Salazar Douglas, “abogado del dólar”
Francisco Rodríguez martes 1, Ago 2017Índice político
Francisco Rodríguez
Durante la aciaga noche de la llamada Guerra Fría, una tragedia social estadounidense que avasalló las conciencias de la población gabacha, los ciudadanos fueron azotados por dos pestes políticas igualmente importantes: el terror hacia los bombardeos atómicos de los comunistas, y la aparición en escena del gran poder de “los abogados del dólar”.
En el primer caso, millones de estadounidenses, agobiados por el terror informativo desplegado por su Imperio, fueron constreñidos a construir refugios atómicos caseros y colectivos en los patios de sus casas, escuelas, lugares de trabajo e iglesias, con el fin de vivir simulacros de ataques nucleares. La paranoia en toda su expresión.
En el segundo, la aparición de “los abogados del dólar” fue el episodio que continuó la retórica antisocialista y anticlase obrera que se desató en la década de los veintes y treintas del siglo XX, y se convirtió en una parte fundamental de la cultura estadounidense de los white anglo-saxon & protestant (wasp), los ganones de ese circo.
Las armas usadas en contra de los estadounidenses y migrantes inteligentes y preclaros, fueron las listas negras, los juramentos de lealtad, un conjunto de leyes de dudosa constitucionalidad, las amargas investigaciones del FBI, ordenadas por el desquiciado J. Edgar Hoover y las declaraciones de los nefastos delatores.
La leyenda negra del aparato político, ministerial y judicial estadounidense se centra precisamente en las acciones anticomunistas del HUAC, Comité contra Actividades Antiamericanas en la Cámara de Representantes, a partir de que el senador Joseph McCarthy “descubrió” la batalla contra el comunismo como bandera de represión y ascenso en el poder.
Junto con dos jóvenes asistentes, Robert Kennedy y Roy Cohn, encabezaron en las audiencias del Senado gabacho una verdadera cacería humana en contra de todos aquéllos que se opusieran, según las mentes febriles de esos mastines, al dichoso modo y sueño de vida del americano medio. Algo que hasta la fecha explota el felón Trump, en contra de los migrantes mexicanos, su enemigo más débil y desprotegido, contra el que dirige todas las sandeces y venganzas.
Para los congresistas, encabezados en aquel tiempo no tan lejano por los llamados “abogados del dólar”, Parnell Thomas y Richard Nixon (Tricky Dicky se incorporó de pleno después al equipo macartista) fue básico enderezar baterías contra cualquier sindicato obrero y “nidos de comunistas” habilitados…
… en Hollywood, como los emblemáticos directores y guionistas de cine que dieron gloria a ese país con sus obras en el celuloide. La desfachatez, la vergüenza y el oprobio marcaron para siempre al poder político de los wasp, lo cubrieron de una pátina tan gruesa que todavía no se pueden desmanchar. Ni podrán, dijera Don Teofilito.
Los abogados estadunidenses “del dólar” mamaron y dieron de topes… hasta que obtuvieron todo el poder, a base de truculencias y mendacidades, y siguen siendo emblemáticos, brújulas y faros de luz para todo aquél descastado e ignorante que apela a los sentimientos patrióticos, frustraciones y fantasías políticas de un sueño más que fracasado, para disfrazar toda ineptitud .
Los grupos militaristas y los halcones de Washington, dominantes sólo en la Casa Blanca, con omnímodo poder, vuelven a poner de moda al macartismo, sólo que a escala mundial. Sin embargo, sonados fracasos frente a Europa, Rusia y Japón, los reduce a sus patios traseros de América Latina, específicamente México y Venezuela. Pero se ponen a favor del gabacho.
En la sociedad mexicana y en el foro judicial y jurídico se replica esa actitud. Independientemente de las actividades profesionales de los abogados postulantes que se juegan el cuero en tribunales para sacar la chuleta, existe una casta de “abogados del dólar”, que no conoce límites para agacharse de modo vergonzoso y poner todavía en mayor peligro a la nación.
Gentuza del tres al cuarto que se presta para un barrido y un trapeado a la orden de cualquier pelafustán que cubre sus expectativas monetarias, sus desquiciados bolsillos y modos de vida que no tiene absolutamente qué ver con lo enseñado en las escuelas de jurisprudencia, acerca de la ética profesional y las moralidades mínimas de un rastacuero.
Como usted sabe, algunos profesionistas son como los perros de rancho, que nunca se enteran por qué ladró el que empezó la escandalera, pero ellos ladran. Es lamentable, pero cierto. Entre los más voraces abogangsters locales, destaca uno: el infame Carlos Mauricio Salazar Douglas, quien en las últimas semanas ha aparecido en cuanto medio de comunicación que busca el escándalo se deje.
Aparente propietario del despacho “Salazar Douglas y Asociados”, este sujeto se ha hecho multimillonario en dólares a base de estafas, huizaches y chicanadas ilegales. Ha sido procesado en el fuero común y federal varias veces y, a pesar de ello, sigue tan campante, porque presume tener “controlado$” al Poder Judicial y a la PGR. No es de extrañar, pues esta última se encuentra en manos de otro sujeto de la misma ralea.
Tiene como socio a un tal Federico Acevedo Flores, que se ostenta como sobrino de un ex Presidente de la República y se pavonea en todos sus entrambuliques y tráficos de influencia con ese motejo. Entre los dos cómplices, Salazar Douglas y Acevedo Flores, se han enseñoreado de la procuración y de la impartición de justicia.
Auténticos rufianes de cuello blanco y mente podrida que han hecho de la aplicación de la ley un tongo a su servicio, para todos los fines que usted se imagine, incluyendo desde luego, la protección judicial a narcotraficantes, supuestamente tan combatidos por el Ejército y los jueces.
Han puesto como propietario de su constructora DMF Proyectos SA de CV al chofer de ambos, Rogelio Garrido Montes de Oca, y en el acta constitutiva de dicha empresa fantasmagórica aparece Carlos Mauricio Salazar Douglas, el mercachifle, como representante legal. Es la base de sus trapacerías. Así, claro, evaden al SAT, mientras adquieren propiedades millonarias en EU:
Obviamente, entre los múltiples nombres de funcionarios que maneja y presume en su bitácora de puntuales repartos de metálico, se encuentran el ministro Luis María Aguilar Morales, presidente de la SCJN, y Raúl Cervantes Andrade, titular de la PGR, ahijado de su primo, el casadero Humberto Castillejos Cervantes.
¿Un millón mensual a la STPS? Navarrete lo demandó penalmente
En el currículo de Carlos Mauricio Salazar Douglas, sedicente licenciado en Derecho —quien sabe si en verdad lo sea— aparece una hoja de servicios absolutamente ligera y reveladora: secretario particular del procurador Federal del Consumidor durante el fatídico sexenio de Salinas de Gortari; asesor de Protección Civil en la época del felón Zedillo… y párele de contar.
Trabajó en el 2014 como coordinador administrativo (?) de las Juntas Federales de Conciliación y Arbitraje, de donde fue corrido por la infinidad de trastupijes que le encontraron, inhabilitándolo por 25 años en cualquier cargo del gobierno. Como no puede ocupar sillones públicos, hace desde fuera lo que quiera.
No dudaba, argumentó en su defensa, de sacar de su propio bolsillo el millón de pesos mensuales que le pedía el oficial mayor de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el mexiquense —¿de dónde más, si no? Manuel Cadena para poder sostenerlo en su puesto. Usted se ha de imaginar el monto de los negocios que hacían “defendiendo” a los obreros de salario mínimo. ¿O serían capaces de exaccionar a los patrones?
Al menos, la cafetería de su propiedad que instaló en la sede de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, le reportaba cientos de miles al mes. Cansado de defenderse de las diatribas de los dos, el titular Alfonso Navarrete Prida compareció a título personal a acusarlos por extorsión. Primera ocasión que un secretario del Despacho Presidencial tiene semejante lance en contra de un particular.
En medio de un régimen político, las andanzas de Salazar Douglas suenan familiares y cotidianas. Es sólo un botón de muestra acerca de la degradación y la decadencia a que se puede llegar por este camino. O tal vez ya llegamos y ni nos hemos dado cuenta. Son demasiadas anécdotas y casos de corrupción, que nos atiborran y superan con mucho. ¿Usted qué haría?, pregunta alguien que no tiene cara para siquiera denostar a estos rufianes. Ahí los superan y los alientan. Son sus compañeros de viaje.
Índice Flamígero: No sólo en las escuelas confesionales se dan sucesos condenables. Un grupo de alumnas de la Preparatoria 6 de la UNAM, ubicada en el capitalino barrio de Coyoacán, se ha acercado al escribidor para denunciar como es que en ese plantel se da cotidianamente el acoso a las estudiantes, a ciencia y paciencia de las autoridades escolares. Cuando ellas defienden el respeto a la dignidad de las mujeres, son acusadas de ser “feminazis” y otras linduras propias de la subcultura machista. Señalan, entre otros, al profesor Erick Vega Guerrero, quien “acosa a las chavas” no sólo en persona, también a través de las redes sociales, desde hace ya muchos años e, incluso, les pide “favores” a cambio de buenas calificaciones. La directora de la Preparatoria 6 casi nunca va. Ha recibido múltiples quejas de alumnas y de sus papás sobre el acoso de éste profesor sin hacer nada. También apuntan que el presunto asesino de la joven en la UNAM, trabaja en intendencia de ese plantel coyoacanense. Y que ya son públicos y más que notorios los problemas de violación y acoso sufridos por alumnas en las diferentes facultades de la UNAM, sobre todo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. La indiferencia del rector Graue y de los directores de las facultades es patente y pretextan la autonomía para impedir que la policía atrape a delincuentes dentro del recinto universitario. En la página electrónica http://www.mismaestros.com/pro fesores/Erick-Vega-Guerrero_21 947 los alumnos califican a Vega Guerrero quien, de plano, está reprobado en ética y en varias cosas más. ¿Quién lo protege?
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