La caballada está flaca
Freddy Sánchez martes 25, Jul 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El señor Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, a pregunta de si irá con todo por la silla presidencial, respondió sin tapujos: “voy con todo”.
Su aseveración fue hecha tras una acción de autoridad sumamente impactante en la zona de Tláhuac, donde un operativo policiaco conjunto entre marinos, federales y elementos preventivos y judiciales de la localidad, dieron por resultado un gran golpe al narcotráfico.
Siete presuntos mafiosos altamente peligrosos murieron en un enfrentamiento. Se trata de individuos a los que se acusa de integrar un grupo delictivo presuntamente responsable de traficar drogas en Ciudad Universitaria y haber consumado más de una veintena de ejecuciones.
De modo que al calor de esta acción institucional de innegable impacto social, Mancera aprovechó el momento para ratificar su decisión de competir en el 2018 por la Presidencia.
Habrá quien diga, naturalmente, que el jefe de gobierno de la Ciudad de México, se puso una camiseta triunfadora en cuestiones policiacas que le pertenecía más a los marinos y las fuerzas federales, pero aun teniendo la razón, eso no le quita el mérito a Mancera, por lo que “sus chicos” de la policía local hicieron en el operativo, y menos el buen tino que tuvo para hacerse propaganda en torno a sus aspiraciones presidenciales.
A diferencia de otros tiempos en los que el entonces líder “eterno” de la CTM, don Fidel Velázquez advertía que “el que se mueve no sale en la foto”, actualmente en los menesteres de la política electoral es totalmente al revés.
Por ello mismo, a los que como el señor Mancera aspiren a gobernar al país, habrá que invitarlos a dejarse de posturas poco claras sobre sus propias intenciones de buscar una candidatura presidencial partidista o incluso independiente, lo que requerirá no sólo anunciarlo sin reservas, sino también avalarlo con merecimientos personales.
Baste decir que en la sucesión presidencial que se avecina, es de vital importancia que los aspirantes a despachar en Los Pinos, estén respaldados por mucho más que la candidatura de uno o varios partidos políticos o diversos grupos de la sociedad civil, puesto que a estas horas bien puede decirse que el que no se mueva, no saldrá en esa foto.
En ese sentido, los priístas, como los secretarios de Gobernación y Educación, entre otros altos funcionarios, además de cualquiera que se sienta con derecho para competir por la primera magistratura, está obligado a hacer algo notable o adjudicarse el merecimiento a presumir de una u otra acción realizada en el pasado que esté dando grandes beneficios al país que todos vean y nadie pueda cuestionar y así gozar de un buen nivel de popularidad como participante en la lucha por el poder presidencial.
Algo parecido tendrán que hacer los panistas como Margarita Zavala, el ex gobernador poblano o el líder de Acción Nacional y quienes en el PRD estén pensando en una candidatura presidencial independiente, si la alianza con el panismo fracasa y por lo tanto el propio Mancera se tendría que ir por la libre como candidato independiente o algo por el estilo.
Cuestiones pues por ventilarse en un futuro no lejano.
Lo cierto, es que de momento entre los que aspiran a las candidaturas presidenciales arropados por algún partido político, o bien proveniente de la sociedad civil no se ve a nadie que goce de suficiente popularidad entre la gente para dar por hecho que logrará vencer sin mayor dificultad en el 2018 y eso obliga a decir lo que se pensaban en otros momentos de la sucesión presidencial en México: la caballada está flaca.