los tiempos de Luis Donaldo Colosio como presidente del partido (XIV) donde se dieron los primeros ensayos democráticos, con las consiguientes revueltas que permitieron ventilar temas antes tabúes.
En esta XXII Asamblea parecen jugarle al gatopardo, ya que nadie considera habrá ni apertura de candados, ni mucho menos se abrirá a una elección interna la selección del candidato presidencial, ni mucho menos saldrá de ahí el nombre del candidato presidencial del partido tricolor.
Se trata de un simple ensayo, donde se podrían delinear la estrategia y el programa para quien resulte ser el candidato presidencial de este partido, dando credibilidad a su sobado tema de primero el proyecto y después el candidato, algo que ya les falló en el pasado y que espera se sostenga durante esta ocasión.
Liberan a Xóchitl
Finalmente, con una fianza logró su liberación la polémica Xóchitl Tress Rodríguez, a quien se señala como beneficiaria de una serie de propiedades compradas con recursos del erario y regaladas, presuntamente, por el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa.
La ex candidata del PAN a diputada federal se comprometió a auxiliar a las autoridades, en lo posible, sobre el caso Duarte de Ochoa.